Siria teme un ataque similar al sufrido por Libia
Los altavoces de las mezquitas de Damasco comenzaron a ulular, el pasado 5 de mayo, al mediod¨ªa, con el inquietante sonido que anuncia la inminencia de un ataque a¨¦reo. La alarma, falsa, dur¨® s¨®lo cinco minutos, pero a los periodistas que ese d¨ªa est¨¢bamos all¨ª nos revel¨® la inquietud de Siria por una operaci¨®n contra su territorio o contra sus fuerzas estacionadas en L¨ªbano semejante a la que sufri¨® Libia hace unas semanas. Al d¨ªa siguiente, el vicepresidente norteamericano, George Bush, cit¨® a Siria como "uno de los patrocinadores del terrorismo" y, poco despu¨¦s, EE UU e Israel anunciaron la posible implicaci¨®n de Damasco en la explosi¨®n contra una discoteca berlinesa y el frustrado atentado contra un avi¨®n de El Al en Londres. la angustia se ha disparado en Siria.
Aviones de combate sirios han sobrevolado Damasco, a lo largo de la ¨²ltima semana, una y otra vez, y el Ej¨¦rcito ha sido puesto en estado de alerta. El embajador de Estados Unidos en Siria ha dejado la capital, y ello no ha hecho sino hacer cundir la alarma.La ofensiva de la Administraci¨®n de Ronald Reagan contra los reg¨ªmenes ¨¢rabes a los que acusa de promover acciones terroristas ha sorprendido a Siria en uno de sus momentos m¨¢s bajos de los ¨²ltimos a?os. El pa¨ªs atraviesa una cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica, constatable incluso por los escasos turistas y visitantes extranjeros que se albergan en hoteles de lujo, y a los que se regatea la leche y la mantequilla del desayuno. Faltan esos productos y tambi¨¦n tabaco, cerillas, frutas, verduras, pilas, hojas de afeitar y otros bienes de consumo b¨¢sicos. Eso es debido a las limitaciones impuestas en los ¨²ltimos tiempos al contrabando procedente de L¨ªbano, una medida de seguridad tras los ¨²ltimos atentados con explosivos registrados en Siria, y a la falta casi absoluta de divisas.
Siria a duras penas puede pagar a sus propios aliados, como Ir¨¢n, que le suministra petr¨®leo. El cambio oficial de la moneda siria es de un d¨®lar por 3,5 libras; el tur¨ªstico es de 9,3 libras, y el real, el que se consigue en el muy perseguido, pero resistente por necesidad, mercado negro, es de 16,5 libras.
Una reciente oleada de atentados con explosivos, que ha venido a coincidir con los momentos m¨¢s cr¨ªticos del enfrentamiento entre Estados Unidos y Libia, ha colocado a las omnipresentes fuerzas de seguridad sirias en un estado de sobreexcitaci¨®n. En todas y. cada una de las carreteras del pa¨ªs hay un control de hombres armados cada 10 ¨® 20 kil¨®metros. Militares y milicianos parapoliciales o mujabarat cachean a las personas, exigen la entrega de documentos, abren bolsos y registran a conciencia los veh¨ªculos.
Esos atentados han sido atribuidos por Damasco unas veces a Irak y otras a Israel y sus agentes libaneses. La primera versi¨®n volvi¨® a ser recuperada por Damasco el pasado jueves, al mostrar en la televisi¨®n a unos presuntos agentes de Bagdad autores de las explosiones.
Sospechas sobre Israel
Sin embargo, la mayor¨ªa de los observadores europeos de la situaci¨®n siria se inclinan por la tesis de una autor¨ªa israel¨ª, dada la perfecta orquestaci¨®n de las acciones terroristas, producidas en diversas ciudades al mismo tiempo. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas han sido civiles que circulaban en autobuses de l¨ªnea, aunque tambi¨¦n han ca¨ªdo mujabarats. La posibilidad de una campa?a de la d¨¦bil y acosada oposici¨®n interior al r¨¦gimen baazista, liderado por Hafez el Asad, es descartada por los observadores y analistas citados.factores de inestabilidad en el pa¨ªs son los recientes fracasos de la pol¨ªtica exterior de Damasco. Si a finales del pasado a?o Hafez el Asad se consolidaba como un poder regional con apoyo sovi¨¦tico, en estos momentos su papel, si bien muy importante, es m¨¢s dudoso.
Siria ha sido incapaz de imponer su proyecto de paz para L¨ªbano. El acuerdo tripartito firmado a finales de 1985 en Damasco por los dirigentes de las milicias libanesas drusa, shi¨ª y cristiana es ya casi papel mojado. Los cristianos, con el presidente Amin Gemayel y el l¨ªder miliciano Samir Geagea al frente, rechazan rotundamente la paz siria, pese a las presiones que, en forma de bombardeos de fuerzas libanesas prosirias, reciben todos los d¨ªas.
Asimismo la influencia de Damasco en el movimiento palestino se ha visto muy da?ada por su incapacidad para imponer una tregua permanente en la guerra de los campos beirut¨ª, seg¨²n declararon a EL PA?S dirigentes de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina con base en la capital siria. La guerra de los campos enfrenta a los palestinos encerrados en Sabra, Chatila y Bourj con los milicianos shi¨ªes de Amal que los cercan.
En esta situaci¨®n, Damasco parece haber entendido la advertencia de EE UU. El presidente Hafez el Asad, m¨¢s contenido e inteligente que su aliado Muammar el Gaddafi, un dirigente con un sentido de la superviviencia que asombr¨® a?os atr¨¢s a Henry Kissinger, despliega en los ¨²ltimos d¨ªas una ofensiva de simpat¨ªa. Ha visitado Yugoslavia, en lo que se interpreta como un gesto para vincularse al Movimiento de los No Alineados. All¨ª se entrevist¨® con el ministro de Asuntos Exteriores de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Hans-Dietrich Genscher, y, al parecer, le transmiti¨® el mensaje de que su pa¨ªs no apoyar¨ªa acciones terroristas en Europa. Poco despu¨¦s, Hafez el Asad visit¨® Jordania, y en los pr¨®ximos d¨ªas ir¨¢ a Ruman¨ªa. Incluso Espa?a, en la persona de Luis Ya?ez, recibi¨® hace poco en Damasco un mensaje para que exprese la posici¨®n siria en la Comunidad Europea.
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