El espa?ol y la Virgen
V¨ªrgenes del Pilar, del Roc¨ªo, Moreneta, Macarena, del Carmen, Milagrosa, de Covadonga, de los Dolores, de los Siete Cuchillos: el marianismo es un polite¨ªsmo / Fernando Pessoa: "La proliferaci¨®n del santoral es la proliferaci¨®n polite¨ªsta del paganismo" / La Moreneta fue muy antifranquista contra Franco / La Macarena va teniendo algo de mujer de Romero de Torres / La Virgen del Carmen, inspiradora de Dal¨ª / La de Covadonga, fetiche port¨¢til de Don Pelayo / V¨ªrgenes barroco / expresionistas de Castilla / V¨ªrgenes off-off.- Garabandal, el Palmar, El Escorial / El hombre se dijo: "No es bueno que Dios est¨¦ solo" / El espa?ol es de pensamiento concreto y por eso entiende a Mar¨ªa, cuya divinidad es fisiol¨®gica: su virginidad.
La Virgen del Pilar, la Virgen del Roc¨ªo, la Moreneta catalana, la Mac¨¢rena andaluza, la Virgen del Carmen, la Milagrosa, la de Covadonga, la Virgen de los Dolores de Valladolid, las innumerables V¨ªrgenes, de Espa?a, todo un padr¨®n de V¨ªrgenes avecindadas en este pueblo mariano, que nos hacen pensar en la conclusi¨®n de Fernando Pessoa:El cristianismo (¨¦l dice cristismo) es un polite¨ªsmo vergonzante. La proliferaci¨®n polite¨ªsta del paganismo.
Pero, m¨¢s que un reproche, Pessoa hace, con esto, un elogio al catolicismo, en su remoto fondo romano, pagano. Y, efectivamente, si el catolicismo est¨¢ vivo en el mundo, y tan vivo en Espa?a, es por su. sabia capacidad de desplegar un polite¨ªsmo secreto y pagano bajo su polite¨ªsmo oficial. (Una herencia del monote¨ªsmo no menos f¨¢n¨¢tico de los ¨¢rabes y los jud¨ªos que siguen estando entre nosotros,, en nuestra sangre.) Veamos, pues, c¨®mo vive el espa?ol marianista cada tina de estas advocaciones de la Virgen, cada una de estas V¨ªrgenes. La del Pilar es la Virgen patriota, antifrancesa, guerrillera, con algo de ma?ica y algo de Aurora Bautista. Una Virgen decididamente nacional. La del Roc¨ªo es pagana, festera, es casi una mu?eca, enamora a los andaluces y advenidos, es una Virgen itinerante y mareante. Es casi una mujer. La Moreneta catalana es peque?a, menuda, oscura, y se puso muy antifranquista contra Franco, cuando Monse?or Escarr¨¦. Era una m¨¢s entre las buenas confidentes de la gauche divine de Barcelona, y a aquellos escritores y pol¨ªticos no les falt¨® m¨¢s que baj¨¢rsela una noche a Bocaccio, a tomar tinos cubatas. Digamos que la pluralidad de las V¨ªrgenes peninsulares (la de F¨¢tima en Portugal) supone, s¨ª, un paganismo (al fondo queda Venus) pronto agotado/agostado por los afanes pol¨ªticos, aunque, en verdad, paganismo/nacionalismo son formas gemelas, de la Pluralidad del mundo.
La Macarena andaluza est¨¢ ya (no en s¨ª misma, sino en el sentir de los andaluces), entre novia de reja y mujer de Romero de Torres o "romeraca", como dicen en C¨®rdoba. La Macarena es la madre vagamente iricestuosa de la multitud, que tiene su versi¨®n menor y practicable en la Virgen del Roc¨ªo, ya aludida. Esta proliferaci¨®n regionalista, terru?era, de la. que fue una sola mujer, o Mujer, tiene su explicaci¨®n en la tradicional poligamia del espa?ol.
La Virgen del Carmen ha presidido la infancia purgativa de todos los espa?oles con el famoso cuadro (primera versi¨®n de los m¨²ltiples) en que alparece bajando al Purgatorio, un mi¨¦rcoles marr¨®n, con el escapulario en una mano y el Ni?o Jes¨²s en la otra, Ni?o que a su vez sustenta la bola del mundo, que a su vez sustenta la cruz venidera, que a su vez sustenta, y as¨ª. Salvador Dal¨ª, en su Madonna de Port Lligat, apenas tuvo que inventar nada: el surrealismo ya le ven¨ªa de la iconografla mariana, an¨®nima y tenebrosa. La Milagrosa es Virgen para llevar al cuello, Virgen de medallitas, y en sus apariciones art¨ªsticas, peque?o o gran formato, resulta, quiz¨¢, la Virgen m¨¢s humana y mundana de todas, con sus brazos ca¨ªdos y sus manos extendidas, derramando virtudes, en adem¨¢n de exhibir la t¨²nica virginal, adem¨¢n que es casi el de una modelo de alta costura. La Milagrosa le inspira a uno m¨¢s fervor que todas las otras V¨ªrgenes (o encarnaciones) enumeradas.
La Virgen de Covadonga, la Santina, como dicen los asturianos, es la madre nutricia de Espa?a y el fetiche port¨¢til de Don Pelayo. La. Virgen de Covadonga habla en bable, o hablar¨ªa en bable, si hablase, o quiz¨¢ musita los versos de Prado Nogueira: "Que no me eche un cable / nadie que hable en bable".
