Un apoyo para Manuel Fraga
El desarrollo de los acontecimientos en el seno de Coalici¨®n Popular confiere un inusitado inter¨¦s a la reuni¨®n que el pr¨®ximo jueves mantendr¨¢n, en el curso de un almuerzo, los tres cabezas de fila de CP (Coalici¨®n Popular), Manuel Fraga, ?scar Alzaga y Jos¨¦ Antonio Segurado, presidentes de AP (Alianza Popular), del PDP (Partido Dem¨®crata Popular) y del PL (Partido Liberal), respectivamente. Las posiciones adoptadas en los ¨²ltimos d¨ªas por los, dirigentes del PDP en general y por Alzaga en particular han agravado el distanciamiento personal entre ¨¦ste y el presidente de la coalici¨®n, Manuel Fraga, mientras Segurado ha procurado mantenerse en un discreto segundo plano, aunque ratificando que el PL "cumplir¨¢ estrictamente los pactos" de CP.Sin embargo, en estos momentos de tensi¨®n evidente entre el PDP y AP, Fraga sabe que cuenta con Segurado, cuyo partido depende, en gran medida, del apoyo de los aliancistas y carece de la m¨ªnima infraestructura necesaria para volar solo. "El PL es un invento en 40 de las 50 provincias espa?olas", coment¨® recientemente un dirigente de AP, para evidenciar hasta qu¨¦ punto el partido de Segurado -que afirma contar con 5.212 afiliados- se ha visto beneficiado por su pertenencia a la Coalici¨®n Popular, algo que le ha reportado 12 diputados y 8 senadores en las pasadas elecciones que llev¨® a Segurado a admitir: "Nos ha tocado la loter¨ªa".
La sede en la que Segurado tiene su cuartel general, en la madrile?a plaza de las Cortes, no es otra que la que antes que ¨¦l usaron los hombres de Uni¨®n Liberal y anteriormente Miguel Herrero de Mi?¨®n, en los tiempos en los que acariciaba la idea de fundar un partido moderado que, asociado con AP, sirviese para centrar la imagen de la formaci¨®n de Fraga.
Malas relaciones
Todo ello lleva a la conclusi¨®n de que resulta muy poco probable que Segurado siga los pasos de Alzaga en su incipiente rebeli¨®n respecto de AP: los hombres del PL, seg¨²n fuentes de este partido re nunciar¨¢n, en caso necesario, a cualquier pretensi¨®n de contar con grupo parlamentario propio y, desde luego, no seguir¨ªan a los democristianos en caso de que ¨¦stos decidiesen dar el paso hacia el grupo parlamentario mixto. Por otro lado, se encuentra el nunca solventado tema de la mala relaci¨®n personal entre Alzaga y Segurado. Uno y otro tienen personalidades aparentemente incompatibles y discrepancias de talante pol¨ªtico m¨¢s que evidentes. Segurado debe, as¨ª, convertirse, en este contexto, en el principal apoyo de Fraga -cuyo liderazgo siempre ha admitido expl¨ªcitamente- cuando soplan vientos de crisis para CP. M¨¢xime cuando ahora el presidente del PL deber¨¢, a su vez, contar con la ayuda de los contactos internacionales de Fraga para ver cumplidos sus deseos de homologar su partido cerca de la Internacional Liberal (IL). Segurado emprender¨¢ los contactos con la IL el pr¨®ximo oto?o, si bien tendr¨¢ la inicial hostilidad de los m¨¢ximos dirigentes de la Internacional, que, como su presidente, Giovanni Malagodi, han hecho declaraciones p¨²blicas fuertemente cr¨ªticas hacia el PL y de apoyo a los reformistas de Garrigues.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.