Reagan refuerza la tendencia conservadora en el Tribunal Supremo al designar su nuevo presidente

Ronald Reagan anunci¨® ayer por sorpresa el nombramiento del juez conservador William Rehnquist, de 61 a?os, como nuevo presidente del Tribunal Supremo, en sustituci¨®n de Warren Burger, que despu¨¦s de 17 a?os al frente del alto tribunal ha presentado la renuncia al cargo. La designaci¨®n de Rehnquist, que ya era uno de los nueve jueces vitalicios del Supremo, refuerza la tendencia conservadora de la instituci¨®n y abre la posibilidad de que el tribunal llegue a pronunciarse, como desear¨ªan esta Administraci¨®n y las fuerzas conservadoras que ayudaron a elegir a Reagan, en contra de la legalizaci¨®n del aborto. El Supremo sancion¨® la constitucionalidad del derecho de las mujeres a abortar mediante una sentencia hist¨®rica (Roe contra Wade) dictada en 1973.

En aquella ocasi¨®n, los jueces se pronunciaron (siete contra dos) a favor del derecho al aborto, y el juez William Rehnquist fue uno de los dos que firm¨® su opini¨®n en contra.El pasado mi¨¦rcoles, el Tribunal Supremo volvi¨® a reafirmar el derecho al aborto, pero en una apretada votaci¨®n (siete contra cuatro) en la que William Rehnquist -pero tambi¨¦n el presidente Warren Burger, alterando su voto positivo de 1973- se aline¨® con los antiabortistas.

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, subray¨® ayer el "poder intelectual y la lucidez de las opiniones" de Rehnquist, considerado el l¨ªder del ala conservadora del tribunal. Reagan anunci¨® tambi¨¦n que su hueco, ser¨¢ ocupado por el juez del Tribunal de Apelaciones de Washington, Antonin Scalia, un cat¨®lico de 50 a?os que personalmente se opone al aborto. Los dos nombramientos deber¨¢n ser ratificados ahora por el Senado.

Los primeros comentarios se?alan que la decisi¨®n es un paso m¨¢s en el objetivo de Reagan de obtener una mayor¨ªa conservadora en el Supremo.

En su carta de dimisi¨®n, Warren Burger, un conservador de 78 a?os de edad, justific¨® su decisi¨®n de renunciar por la necesidad de dedicar toda su atenci¨®n a su cargo de presidente de la comisi¨®n que prepara la celebraci¨®n del bicentenario de la Constituci¨®n de Estados Unidos.

Burger, que normalmente se niega a aparecer en televisi¨®n, tuvo que comparecer -junto con el presidente y su sucesor en el cargo- ante los periodistas acreditados en la Casa Blanca, afirmando no estar cansado ni mal de salud.

Normalmente s¨®lo los problemas de salud o la muerte acaban con el cargo de presidente del Tribunal Supremo, clave en EE UU por su capacidad pr¨¢ctica de hacer derecho, aunque en teor¨ªa s¨®lo deban aplicar las leyes.

Burger, considerado fundamentalmente un pragm¨¢tico, sucedi¨® en el Supremo a Earl Warren, que presidi¨® una etapa plagada de decisiones judiciales de tendencia progresista o liberal.

Sin embargo, durante su mandato, el tribunal sancion¨® la constitucionalidad del derecho al aborto, se declar¨® inconstitucional la discriminaci¨®n sexual y se sancion¨® el busing (el sistema de transporte escolar que permiti¨® forzar la integridad racial en las escuelas p¨²blicas). Y lo que es m¨¢s importante, Burger, nombrado por Richard Nixon, orden¨® al presidente, en pleno esc¨¢ndalo Watergate, que entregara las cintas magnetof¨®nicas al fiscal especial del caso.

Burger tambi¨¦n autoriz¨® la publicaci¨®n por la Prensa de los informes del Pent¨¢gono que denunciaban el papel de la Administraci¨®n en la guerra de Vietnam.

El segundo mandato

Con la reelecci¨®n de Reagan para un segundo mandato, los sectores m¨¢s ultraderechistas, sobre todo los integristas de la llamada mayor¨ªa moral, se frotaron las manos pensando en la posibilidad de que, a trav¨¦s del presidente, podr¨ªan dominar con jueces muy conservadores la composici¨®n del Tribunal Supremo.El presidente norteamericano hasta ahora s¨®lo ha tenido la oportunidad de nombrar a un juez del m¨¢ximo tribunal de justicia, eligiendo, por primera vez en la historia, a una mujer, Sandra O'Connor, conservadora y que vota en contra del aborto.

Un Supremo con una clara tendencia derechista puede empujar la agenda conservadora de Reagan en los asuntos morales y sociales. Su influencia puede ser decisiva en temas como el restablecimiento de la oraci¨®n organizada en las escuelas p¨²blicas, declarada, inconstitucional por una decisi¨®n del Supremo en 1962, o en cuestion.es relativas a la acci¨®n afirmativa, el sistema para compensar la discriminaci¨®n contra las minor¨ªas.