Mar¨ªa Kodama
Compa?era de estudios, c¨®mplice y nueva esposa de Jorge Luis Borges
Ha sido la sombra de Jorge Luis Borges durante muchos a?os. Ahora es tambi¨¦n su mujer. Mar¨ªa Kodama, de 41 a?os, se cas¨® con el escritor argentino, de 87, por poderes, el 26 de abril, en Asunci¨®n del Paraguay, a trav¨¦s de la abogada Hayd¨¦e Antonini. Ella es, como puede leerse en el acta de casamiento, profesora de literatura, hija de Yosaburo Kodama, japon¨¦s, qu¨ªmico de profesi¨®n, y de Mar¨ªa Antonia Schweitzer, tambi¨¦n profesora. Datos que, trat¨¢ndose de ella, en realidad la desdibujan. M¨¢s ahora, que se ha convertido en la protagonista de otra ficci¨®n borgeana.
En la dedicatoria a Maria Kodama escrita en el libro La historia de la noche, Borges anticipaba: "...por la memoria de Leonor Acevedo / por Venecia de cristal y crep¨²sculo / porque usted ser¨¢; por la que acaso no entender¨¦ por todas estas cosas dispares que son tal vez, como present¨ªa Spinoza, meras figuraciones de una cosa infinita, le dedico / a usted este libro, Mar¨ªa Kodama". Quedaba all¨ª, trazado, el itinerario del amor. Leonor Acevedo, su madre muerta junto a ¨¦l a los 99 a?os, la clave secreta que ambos ocultaron en Venecia y porque usted ser¨¢".Cuando la sombra de Borges tom¨® las formas de Mar¨ªa, la obligaron a explicarlo todo una y otra vez: "Lo conoc¨ª a los 12 a?os. A los 15 empec¨¦ a estudiar ingl¨¦s antiguo con ¨¦l y despu¨¦s irland¨¦s. Cuando muri¨® su madre comenc¨¦ a acompa?arlo en sus viaJes". ?Qu¨¦ es usted para ¨¦l?: "Creo que son muchas cosas mezcladas. El hecho de conocerlo desde tan chica hace que tenga con ¨¦l como una relaci¨®n de familia que no se da con una amiga. Al estudiar juntos tambi¨¦n me convert¨ª en una compa?era de estudios y, cuando viajamos, en los momentos libres soy su c¨®mplice. Todo esto m¨¢s all¨¢ de la aventura intelectual. Es una relaci¨®n muy compleja que ni yo misma podr¨ªa definir. Es como cuando en La Iliada, Andr¨®maca le dice a H¨¦ctor. "T¨² eres para mi mi padre y mi se?ora madre y tambi¨¦n mis hermanos ...".Ten¨ªa tres a?os cuando sus padres se divorciaron. A los cuatro aprendi¨® a leer con la voz de su madre, a los cinco con la suya. "Era bastante solitaria y le¨ªa todo el d¨ªa cuanto cayera en mis manos". Entonces, los s¨¢bados y domingos, se aparec¨ªa la figura fant¨¢stica de su padre japon¨¦s que la trataba de usted. "Pap¨¢ ten¨ªa edad como para ser el padre de mam¨¢ y m? abuelo y luego repet¨ª con Borges aquella relaci¨®n intelectual, de aprendizaje continuo. De modo que jam¨¢s se me cruzaron otras ideas. ?l es un se?or muy victoriano, de otro siglo, un pudoroso y mi padre tambi¨¦n era de otro siglo. Pap¨¢ me educ¨® como a un hombre y yo le respond¨ª como un hombre".
La abogada Antonini, que el martes por la tarde cit¨® en su estudio de Buenos Aires a tres periodistas para notificarles el casamiento entre el escritor y Mar¨ªa, no confirm¨® que Borges haya hecho testamento a favor de ella, pero aclar¨® que "si as¨ª fuera, ella ser¨¢ la heredera universal, porque no tiene herederos forzosos".
Mar¨ªa est¨¢ ahora lejos de Argentina. La pareja se radic¨® definitivamente en Ginebra y resolvieron vender hasta el hist¨®rico apartamento que Borges ocupaba en el centro de Buenos Aires. Pero todav¨ªa su voz concede desde la infancia: "Yo hago las cosas por placer. Quiz¨¢, por mi origen oriental, dejo que todo fluya. Escribo desde siempre aunque no publique. Cuando conoc¨ª a Borges segu¨ª junto a ¨¦l porque me daba placer, compart¨ªa el placer por la ¨¦pica que tambi¨¦n me le¨ªa mi padre". Pero, Mar¨ªa, ?qu¨¦ es ¨¦sto? "Es como haber encontrado la mitad de mi alma".
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