Yusef Bitar
Experto en explosivos, ha desactivado 217 coches bomba en L¨ªbano
En un pa¨ªs destrozado por las bombas, Yusef Bitar, un soldado fornido de 61 a?os, sabe m¨¢s de explosivos que nadie, y tiene las suficientes cicatrices como para probarlo. El hombre, que ha perdido parte de tres dedos en su trabajo y cojea de un pie, ha visto la muerte de frente en muchas ocasiones, al ser el mejor experto de L¨ªbano en desactivaci¨®n de artefactos explosivos. Sus nervios firmes han salvado cientos de vidas durante los 11 a?os de guerra civil y por su valor se ha hecho merecedor de varias medallas.
Hace poco le fue concedida por el presidente Am¨ªn Gemayel la Distinguida Orden Nacional del Cedro, una de las m¨¢ximas condecoraciones libanesas. Junto a ella, le fue entregado un pliego con mensajes de felicitaci¨®n y agradecimiento escritos a mano por oficiales cristianos y musulmanes. Algo realmente destaca ble en un pa¨ªs con profundas divi sienes religiosas y pol¨ªticas.Sin embargo, no parece serlo tanto para ¨¦l, que declara orgulloso: "Primero soy liban¨¦s, despu¨¦s cristiano y cat¨®lico". Bitar es bienvenido tanto en el distrito cristiano al Este de Beirut como en el sector occidental musulm¨¢n. El Ej¨¦rcito, los servicios internos de seguridad y las milicias rivales se apresuran a ayudarle para que llegue cuanto antes al lugar donde encuentran un coche sospechoso u otros objetos letales.
Asegura que ha desactivado 217 coches bomba y al menos otros 1.615 artefactos explosivos Todo ello por un salario de unas 30.000 pesetas al mes, adem¨¢s de gasolina gratis. Aunque lo que verdaderamente le satisface es el desaf¨ªo que su actuaci¨®n supone: "Cuando desactivo una bomba se me alegra el coraz¨®n", afirma, "y cuando una bomba estalla me siento como si lo hubiera hecho en mi propia casa".
Este padre de seis hijos, que se jubil¨® a los 55 a?os y que inmediatamente volvi¨® a ser llamado por el Ej¨¦rcito, ha pagado un precio alto por desafiar a la muerte: ha perdido parte de un dedo de la mano derecha y parte de otros dos de la izquierda. El pie derecho tambi¨¦n lo tiene lleno de cicatrices y deformado. Uno de los dedos accidentados le vol¨® al correr hacia una comisar¨ªa e intentar detener a un polic¨ªa que manipulaba el detonador de un paquete explosivo. Otras heridas se remontan a hace cuatro a?os, cuando pis¨® una mina mientras limpiaba un campo minado en unas monta?as cerca de Beirut. "Estuve en la cl¨ªnica durante dos meses y cinco d¨ªas", indica, "el per¨ªodo m¨¢s largo que he estado hospitalizado".
Antes de que L¨ªbano obtuviera su independencia, en 1943, Bitar sirvi¨® con las Fuerzas Especiales Francesas, con las Fuerzas de la Francia Libre y con la Legi¨®n Extranjera. Viaj¨® por Egipto y trabaj¨® en el puerto de Tol¨®n volando unidades navales que yac¨ªan en el fondo del mar. Despu¨¦s fue a Bourges, en Francia, donde recibi¨® entrenamiento adicional con explosivos. Tambi¨¦n sirvi¨® con las tropas estadounidenses y brit¨¢nicas durante la II Guerra Mundial. En 1946, Bitar se incorpor¨® a la secci¨®n de explosivos del Ej¨¦rcito liban¨¦s, donde ha alcanzado el grado de sargento mayor.
Si se le pregunta qu¨¦ piensa su familia de su carrera, Bitar sonr¨ªe: "Al principio estaban nerviosos. Ahora me ayudan recibiendo las llamadas y pas¨¢ndomelas". Mientras tanto, Bitar entrena a su hijo Ibrahim, de 24 a?os, para que en el futuro pueda sustituirlo en su dif¨ªcil profesi¨®n.
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