Una 'Novena' made in Spain'
Entre los diversos actos organizados para conmemorar su d¨¦cimo aniversario, EL PA?S ha dispuesto un concierto dedicado al m¨¢s alto himno que la m¨²sica ha producido: la Sinfon¨ªa n¨²mero 9, en re menor, op. 125, de Ludwig van Beethoven. Desde su nacimiento hasta hoy mismo, el coro final -amor, fraternidad, amistad, alegr¨ªa, incluso su dosis de liturgia- funciona como himno universal a la libertad del hombre.Ni la legendaria, Marsellesa, excelente himno machacado por un horroroso final, ni la impresionante Internacional lograron la unanimidad del Canto a la alegr¨ªa, de Schiller-Beethoven. El concierto tuvo lugar, con ampl¨ªsima asistencia de p¨²blico, el pasado s¨¢bado y se repiti¨® en sesi¨®n matutina ayer domingo.
Concierto extraordinario d¨¦cimo aniversario de EL PA?S
Orquesta y Coro Nacionales de Espa?a. Solistas: Enedina Lloris, Mabel Perelstein, Horst Laubenthal y Franz Grunheber. Directores coro: Sabas Calvillo y Tom¨¢s Cabrera. Director: Jes¨²s L¨®pez Cobos. Obras de Beethoven. Teatro Real. Madrid, 24 de mayo.
La verdad es que Federico (o Juan Crist¨®bal Federico, para ser m¨¢s exactos) debe sentir gratitud cuando, en los ratos de ocio del Olimpo, que deben ser muchos, piense en lo que por su fama han hecho los m¨²sicos: Beethoven, ante todo, con su Oda a la alegr¨ªa; Verdi, nada menos que con Don Carlos y Luisa Miller; Donizetti, con Mar¨ªa Estuardo; Rossini, con Guillermo Tell; Puccini y Busoni, con Turandot; Chaikovski, con La doncella de Orleans; Dvorak, con Demetrius, por citar lo m¨¢s saliente y de repertorio.
Tuvo la organizaci¨®n de EL PA?S el buen acuerdo de montar una Novena made in Spain, con la sola excepci¨®n del tenor y el bajo, que fueron los excelentes cantantes alemanes Horst Laubenthal y Franz Grundheber. La otra mitad del cuarteto vocal situ¨® a Enedina Lloris y Mabel Perelstein. De Enedina se ha hablado mucho en los ¨²ltimos meses, desde que con la Francisquita pudimos titular que "hab¨ªa nacido una estrella".
Una luz fuerte
Y no ha dejado de brillar con una luz fuerte y bell¨ªsima. Aun teniendo la competencia del Halley, la Lloris ha dado lugar a m¨¢s literatura que el cometa, y su estela, cuando menos, resulta m¨¢s evidente. Y eso que Ludwig deb¨ªa tener alg¨²n contencioso con los cantantes -solistas o coro- a juzgar por la crueldad con que los trataba. Enedina la convierte, en elevado entonan en rayo l¨¢ser que se alza de la masa sinf¨®nico-orquestal y se eleva a las alturas para buscar al Creador sobre el firmamento, como canta Schiller.Mabel Perelstein es argentina -de Buenos Aires-pero la tenemos entre nosotros, como algo propio. La belleza de su color vocal, la densidad de su materia, su bien pensar la m¨²sica ennoblece todas sus versiones, desde Pergolesi y Bach hasta Verdi y Bizet.
La Novena no tiene secretos para el Coro Nacional; le suena fluida y en marcha de continuidad bien contrastada: "seguid alegres vuestro camino". Inmediatamente todo se hace expectaci¨®n para el Abrazaos por miriadas. Con el coro, la Orquesta Nacional, tambi¨¦n conocedora -hasta confiada podr¨ªa decirse- del himno beethoveniano y dotada de una flexibilidad que forma entre sus caracter¨ªsticas m¨¢s acusadas.
Jes¨²s L¨®pez Cobos, que inici¨® jovenc¨ªsimo su vida musical, formando, ensayando y manteniendo coros, se siente c¨®modo cuando la oda se inicia. Y parece montar la obra entera como un camino a esa culminaci¨®n, lo que en parte es as¨ª: ese intervalo de quinta que decide el tema de la alegr¨ªa determina el formidable estructuralismo del allegro inicial o el tr¨ªo del scherzo, para expandirse en lo mel¨®dico durante el tiempo adagio o en lo r¨ªtmico a lo largo del scherzo.
Noche de fiesta
Noche de fiesta musical en el teatro de la plaza de Oriente, vibraci¨®n que se hizo cadena de aclamaciones al final, p¨²blico heterog¨¦neo como el del mismo peri¨®dico -desde ministros a seguidores del rock- se fundi¨® en la palabra invitatoria de Schiller: "Freunde (amigos). Cantemos a la alegr¨ªa".
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