EE UU y M¨¦xico acuerdan un plan conjunto para luchar contra la droga
La Administraci¨®n norteamericana anunci¨® ayer un plan acordado con M¨¦xico para luchar contra la droga en la frontera entre los dos pa¨ªses, con inversiones de 266 millones de d¨®lares (35.000 millones de pesetas). El presidente de M¨¦xico, Miguel de la Madrid, rechaz¨® categ¨®ricamente las informaciones de la Prensa norteamericana seg¨²n las cuales M¨¦xico autorizar¨ªa que aviones de la polic¨ªa de aduanas de Estados Unidos entrasen hasta 180 kil¨®metros en territorio mexicano para perseguir a los traficantes de droga.
Ante los invitados a un almuerzo en el Centro Nacional de Prensa de Washington, De la Madrid declar¨®: "Esta informaci¨®n no tiene base alguna. Cada Gobierno debe hacerse cargo de su propio territorio, con sus propios elementos de lucha contra el narcotr¨¢fico, pero de ninguna manera habr¨¢ mezcla o confusi¨®n". El presidente mexicano a?adi¨® que la lucha contra el narcotr¨¢fico se har¨¢ "respetando la soberan¨ªa y el derecho de cada pa¨ªs, con vigilancia de cada uno en su lado".En una conferencia de prensa, el ministro de Justicia norteamericano, Edwin Meese, se?al¨® que "¨¦ste es el mayor programa de lucha antidroga en las fronteras terrestres de Estados Unidos" ya que implica a m¨¢s de 20 departamentos y agencias federales en lo que se llamar¨¢ Operaci¨®n Alianza. Meese agreg¨® que el comando general de la operaci¨®n estar¨¢ en El Paso (Tejas) y abarcar¨¢ este Estado y los de Nuevo M¨¦xico, California y Arizona.
El plan prev¨¦ el env¨ªo de 189 agentes adicionales de aduanas, 100 del servicio interno de impuestos, 120 de la Agencia Antinarc¨®ticos (DEA), 75 de la polic¨ªa federal (FBI) y, 60 fiscales del ¨¢rea fronteriza de Texas hasta San Diego. Adem¨¢s se dar¨ªan m¨¢s atribuciones legales a la patrulla fronteriza de EE UU, que hasta ahora tiene como misi¨®n primordial la captura de inmigrantes ?legales.
Entre los medios previstos en el programa figuran globos de radar para detectar el vuelo de avionetas que puedan transportar droga, cuatro aviones de radar E-2C, seis helic¨®pteros y dos aviones de transporte C-130.
EE UU trat¨® de conseguir que sus aviones pudiesen penetrar en M¨¦xico, cosa que no fue aceptada. M¨¦xico organizar¨¢ una flota propia de aviones que estar¨¢ comunicada con los aparatos norteamericanos y recibir¨¢ informaci¨®n de ellos. Meese dijo que este sistema estar¨¢ a prueba durante alg¨²n tiempo.
Hasta ahora planes de este tipo hab¨ªan contado con la oposici¨®n de M¨¦xico, porque se considera que significar¨ªa un endurecimiento de la situaci¨®n en la frontera, lo que perjudicar¨ªa a muchos miles de mexicanos que buscan ilegalmente trabajo en Estados Unidos. M¨¦xico parte del principio de que el derecho a emigrar de sus ciudadanos no puede ser coartado. La salida de decenas de miles de mexicanos supone una v¨¢lvula de escape para la econom¨ªa mexicana, que no puede dar trabajo a todos los que lo buscan en Estados Unidos, y al mismo tiempo se beneficia de los env¨ªos de divisas de los mojados o espaldas mojadas (se llama as¨ª a los que cruzan a nado el r¨ªo Grande que separa M¨¦xico de Estados Unidos).
De la Madrid concluy¨® ayer su visita de trabajo de tres d¨ªas a Washington, con el citado almuerzo en el Centro Nacional de Prensa. Llama la atenci¨®n que en los discursos del presidente mexicano durante su estancia en Washington no haya mencionado ni una sola vez el plan de Contadora para la paz en Centroam¨¦rica precisamente cuando el Senado de Estados Unidos aprob¨® los 100 millones de d¨®lares de ayuda a los rebeldes nicarag¨¹enses de la contra.
De la Madrid s¨®lo se refiri¨® p¨²blicamente a Contadora ante las preguntas de los periodistas en el Centro Nacional de Prensa. El presidente mexicano estuvo seguro de s¨ª mismo y respondi¨® con brillantez y precisi¨®n durante media hora a las numerosas preguntas de los periodistas. En un rasgo ins¨®lito de humor, ante una pregunta sobre el control de natalidad en M¨¦xico, el presidente dijo: "El problema no es que nos gusten tanto los ni?os, sino que nos gustan mucho nuestras mujeres".
Sobre Contadora, las declaraciones de De la Madrid no fueron muy optimistas. Dijo el presidente que hasta ahora el grupo ha cumplido la misi¨®n de detener la violencia en Centroam¨¦rica, "pero no ha sido capaz de cumplir sus prop¨®sitos finales, porque el Acta no ha sido firmada por los pa¨ªses centroamericanos". Expres¨® tambi¨¦n la esperanza de que la raz¨®n acabe por imponerse sobre la violencia y advirti¨® contra el peligro de que una situaci¨®n violenta en Am¨¦rica Latina deteriore las relaciones de ¨¦sta con EE UU.
De la Madrid neg¨® que M¨¦xico apoye a Nicaragua a trav¨¦s de Contadora. "No apoya a ning¨²n grupo espec¨ªfico, sino que trata de resolver un conflicto por la v¨ªa de la negociaci¨®n", asegur¨®. El presidente mexicano insisti¨® en la necesidad de respetar la no intervenci¨®n en asuntos pol¨ªticos internos de otros pa¨ªses y dijo que el fondo del problema de Centroam¨¦rica es el subdesarrollo econ¨®mico y social, y que los medios militares no son los adecuados para conseguir la paz y la estabilidad en la regi¨®n.
La omisi¨®n del tema de Contadora en los discursos de De la Madrid no puede considerarse casual y significa una cierta renuncia de M¨¦xico a sus planes de influir en la pol¨ªtica de Centroam¨¦rica. Fuentes de la Administraci¨®n de Ronald Reagan insinuaron que M¨¦xico se siente decepcionado por la evoluci¨®n seguida por los sandinistas. Otra explicaci¨®n posible radica en la necesidad de concentrarse prioritariamente en los problemas econ¨®micos internos del pa¨ªs. La reciente concesi¨®n de cr¨¦ditos a M¨¦xico para afrontar los pagos pendientes de los intereses de los casi 100.000 millones de d¨®lares de deuda externa parece haber tenido un precio, que el Gobierno mexicano podr¨ªa haber pagado ya con su silencio sobre Centroam¨¦rica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.