Virgen de los Dolores, Virgen de los Siete Cuchillos, V¨ªrgenes expresionistas que alucinaron nuestra infancia vallisoletana. V¨ªrgenes sufrientes y maduras, exentas de todo erotismo, forjadas del lado asc¨¦tico del catolicismo (que tambi¨¦n tiene un lado pagano, gozante, de comuni¨®n humilde y direct¨¢con el mundo: San Francisco de As¨ªs, pastor de esos ¨¢ngeles terrestres y celestes que son las bestias, los dulces animales, ¨²nica mitolog¨ªa cierta -e inversa- del hombre).
Luego est¨¢n, en Espa?a, las V¨ªrgenes fugaces o peri¨®dicas, que lo son por lo sistem¨¢tico de sus apariciones, cometas Halley de la marianidad, como la de Garabandal en los cuarenta/cuarenta y la del Escorial ahora mismo. Astillas fugaces de la Virgen y la virginidad, en seguida se prenden en el fuego de la fe popular y arden como virutas del taller carpintero de San Jos¨¦, el personaje m¨¢s innecesario de la Historia, seg¨²n Fernando Fern¨¢n-G¨®mez. Me ha dicho m¨¢s de una vez el cura Llanos que la Virgen tiene dificil encaje teol¨®gico, y quiz¨¢ por eso, Ella, sabi¨¦ndolo, renueva su vigencia, al margen de los cultos tradicionales, apareci¨¦ndose a pastorcillas o curas ciegos en lugares r¨²sticos de los que toma el nombre, como en un revival. Lourdes y F¨¢tima fueron revivales, s¨®lo que Francia siempre ha lanzado mejor a sus valores, ya se sabe, y por eso la Virgen de Lourdes hace hoy m¨¢s milagros que ninguna, aunque todas sean la misma. Me lo dec¨ªa el malogrado Cuco Cerecedo:
-La Virgen nunca se aparece a gente solvente, notarios y as¨ª.
En efecto, la Virgen, para sus apariciones off-off, tiene preferencia por las cabrer¨ªllas analfabetas y los subnormales. Hay pues, para el espa?ol, una Virgen ornamental, bizantina, enjoyada, que es la de las grandes cofrad¨ªas, y hay una Virgen ocasional, guerrillera, undergrourid, ultrasur, que a uno le que mejor, y que es la que se le aparece a una huerfanita en un lesmonte.
El cristianismo toma de Oriente, o mejor del Tercer Mundo, el monote¨ªsmo ardoroso, para luchar contra el polite¨ªsmo de Roma. Y toma de Grecia el fondo pagado, coyuntural, que siempre pone una diosa junto a un Dios. Por eso era necesaria la Virgen. El hombre se dijo:
-No es bueno que Dios est¨¦ solo.
Pero el monote¨ªsmo necesita del polite¨ªsmo, necesita de los dioses oferentes, clementes, incosecuentes, porque muchas son sus necesidades e inseguridades, y as¨ª es como la generaci¨®n de V¨ªrgenes en serie se corresponde con la aglomeraci¨®n del santoral, lleno de peque?os dioses con peque?as virtudes dom¨¦sticas o, locales. El espa?ol es el ¨²ltimo europeo que venera indefinidamente, irracionalmente, a su madre (lo veremos en otra entrega), y por eso necesita trasponerla a una imagen divina. O por eso le es tan f¨¢cil asimilar una divinidad hembra: porque est¨¢ pensando en mam¨¢. Dentro del hist¨®rico e inevitable marianismo espa?ol, tan cantado y, decantado por diversos Papas, uno prefiere, como queda insinuado, las V¨ªrgenes de la bra?a, las V¨ªrgenes montaraces, ocasionales, que est¨¢n entre la diosa y el ovni, como aqu¨¦lla de Garabandal, Santander, a las V¨ªrgenes de la metr¨®poli -Madrid, Sevilla, etc-, que son como las alcaldesas perpetuas de una gran comunidad que las enjoya.y las aragoniza. Me parece que nuestra Iglesia cometi¨® grave error desautorizando las apariciones de Garabandal, hace a?os, porque aquello ten¨ªa mucho arraigo popular y era, sobre todo, la secularizaci¨®n voluntaria de la Virgen, su esfuerzo por librarse de advocaciones burguesas con grandes cofrad¨ªas de prestamistas, militares retirados y nobles de la localidad. La Iglesia tendr¨ªa que volver a empezar por abajo, todos lo sabemos, y la Virgen, con intuici¨®n femenina, est¨¢ siendo la adelantada de esto, en El Escorial, en el Palmar, en Espa?a.
El espa?ol es un pueblo de pensamiento concreto, y por eso entiende muy bien a la Virgen, cuya celestialidad se origina en un hecho fisiol¨®gico que la define por antonomasia y le da nombre, por encima del suyo de Mar¨ªa: Mar¨ªa, es virgen, es la Virgen. La Virgen es el gran icono nacional en cuanto que representa el ideal amoroso de los adultos y el modelo a proponer a los j¨®venes, y sobre todo a las j¨®venes: la virginidad. Mientras Cristo ofrece abstracciones hist¨®ricas, como todos los revolucionarios, la Virgen ofrece una pauta dom¨¦stica, familiar, humilde, cotidiana, vecinal, un modelo que halaga nuestro machismo: la virginidad. Eso aqu¨ª se entiende muy bien y de ah¨ª que cada pueblo de Espa?a tenga su Virgen y patrona, desde los intelectuales catalanes agrupados bajo la sombra breve de la Moreneta montserratina hasta los, labrantines mesetarios o los rocieros andaluces, y termino citando a Mara?¨®n y Bertr¨¢n de Lis: "Los almonte?os asaltan la ermita para sacar a la Virgen del Roc¨ªo en procesi¨®n. Es un espect¨¢culo de fuerza salvaje. ( ... ) Queda, como despu¨¦s del encuentro amoroso, un cierto poso de nostalgia y sosegada plenitud".
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