Los nuevos pasos del nacionalismo

HABITUALMENTE, LOS partidos nacionalistas reservan sus mejores energ¨ªas y sus m¨¢s acabadas propuestas para las elecciones auton¨®micas. Con todo, la ley de la oferta y la demanda electoral obliga a no abandonar espacios pol¨ªticos a rivales no nacionalistas, a quienes saben mejor situados para la competici¨®n gracias al eco que sus l¨ªderes alcanzan en campa?a, especialmente a trav¨¦s de la televisi¨®n. As¨ª, los nacionalistas no renuncian a enumerar toda una serie de objetivos gen¨¦ricos de alcance nacional, aunque no detallen, salvo excepciones, las medidas concretas para alcanzarlos.Consolidado ya en lo fundamental el r¨¦gimen auton¨®mico, los nacionalistas no pueden seguir reduciendo su mensaje a la reivindicaci¨®n gen¨¦rica del autogobierno o a la impugnaci¨®n del centralismo en abstracto, especialmente en Euskadi y Catalu?a, donde llevan a?os en el poder. De ah¨ª que, aunque se mantenga parcialmente el lenguaje ¨¦pico tradicional (desde la bota de Madrid al no nos mover¨¢n), las proclamas se enriquezcan con contenidos m¨¢s complejos, en relaci¨®n tanto a los problemas generales de la pol¨ªtica espa?ola como al nuevo marco europeo.

La operaci¨®n Roca corresponde a esa necesidad de los nacionalistas de dotarse de un escenario m¨¢s amplio en el que inscribir su oferta. Todav¨ªa, sin embargo, la impronta nacionalista se refleja no s¨®lo en el lenguaje, sino tambi¨¦n en las prioridades. As¨ª, los programas de Converg¨¨ncia i Uni¨®, por una parte, y el Partido Reformista Democr¨¢tico, por otra, coinciden en su orientaci¨®n y en propuestas. Difieren, no obstante, en que mientras para el partido de Pujol lo prioritario es el desarrollo y perfeccionamiento del dise?o auton¨®mico del Estado, incluyendo la eliminaci¨®n de los restos de la administraci¨®n perif¨¦rica y, en primer lugar, de los gobiernos civiles, para el PRD lo m¨¢s importante y urgente es liberalizar la econom¨ªa para crear empleo.

Por su parte, al presentar en Madrid la candidatura del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Arzalluz declar¨® que su intenci¨®n era "demostrar la falsedad de que el nacionalismo no tiene alternativas v¨¢lidas para una pol¨ªtica de Estado". La principal novedad del programa del PNV reside en el ¨¦nfasis puesto en las nuevas condiciones derivadas de la incorporaci¨®n de Espa?a a la Comunidad Europea (CE). Este programa reclama compensaciones por los desequilibrios derivados de la integraci¨®n en sectores como el siderometal¨²rgico o el pesquero, de gran incidencia en Euskadi, pero tambi¨¦n la creaci¨®n de instancias informativas en el Parlamento, la desaparici¨®n del veto al acceso de las comunidades aut¨®nomas a las direcciones generales de la CEE y, sobre todo, la creaci¨®n de cauces de participaci¨®n directa de las autonom¨ªas en los comit¨¦s sectoriales de Bruselas.

Sobre la financiaci¨®n auton¨®mica, Converg¨¨ncia i Uni¨® reclama, al igual que la Coalici¨®n Galega, un modelo que respete la autonom¨ªa de gasto de la comunidad; Esquerra Republicana propugna la inmediata adopci¨®n de medidas provisionales orientadas a la implantaci¨®n de un sistema de conciertos econ¨®micos similar al del Pa¨ªs Vasco y Navarra. Este partido hace una larga lista de reivindicaciones, pero en ella no se contiene menci¨®n directa alguna al derecho de autodeterminaci¨®n. El mismo, en el programa de Euskadiko Ezkerra, ha sido sustituido por un planteamiento orientado "hacia el horizonte de un Estado federal" en el que se reconozca el derecho de cada comunidad a plantearse "los ritmos y formas de su propio desarrollo". El PSG-Esquerda Galega propone "la profundizaci¨®n de la autonom¨ªa pol¨ªtica para llegar a una confederaci¨®n".

Herri Batasuna sigue centrando su oferta en la alternativa KAS y se compromete a luchar por crear una situaci¨®n pol¨ªtica que haga posible la negociaci¨®n en torno a esa plataforma entre "los que pueden solucionar el problema de la violencia", es decir, ETA y el Estado. El Bloque Nacionalista Galego propone la reforma constitucional en todo lo que se oponga al efectivo reconocimiento del derecho de las nacionalidades a la autodeterminaci¨®n.

En su conjunto, y frente a quienes sostienen que para los nacionalistas parece que no pasa el tiempo, sus programas electorales indican una evoluci¨®n hacia la aceptaci¨®n de la dimensi¨®n estatal -y europea, en su caso- de muchos de los problemas que afectan a sus votantes. Ello favorece, sin duda alguna, la racionalizaci¨®n de los problemas del nacionalismo que desenvuelve hoy sus diferentes estrategias en estos tres principales puntos: la creaci¨®n de una alternativa centrista, el impulso del federalismo y la reforma de la Constituci¨®n.