Nunca debimos cruzar el Misisip¨ª
Target era uno de los t¨ªtulos seleccionados para la Setniana Internacional de Cinerna de Barcelona, pero fue retirado a ¨²ltima hora. Seg¨²n se nos explic¨®, la empresa distribuidora de la pel¨ªcula tem¨ªa una mala acogida por parte de la cr¨ªtica, sobre todo despu¨¦s de unas proyecciones con car¨¢cter de prueba, de las que no salieron muy satisfechos. Ahora llega el momento del estreno, comercial, y el filme saldr¨¢ beneficiado de este llegar directamente al p¨²blico sin excesivas mediaciones.Lo cierto es que para los seguidores de Arthur Penn, Target es un tropiezo, un producto despersonalizado y tramposo en el que no es posible encontrar rastros de su talento pol¨¦mico; pero ante los ojos de un espectador menos informado, Target es una discreta cinta de espionaje. Al margen del nombre de subdirector, es una pel¨ªcula mediocre.
Target
Director: Arthur Penn. Int¨¦rpretes: Gene Hackman, Matt Dillon, Gayle Hunnicutt, Victoria Fyodorova, Joseph Sommer, Herbert Berghof. Gui¨®n: Howard Berk, Don Petersen, Ronald Bass. Argumento: Leonard Stern. M¨²sica: Michael Small. Fotograf¨ªa: Jean Tournier. Estadounidense, 1986. Estreno: cine Capitol.
Los primeros 20 minutos son relativamente convincentes. Luego, cuando Hackman y Dillon se embarcan para Europa, Penn pierde el control del filme y ya s¨®lo lo recupera espor¨¢dicamente, como en esa aparici¨®n de Hackman en la Embajada estadounidense.
El gui¨®n es malo, con mucho gran gui?ol camuflado de tortuoso mundo del espionaje y dinamitada la credibilidad por errores de verosimilitud que este tipo de filmes no puede cometer. As¨ª, las autopistas o grandes carreteras que unen Par¨ªs y Hamburgo se convierten en fangosos caminos vecinales; los aeropuertos franceses o alemanes, en lugares ca¨®ticos donde los transe¨²ntes se pierden y los tiroteos no reclaman la atenci¨®n de la polic¨ªa, etc¨¦tera.
Una CIA antidivorcista
Target est¨¢ rodada por alguien que no conoce Europa, que equivoca las localizaciones y nos ofrece unos interiores de pesadilla, que cree que todas las enfermeras alemanas de m¨¢s de 60 a?os hablan como celadoras de Auschwitz y todos los tiradores de elite tienen las facciones angulosas.El t¨®pico corroe toda la trama policiaca y deja descarnada la historia de la relaci¨®n entre padre e hijo, la sorpresa de ¨¦ste cuando descubre que aqu¨¦l, lejos de ser un honrado y tranquilo comerciante al que es l¨ªcito detestar, es un agente secreto, con un amor en cada puerto y gran talento como conductor, alguien que vive peligrosamente y resulta atractivo.
De eso trata el filme: de lo ¨²til que resulta ingresar en la CIA si se quiere salvar un matrimonio a punto de zozobrar en el mar del tedio. Hasta ahora sab¨ªamos de: la televisi¨®n, del rosario, del alcohol, de los hijos e incluso del asesinato como elementos capaces de mantener unida una familia. Target propone a la CIA como el mejor cemento antidivorcista.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.