Los musulmanes libaneses llegan a un nuevo acuerdo para la paz en Beirut Oeste
Los dirigentes musulmanes libaneses concluyeron en la tarde de ayer un nuevo acuerdo de paz, por el que conf¨ªan la seguridad de Beirut Oeste y de los accesos a los campos de refugiados palestinos a "las fuerzas regulares libanesas". El acuerdo estipula adem¨¢s "la retirada de todas las milicias", junto al "rechazo del principio de la autoseguridad y de las declaraciones que piden la vuelta de las milicias palestinas" [a los campos]. El primer ministro liban¨¦s, Rachid Karame, dirigir¨¢ esas "fuerzas regulares", cuyos integrantes proceder¨¢n del Ej¨¦rcito liban¨¦s.
La misma fuerza de paz "regular¨¢ el paso de milicianos hacia las l¨ªneas de demarcaci¨®n, y mantendr¨¢ el orden en las v¨ªas de paso entre los dos sectores de la capital, as¨ª como a lo largo de la carretera del aeropuerto".Damasco sigue siendo el lugar de peregrinaci¨®n de los l¨ªderes musulmanes libaneses que intentan encontrar una soluci¨®n a la guerra de los campos tras el fracaso de la espectacular iniciativa de mediaci¨®n iran¨ª de esta semana. Apostando por su influencia en el seno del movimiento shi¨ª Amal y sus buenas relaciones con todas las tendencias palestinas, Ir¨¢n promovi¨® el mi¨¦rcoles un acuerdo de alto el fuego, que en los dos d¨ªas siguientes ya no respetaba ninguno de los contendientes.
El acuerdo de alto el fuego fue firmado en la Embajada iran¨ª en Beirut por representantes de Amal, del Hezbollah (Partido de Dios, un movimiento confesional shi¨ª) y por el pro sirio Frente de Salvaci¨®n Nacional Palestino. Su padrino era el viceministro jomeinista de Asuntos Exteriores, Mohamed Al¨ª Bisharati, llegado para la ocasi¨®n desde la capital iran¨ª. Pero el alto el fuego s¨®lo dur¨® el tiempo preciso para que ambulancias de la Organizaci¨®n Isl¨¢mica de la Salud, rama m¨¦dica de Hezbollah, evacuaran del campo de Burj el Barajne y trasladaran a un hospital beirut¨ª a seis heridos, dos mujeres embarazadas y tres ni?os.
El fracaso del intento iran¨ª por detener esta segunda edici¨®n de la guerra de los campos, comenzada el pasado d¨ªa 19 de mayo, parece indicar una vez m¨¢s que el odio entre los shi¨ªes libaneses y los palestinos es casi insuperable, al tiempo que recuerda que hasta ahora ning¨²n compromiso alcanzado en este conflicto sin la participaci¨®n de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina ha sido efectivo. En el interior de los campos, los partidarios de Arafat y de Damasco luchan codo a codo, mal que le pese a Siria.
El pasado mi¨¦rcoles, las ambulancias entraron en Burj el Barajne bajo la direcci¨®n del viceministro iran¨ª y con dos m¨¦dicos de esa nacionalidad. El posterior testimonio de los iran¨ªes fue estremecedor. Seg¨²n contaron, los evacuados se resist¨ªan a dejar el campo por temor a ser asesinados por Amal, y otros 40 heridos m¨¢s no se dejaron convencer por las garant¨ªas de los iran¨ªes. El hospital, relataron los iran¨ªes, carece de suero, sedantes y agua potable.
Tras la operaci¨®n, el viceministro Bisharati dej¨® Beirut, proclamando el ¨¦xito de su misi¨®n de paz, y Siria se apresur¨® a recuperar su papel hegem¨®nico en el conflicto. Todos los l¨ªderes musulmanes libaneses fueron convocados a Damasco, donde ayer llegaron a su acuerdo. Pero Amal desconfiaba de antemano de la soluci¨®n alcanzada, porque tem¨ªa que la OLP act¨²e a trav¨¦s de los palestinos prosirios.
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