La noche de James Brown

El p¨²blico que casi llen¨® el s¨¢bado pasado el auditorio de la Casa de Campo en el ¨²ltimo d¨ªa de las fiestas de San Isidro, se lo tom¨® con tranquilidad. La atracci¨®n, que se presentaba bajo el signo de la inc¨®gnita, era James Brown, y por esto Tapones Visente y El ?ltimo de la Fila tuvieron que echar agallas para levantar,al personal, lo que consiguieron s¨®lo a medias. Tapones Visente, que comenzaron nerviosos, hacen una m¨²sica que' es una amalgama de estilos, con buenos intrumentistas, textos divertidos y a veces ininteligibles, y la presencia de Pulgarcito como garant¨ªa. Sus canciones, algun as con posibilidades de impacto, tienen influencias del funk, reggae y rock que se mezclan de manera aleatoria. Quiz¨¢ esta aparente dispersi¨®n, esta ausencia de l¨ªnea. definida, que, por otra parte, es la l¨ªnea Tapones, fue lo que dificult¨® su conexi¨®n con los que casi llenaban el auditorio.En cambio, El ?ltimo de la Fila hacen una m¨²sica personal, inconfundiblemente espa?ola, pero tampoco lograron comunicar como lo hicieron en su ¨²ltima y breve: actuaci¨®n realizada en Madrid hace pocos meses, a pesar de los desesperados intentos de su cantante, Manolo Garc¨ªa, que tiene una presencia explosiva en escena. Hizo lo que pudo y m¨¢s, carg¨® la suerte hasta la sobreactuaci¨®n, lo d?o todo acompa?ado de Quimi Portet y su grupo, y el p¨²blico le respondi¨® s¨®lo relativamente. Repasaron temas de sus anteriores etapas,. Los R¨¢pidos y Los Burros, presentaron canciones de su ¨²ltimo disco, sonaron bien, son uno de los grupos espa?oles m¨¢s interesantes y en¨¦rgicos, pero el horno no estaba para demasiados bollos, aunque al final, igual que Tapones Visente, su esfuerzo fue preciado y uvieron que repetir.

Y le lleg¨® el turno al hermano oul n¨²mero uno, James Brown Tras media hora de calentamientoa cargo de su banda, con bailes chistes, solos de diversos intrumentos y maestro de ceremonias el negro de 53 a?os se marc¨® unaactuaci¨®n caracter¨ªstica, con si funk enloquecido, en el que cabe? todas las m¨²sicas negras, desde e gospel que inspir¨® sus comienzo: hasta el blues, y que ha influ¨ªdo notablmente en movimientos posteriores, como la moda disco.

Junto a sus doce m¨²sicos toc¨® la bater¨ªa y el piano, recuerdo de si ¨¦poca de los Famous Flames; cant¨® como si los a?os no pesaran: dio un repaso a sus temas m¨¢s caracter¨ªsticos, desde su primer ¨¦xito, Try me, hasta el It's a man's, man's, man's world, pasando por su Sex Machine. Su energ¨ªa la tras pas¨® al p¨²blico, que se lo pas¨® bien y asisti¨® a uno de esos t¨ªpico espect¨¢culos de m¨²sica negra, con humor, baile, grandes instrumentistas, capas multicolores y repetici¨®n hasta la saciedad de esquemas r¨ªtmicos, tan raros de ver e Espa?a, a la espera de los consabidos fuegos artificiales, que cerraron las fiestas.