Dos muertos y 70 heridos durante una toma de rehenes en una escuela rural de EE UU
Unas 70 personas, en su mayor¨ªa ni?os, fueron heridas el viernes en Cokeville, al suroeste del Estado de Wyoming (EE UU), al estallar una bomba durante la toma de rehenes en una escuela. Los dos secuestradores resultaron muertos en el sumo, seg¨²n dijeron ayer fuentes policiales. La pareja secuestr¨® dentro de la escuela rural a 150 ni?os, maestros y administrativos, por cuya liberaci¨®n exig¨ªa 300 millones de d¨®lares (unos 42.000 millones de pesetas).
Al estallar la bomba que manipulaba, tres horas despu¨¦s de iniciarse el secuestro, muri¨® la mujer y a continuaci¨®n se suicid¨¦ el marido, despu¨¦s de disparar por la espalda a uno de los profesores. Numerosos escolares y al menos un adulto resultaron con quemaduras de segundo grado, y un profesor, herido de bala, seg¨²n las autoridades, que definieron a lo s secuestradores como un matrimonio de "radicales", informa Efe. Las autoridades aseguraron, en sus primeras estimaciones, que el n¨²mero de heridos ascend¨ªa a unos 70."No s¨¦ c¨®mo salieron vivos"
Max Excell, director de la escuela de Cokeville, localidad que tiene alrededor de 500 habitantes, explic¨® que la bomba -un artefacto que conten¨ªa gasolina- hab¨ªa estallado en las manos de la mujer, que en esos momentos estaba rodeada de ni?os. El marido se suicid¨® a continuaci¨®n, dispar¨¢ndose dos tiros. Se trata de David Young, quien, seg¨²n los habitantes de la localidad, es un ex polic¨ªa local, y de su esposa, Doris. "El aula est¨¢ destruida", agreg¨® Excell. "No s¨¦ c¨®mo ellos [los escolares y los adultos] salieron vivos".
La pareja de secuestradores retuvo a los rehenes, por cada uno de los cuales ped¨ªa un rescate de dos millones de d¨®lares (280 millones,de pesetas), durante tres horas, bajo la amenaza de hacer estallar una bomba. El hombre hizo circular, entre tanto, varias octavillas, pidi¨® hablar con el presidente de EE UU, Ronald Reagan, y anunci¨®: "Es la revoluci¨®n", seg¨²n testimonios recogidos por France Presse. Los ni?os y los adultos salieron gritando de la escuela despu¨¦s de la explosi¨®n, con las caras ennegrecidas y quemaduras en el rostro y los brazos, se?alaron varios testigos. Fueron recogidos en el suelo y trasladados a hospitales.
Robin Sperling, un periodista de la emisora de radio local que fue testigo de la explosi¨®n, dijo que, mientras la escuela ard¨ªa, los ni?os sal¨ªan de entre las llamas y muchos de ellos llamaban a gritos a sus padres. El director de otra escuela de Cokeville narr¨®, por su,parte, que al llegar al lugar del suceso vio "muchas personas tiradas en el suelo". "Sus cuerpos hab¨ªan sido cubiertos. De las ventanas de la escuela sal¨ªa mucho humo", agreg¨®.
Fuertemente amados
La madre de uno de los escolares inform¨® que los secuestradores iban fuertemente armados y que reunieron a los ni?os y adultos en un aula. A continuaci¨®n, llamaron a las autoridades para comunicar sus peticiones.
Seg¨²n la secretaria de la escuela, Nadine Dana, una ni?a entr¨® en su oficina gritando: "Mi padre quiere destruir la escuela. Tiene muchas armas: bombas, rifles". En ese momento, la bomba hizo explosi¨®n y se produjo el gran incendio. Bob Looney, portavoz del sheriff del condado, coment¨® que los ni?os que rodeaban a la mujer se salvaron milagrosamente. "El aula qued¨® demolida", agreg¨®.
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