Antonio D¨ªaz Miguel: "No se qu¨¦ hacer para que mis jugadores est¨¦n frescos"
"No s¨¦ qu¨¦ hacer para que estos hombres est¨¦n frescos" dice D¨ªaz Miguel, el t¨¦cnico espa?ol, 24 horas despu¨¦s de una derrota que puede hacer fracasar el principal objetivo de la selecci¨®n espa?ola en el Mundial de baloncesto: ganar medalla. D¨ªaz Miguel reconoce que hay jugadores, que no han podido rendir normalmente, se lamenta de las lesiones, defiende la necesidad de seguir a la cabeza de las t¨¢cticas defensivas, pero se queja de que sus jugadores est¨¢n machacados, causa que aporta como principal y casi ¨²nica explicaci¨®n de los errores cometidos. "No les cojo frescos. El ¨²nico que est¨¢ fresco soy yo".
El t¨¦cnico cree que Epi y Mart¨ªn est¨¢n empezando a tomar el manido de la selecci¨®n, que son l¨ªderes, "lo que pasa es que no se significan" y ahora piensa si no tendr¨¢ que realizar menos cambios en los pr¨®ximos encuentros como soluci¨®n a la continua queja de sus jugadores de que no pueden alcanzar un ritmo de juego con pocos minutos en cancha.D¨ªaz Miguel insiste en la importancia de la lesi¨®n de Epi -"si llega a jugar no pasa esto"-, pero no tiene soluciones para los nervios de Villacampa y Mart¨ªn. Cree que De la Cruz empezar¨¢ a jugar m¨¢s, "no hay una raz¨®n especial por la que no haya actuado" y Arcega empezar¨¢ a entrenar como alero en previsi¨®n de que Epi no se recupere.
Sabe que algunos de sus jugadores est¨¢n nerviosos, pero no sabe a ciencia cierta por qu¨¦. As¨ª, el caso de Villacampa lo explica con ciertas dosis de impotencia: "A Villacampa ni siquiera le digo nada porque no quiero responsabilizarle. Simplemente, le saco a jugar y le digo 'juega como sabes' porque estoy convencido de su futuro. Este chico tuvo momentos de exhibici¨®n en el Europeo del a?o pasado. Un compa?ero suyo me dijo que quiz¨¢s se le ha responsabilizado mucho diciendo que iba a ser la estrella de este Mundial. No s¨¦, no s¨¦. Por otra parte, es muy sensible. En fin, alg¨²n d¨ªa tendr¨¢ que estallar".
Otro jugador nervioso es Fernando Mart¨ªn: "Est¨¢ nervioso porque est¨¢ haciendo un gran esfuerzo. Lleva un mes sin entrenar. Tiene un car¨¢cter dificil pero es un t¨ªo que se parte los huevos. Me dice que todas. las selecciones han reboteado mucho, como para disculparse, pero yo le digo que ninguna de ellas tiene un Fernando Mart¨ªn. Con ¨¦l, quiz¨¢s, hay que tener un poco de mano izquierda. Ayer me dijo que necesita un minuto para calentar antes de salir. No s¨¦, me ha dado la sensaci¨®n de que ¨¦l ha ido a otro ritmo que sus compa?eros".
La ausencia de De la Cruz
El tercer caso personal es el de De la Cruz, un jugador que no ha saltado ni un minuto a la cancha en los dos ¨²ltimos encuentros. Ha existido, la sensaci¨®n de que D¨ªaz Miguel, ante tanto cambio, se olvid¨® de ¨¦l, lo que llega a reconocer el t¨¦cnico: "Es posible. No hay una raz¨®n especial por la que no haya jugado. No he perdido la confianza en ¨¦l como pas¨®, en un momento, en los Juegos Ol¨ªmpicos. Y se lo he dicho. Quiz¨¢ no le saqu¨¦ porque Arcega hab¨ªa jugado bien de pivot en los entrenamientos. No s¨¦. Creo que ahora va a jugar m¨¢s".
Otra de las cuestiones latentes es la de los tres bases, que no parecen sentirse con la confianza plena del t¨¦cnico, que siguen pensando que a Corbal¨¢n se le dejaba mandar en la cancha y a ellos no. "No dudo de ellos. Lo que pasa es que el base es el que trabaja m¨¢s. Les dejo mandar exactamente igual que a Corbal¨¢n. Soloz¨¢bal, por ejemplo, estaba jugando bien hasta llegar aqu¨ª. Si doy minutos a uno, los otros dos se pueden quejar". Ante la posibilidad de eludir ese problema llevando a dos bases y no a tres, contesta: "Y si se me lesiona uno, qui¨¦n sube la pelota si el que queda se carga de personales".
El comportamiento del banquillo ha sido objeto de alguna cr¨ªtica por su aspecto desmotivado ante situaciones dif¨ªciles, en consonancia con el de otros equipos, en los que entre quienes act¨²an y quienes descansan existe una continua comunicaci¨®n, un intercambio de ¨¢nimos. "No me fijo en el banquillo. Me fijo en el partido. Pero lo que si s¨¦ es que los jugadores sufren y sufren mucho. Llega un momento en que se ve tal c¨²mulo de dificultades que el jugador sufre interiormente. Est¨¢ sentado y le gustar¨ªa jugar., Es cierto que tambi¨¦n busca una autodefensa consigo mismo, pero sinceramente yo creo que el equipo est¨¢ muy unido. Lo malo es que se empieza a perder y ah¨ª no se puede poner buena cara".
No fall¨® la defensa
El seleccionador prepara, con dos d¨ªas de descanso, la fase semifinal. Es consciente de que un sistema de competici¨®n dise?ado para llevar f¨¢cilmente a la selecci¨®n espa?ola hasta las semifinales se ha tornado m¨¢s dificil que otro cualquiera. De alguna forma han ca¨ªdo en su propia trampa y ahora todo pasa por ganar a la selecci¨®n sovi¨¦tica el proximo lunes o por esperar que Brasil tenga alg¨²n tropiezo inesperado.
Pero D¨ªaz Miguel rechaza que, ante la obligaci¨®n de ir a por medalla en el Mundial, hubiera tenido, que ser m¨¢s conservador a la hora de elegir las t¨¢cticas adecuadas para hacer rendir a sus jugadores. "No lo creo. Siempre hay que ir por delante. Y la ¨²nica forma de estar ah¨ª ante los mastodontes que ponen la URSS, Italia o Yugoslavia es una defensa fuerte. Por s¨ª acaso, ten¨ªa otra defensa, una de zona, preparada para una emergencia, pero, claro, la emple¨¦ el otro d¨ªa ante Grecia y nos machacaron. Con doce jugadores creo que la puedo hacer. Pero el problema no ha sido la defensa sino el ataque. No nos podemos retrasar en lo que es el verdadero baloncesto moderno".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.