El Socialdem¨®crata Majluta, favorito en las elecciones presidenciales de hoy en la Rep¨²blica Dominicana
El candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD, socialdem¨®crata), Jacobo Majluta, de 51 a?os, parece ligeramente favorito en las elecciones presidenciales de hoy en Santo Domingo, frente a Joaqu¨ªn Balaguer, de 78 a?os, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) quien ha anunciado que s¨®lo el fraude le privar¨ªa de la victoria. El tercero en discordia, Juan Bosch, de 76 a?os, de Partido de la Liberaci¨®n Dominicana (PLD), no tiene posibilidades de triunfar, pero se espera que duplique su resultado de hace cuatro a?os y que rebase el 20% de votos.
ENVIADO ESPECIALAlgo m¨¢s de tres millones de dominicanos eligen hoy nuevo presidente. Probablemente, algunos de ellos lo har¨¢n dos veces, si se confirman las sospechas de que el censo electoral est¨¢ hinchado. Dos dinosaurios pol¨ªticos, dos p¨¢ginas vivas de los tres ¨²ltimos decenios de historia dominicana, Balaguer y Bosch, compiten con Majluta por la presidencia.Balaguer tiene a su favor el recuerdo de su gesti¨®n econ¨®mica en la presidencia, entre 1976 y 1978. Eran tiempos de bonanza. La buena administraci¨®n de Balaguer se recuerda con cierta nostalgia en la Rep¨²blica Dominicana en estos tiempos de crisis. En los m¨ªtines, sus partidarios gritaban "con Balaguer, el pueblo va a comer". Tambi¨¦n se recuerda la represi¨®n y los asesinatos pol¨ªticos ocurridos bajo su mandato, cuando bandas armadas mataban y torturaban a los opositores.
El candidato reformista tiene un obst¨¢culo que parece insalvable y que le costar¨¢ sin duda muchos votos: la ceguera. Balaguer reconoci¨® en televisi¨®n que no puede leer. Todo el mundo se pregunta en Santo Domingo c¨®mo es posible gobernar sin leer ni un solo papel. A pesar de esta desventaja, los seguidores de Balaguer tienen una confianza ciega en su caudillo. "?Carajo, qu¨¦ cerebro!", exclamaba entusiasmado un hombre joven, en el ¨²ltimo mitin de la campa?a, ante la oratoria de Balaguer.
Carga de profundidad
Este anciano ciego ha colocado una carga de profundidad peligrosa, que amenaza a las elecciones de hoy. Balaguer ha dicho que s¨®lo el fraude podr¨¢ arrebatarle el triunfo y que el pueblo no aceptar¨¢ un resultado fraudulento. Si esta creencia se extiende y Balaguer pierde por escasa diferencia -lo que parece bastante probable-, podr¨ªan producirse disturbios y des¨®rdenes.El alcalde de Santo Domingo, Jos¨¦ Franipisco Pe?a G¨®mez (PRD), en conversaci¨®n con periodistas espa?oles, consider¨® peligrosa esta postura de Balaguer, porque da pretextos a sus seguidores para no aceptar el resultado electoral.
El otro anciano que intenta volver a la presidencia es Juan Bosch, que ha experimentado una transformaci¨®n pol¨ªtica en los ¨²ltimos tiempos.
Bosch, que se autodefline como marxista no leninista, ha moderado su lenguaje y su radicalismo senil para pasar a ocupar posiciones pol¨ªticas de centro-izquierda, abandonadas por su antiguo partido, el PRD, que se ha escorado a la derecha. El Partido Revolucionario Dominicano se ha desgastado en el ejercicio del poder y aparece implicado en la corrupci¨®n reinante en el pa¨ªs.
Adem¨¢s, se considera al actual Gobierno perredista como responsable de la matanza del 24 de abril de 1984, en la que perdieron la vida m¨¢s de 100 dominicanos que protestaban contra las medidas econ¨®micas del Gobierno.
El crecimiento pol¨ªtico de Bosch ha sido enorme. De unos miles de votos en 1978 pas¨¦ a 180.000 hace cuatro a?os (9,8%) y hoy podr¨ªa doblar esa cifra. Ello va en detrimento de su antiguo partido, el Partido Revolucionario Dominicano, y podr¨ªa costarle el triunfo a Majluta que, aunque gane las elecciones, parece que estar¨¢ en minor¨ªa en el Senado. Ese obst¨¢culo no es excesivo en un r¨¦gimen presidenciabsta como el de la Rep¨²blica Dominicana.
Sobre el candidato con m¨¢s posibilidades, Majluta (del Partido Revolucionario Dominicano), pesa el estigma de la corrupci¨®n. Sean o no calumniosas las acusaciones contra ¨¦l, el hecho es que la imagen del candidato perredista es la de un hombre corrupto, partidario del roba y deja robar.
V¨ªctima de una campa?a
Majluta ha afrontado con desenvoltura estas acusaciones. Ante las o¨¢maras de televisi¨®n se presenta como v¨ªctima de una campa?a calumniosa y trata de situarse por encima de lo que ¨¦l califica de calumnias.Cuenta Jacobo Majluta frente a sus contrincantes con la ventaja de ser un hombre joven frente a dos dinosaurios pol¨ªticos pr¨®ximos a los 80 a?os, uno ciego, Balaguer, y otro que da muestras en ocasiones de perder la concentraci¨®n mental en sus reflexiones, adem¨¢s de su car¨¢cter irascible y aire de resentimiento, Bosch.
El dinamismo de su figura frente a los dos ancianos es la mejor baza pol¨ªtica de Majluta, quien no ha vacilado en enfrentarse a su propio partido a lo largo de los ¨²ltimos cuatro a?os para trabajarse la candidatura presidencial.
Desde su puesto de presidente del Senado, Majluta hizo una aut¨¦ntica oposici¨®n al actual presidente de la Rep¨²blica, Salvador Jorge Blanco, para no verse implicado en la pol¨ªtica impopular del Gobierno de su propio partido.
A ¨²ltima hora, tras una tormentosa convenci¨®n en lucha contra,el alcalde de Santo Domingo, Pe?a G¨®mez, Majluta consigui¨® ser,nombrado candidato a la presidencia.
El Partido Revolucionario Dominicano parece haber cerrado filas, aunque las cicatrices de esta pugna interna no parecen cerradas definitivamente.
En el futuro, las corrientes internas de su propio partido podr¨ªan presentarle a Majluta la factura.
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