Los pa¨ªses, radicales imponen sus criterios sobre Sur¨¢frica en la 'cumbre' de la OUA de Addis Abeba
La 221 cumbre de. jefes? de Estado de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA) concluy¨® anoche en Addis Abeba, la capital et¨ªope, haciendo suyas las 37 resoluciones del Consejo de Ministros previo, entre las que destaca una denuncia sobre la "cooperaci¨®n en el ¨¢mbito econ¨®mico, militar y nuclear del Reino Unido, Estados Unidos, Rep¨²blica Federal de Alemania, Francia e Israel con el r¨¦gimen racista de Pretorio. La cumbre, pues, ha constituido un triunfo de las posturas mantenidas por los pa¨ªses m¨¢s radicales, frente a los que buscaban v¨ªas de negociaci¨®n.
Los l¨ªderes africanos condenaron (le forma particular la intransigente negativa. norteamericana y brit¨¢nica a sumarse a las sanciones obligatorias y globales contra Sur¨¢frica e hicieron un llamamiento al Congreso de Estados Unidos para que corrija a la Administraci¨®n de Ronald Reagan, con el fin de evitar "un ba?o de sangre".La terminolog¨ªa de esta cumbre, a juicio de diferentes fuentes consultadas, supone el triunfo de los pa¨ªses radicales, especialmente la de los llamados de la l¨ªnea de frente (Mozambique, Tanzania, Zimbabue, Zarribia, Botsuana, Lesoto y Angola) y de quienes les apoyan, como es el caso de Nigeria y Etiop¨ªa, pa¨ªs anfitri¨®n de este encuentro. En ning¨²n momento los asistentes a la cumbre trataron las entrevistas mantenidas en los ¨²ltimos d¨ªas por el l¨ªder surafricano, Pieter Botha, con el secretario del Foreign Office brit¨¢nico, Geofrey Howe. Ni siquiera el fracaso de la misi¨®n negociadora de Howe fue motivo de inter¨¦s.
Los l¨ªderes africanos asumieron tambi¨¦n una resoluci¨®n condenatoria del discurso pronunciado el pasado d¨ªa 22 por el pre:sidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, sobre Sur¨¢frica, que consideran "una apolog¨ªa del sisterna inhumano del apartheid". En este sentido, aseguran que el. mensaje del jefe de la Casa Blanca representa "una asistencia al racismo que la mayor¨ªa del pueblo norteamericano ha rechazado".
En relaci¨®n, con el apartheid, considerado el ¨²nico terna candente en esta cumbre -es la primera vez que adquiere tal relevancia-, fueron aprobadas tres resoluciones: la condenatoria del discurso de Reagan; una segunda particularmente dirigida contra EE UU y el Reino Unido por no secundar y resistirse a aplicar sanciones a Pretoria, y otra referente a la supuesta cooperaci¨®n imilitar, econ¨®mica y nuclear- de los cinco pa¨ªses ya citados con el r¨¦gimen racista que encabeza Bliota. Esta ¨²ltima ha provocado una energica reacci¨®n de protesta de: la Embajada de la Rep¨²blica Fedeiral de Alemania (RFA) en Addis Abeba, que inund¨® ayer de octavillas los salones del ?frica Hall, donde se han venido desarrollando desde el lunes las reuniones de los jefes de Estado africanos.
En estas octavillas, la Embajada de la RFA incluye un peque?o comunicado oficial en el que "deplora la condena de la supuesta cooperaci¨®n militar y nuclear con la Rep¨²blica de ?frica del Sur", y rechaza todas las acusaciones hechas desde el seno de la OUA contra su Gobierno, que considera. "carentes de fundamento".
La 22? cumbre de la OUA, pese a lo monogr¨¢fico de sus sesiones, aprob¨®, sin embargo, a ¨²ltima hora de ayer, una resoluci¨®n condenatoria del bombardeo norteamericano contra las ciudades libias de Tr¨ªpoli y Bengasi, el pasado mes de abril, pero no dedic¨® grandes esfuerzos a temas como la situaci¨®n en el Chad, cuyo presidente Hiss¨¦ne Habr¨¦ no ha viajado a Aildis Abeba, o el conflicto del S¨¢hara occidental, aspecto ¨¦ste que -ante la ausencia del secretario general de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, y del presidente argelino, Chadli Benjedid, ambos por enfermedad- ha pasado este aflo como una. cuesti¨®n menor y carente de trascendencia.
La Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD), cuyo presidente, Mohamed Abdelaziz, ha sido recibido por el presidenlle: et¨ªope, teniente coronel Mengisitu. Haile Mariam, con honores militares de jefe de Estado, ha dejado de ostentar una de las ocho vicepresidencias de la OUA, en la que le sustituye Zaire, aliado de Marruecos que dej¨® de asistir a las sesiones en 1984 por la entrada de los saharauis.
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