La izquierda no socialista
CUATRO A?OS despu¨¦s del descalabro electoral .de 1982, en que el PCE perdi¨® 19 de los 23 esca?os que lleg¨® ¨¢ tener en la legislatura anterior, las opciones con vocaci¨®n de ocupar el espacio dejado a su izquierda por la socialdemocracia se presentan bajo dos etiqlietas concurrentes. Siguiendo una tradici¨®n cl¨¢sica en las filas de la oposici¨®n al franquismo, la utilizaci¨®n en las siglas de expresiones relativas a la unidad sirven para denotar la existencia de su contrario: la divisi¨®n. Pues desde la divisi¨®n y la enemistad se disputan un mismo espacio electoral y pol¨ªtico Unidad Comunista (UC) e Izquierda Unida (IU).Esa disputa se plantea entre im¨¢genes m¨¢s que entre programas, y las diferencias que cabr¨ªa establecer entre las propuestas de unos y otros s¨®lo tienen significaci¨®n desde la perspectiva de resaltar la diferenciaci¨®n gr¨¢fica, no la ideol¨®gica. En los carteles de UC, Carrillo aparece solo, como cuando se levantaba de su esca?o para interpelar socarronamente al Gobierno de turrio. IU prefiere los grupos, el abigarramiento. Si cada vez m¨¢s la batalla' electoral tiende a plantearse/ como una contienda entre carteles, el medio es, en este caso, m¨¢s que nunca, todo el mensaje.
De ah¨ª que sea tan f¨¢cil distinguir la oferta de Carrillo, por una parte, de la de Iglesias, Tamames y lo dem¨¢s, por otra; pero a la vez tan dif¨ªcil diferenciar lo que ofrece UC de lo que propone IU, en cuanto agrupaciones pol¨ªticas. Ambas candidaturas defienden una pol¨ªtica exterior de neutralidad activa, el desmantelamiento de las bases norteamericanas, la reducci¨®n de los gastos de defensa, nacionalizaciones, potenciaci¨®n de la sanidad y la ense?anza p¨²blicas, mayor atenci¨®n a la investigaci¨®n, f¨®rmulas keynesianas contra el paro, con mayor participacion sindical en la planificaci¨®n econ¨®mica, la derogaci¨®n de la ley antiterrorista.
Hay un mayor acento ecol¨®gico en Izquierda Unida, y en cambio en Unidad Comunista es perceptible quiz¨¢ mayor pasi¨®n internacionalista, una superior reticencia a las inversiones en tecnolog¨ªa militar, y, mayores referencias a los pa¨ªses del Este. Pero sin embargo los partidos prosovi¨¦ticos no est¨¢n con Carrillo, sino contra ¨¦l, y con Iglesias.
Ya en plena campa?a, Carrillo, especialista en giros destinados a desconcertar al enemigo, ha sorprendido al personal con una actitud de moderaci¨®n y aun condescendencia para con el Gobierno socialista. El inventor de la tenaza contra el PSOE en los inicios de la transici¨®n ha explicado que su proyecto a largo plazo de unidad de la izquierda (es decir, de Izquierda Unida genuina) pasa por el encuentro en un programa com¨²n.de actuaci¨®n entre el cortejo -y la tradici¨®n- comunista, y el cortejo -y la tradici¨®n- socialdem¨®crata.
En los rasgos de las dos opciones de izquierda que se ofrecen parecen reflejarse los caracteres de un movimiento voluntarista, y acaso testimonial, que se ha visto centrifugado del escenario pol¨ªtico en los ¨²ltimois tiempos. La crisis econ¨®mica e ideol¨®gica de los ¨²ltimos 15 a?os, con la p¨¦jrdida de los para¨ªsos comunistas y el deterioro del an¨¢lisis marxista, ha disminuido la fuerza de los programas asociados a ellos. Lo que se conoce como "desertizaci¨®n de la sociedad", pragmatismo y desideologizaci¨®n creciente de la masa social ha restado poder a las program¨¢ticas de trasformaci¨®n m¨¢s radical y ha ensanchado, en cambio, como es tambi¨¦n visible en Espa?a, el espacio de una oferta pol¨ªtica de alcance reformista. Tanto el estrecho margen que permite el marco de dependencia internacional como el escaso aventurerismo al que es proclive una dilatada clase media, convertida en el principal cliente electoral, ha hecho minoritarias las respuestas a postulados m¨¢s radicales.
En Espa?a, lo que constitu¨ªa hace a?os la izquierda, o .ha sido en gran parte metabolizada por la socialdemocracia que es el PSOE , o le ha encastillado en planteamientos nost¨¢lgicos. En este ¨²ltimo caso, las luchas personalistas le han ocupado el tiempo que habr¨ªa necesitado para emprender una discusi¨®n cr¨ªtica que la condujera a una r¨¦modelaci¨®n te¨®rica y pr¨¢ctica. Apremiados por las elecciones, los dos grupos a la izquierda del PSOE que concurren y exhiben sus carteles dan directamente el diagn¨®stico de su desconcierto.
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