La Costa Azul, devastada por un incendio que ha causado cuatro muertes

La Costa Azul, una regi¨®n que debe su prestigio tur¨ªstico tanto a sus playas como a su paisaje verde y pintoresco, recordar¨¢ este fin de semana como un aut¨¦ntico infierno. M¨¢s de 7.000 hect¨¢reas de terreno han ardido, cuatro personas han muerto, 160 han tenido que recibir asistencia por s¨ªntomas de asfixia, decenas de casas est¨¢n carbonizadas y varios miles de habitantes y turistas han tenido que ser evacuados. El fuego, avivado por un mistral que sopl¨® durante casi 48 horas a r¨¢fagas de hasta 100 kil¨®metros, lleg¨® hasta las puertas de Cannes y dej¨® a la poblaci¨®n conmocionada e incr¨¦dula.

Uno de los muertos es un bombero, fallecido ayer. Otras dos personas fueron halladas carbonizadas el domingo, y una cuarta muri¨® ese mismo d¨ªa de un ataque al coraz¨®n cuando hu¨ªa de su casa en llamas.El Gobierno ha decretado un plan de emergencia, el ORSEC, y cientos de bomberos de todo Francia convergen hacia la regi¨®n. El incendio continuaba ayer, y se tem¨ªa que el viento, moment¨¢neamente calmado, recupara su fuerza. No obstante, el parque de bomberos de Marsella inform¨® a media tarde que hab¨ªa conseguido controlar los ¨²ltimos focos de este incendio que se inici¨® hace dos d¨ªas. "Es la primera vez, en 27 a?os de servicio, que veo un fuego propagarse a una velocidad tan impresi¨®n ante", asegur¨® el coronel Arlot, que organiza los servicios de socorro. "Las llamas alcanzan alturas de m¨¢s de 30 metros hay incluso lugares con lenguas de fuego de hasta 300 metros. Imposible pararlas si el mistral sigue soplando".

La Costa Azul no ha recibido una gota de agua de lluvia desde el pasado mes de mayo. Todo est¨¢ seco y los incendios, de menores proporciones, han abundado a lo largo de? verano. El pasado s¨¢bado se detect¨® un fuego en las proximidades del lago de Saint-Cassien. Al parecer, tres focos comenzaron a arder al mismo tiempo. La diferencia en esta ocasi¨®n fue el viento, unas r¨¢fagas calientes y violentas que convirtieron las llamas en una bomba imparable. En menos de una hora, quedaron calcinadas 1.500 hect¨¢reas de monte y el fuego hab¨ªa llegado a las proximidades de centro habitados, tranquilos pueblos de vacaciones que se vieron repentinamente cercados por las llamas.

Las escenas de p¨¢nico se prodigaron, pero afortunadamente los servicios de evacuaci¨®n funcionaron bien y se evit¨® la cat¨¢strofe. Bomberos, alcaldes y voluntarios tuvieron que desalojar manu militari a algunos habitantes que intentaban impedir, con simples mangas de riego, que el fuego destruyera sus casas. Centenares de personas que se encontraban acampadas tuvieron que iniciar, con lo puesto y a toda velocidad, un amargo ¨¦xodo. Los ayuntamientos de las poblaciones cercanas organizaron improvisados centros de acogida en colegios y locales p¨²blicos, donde se distribuyen alimentos y ropa.

Las escenas de decenas de personas corriendo aterrorizadas por las carreteras, llorando y con ni?os en brazos, conmocionaron a todo Francia. El fuego lleg¨® imparable hasta los suburbios de Grasse, una de las poblaciones m¨¢s conocidas de la Costa Azul, donde hubo que evacuar r¨¢pidamente el servicio de psiquiatr¨ªa del Hospital Provincial. Afortunadamente, los bomberos consiguieron controlar las llamas, si bien ayer continuaban existiendo algunos focos no extinguidos. La violencia del incendio fue tal que Cannes, varios kil¨®metros al sur de Grasse, se vio de repente envuelta en una nube de humo que tapaba el sol.

Despu¨¦s de recorrer en helic¨®ptero la zona siniestrada, el ministro encargado de la seguridad, Robert Pandraud, orden¨® el env¨ªo de equipos de socorro desde otras zonas del pa¨ªs. A ¨²ltima hora de la tarde de ayer, se calculaba que cerca de 5.000 personas, 10 aviones y numerosos coches-bomba interven¨ªan en los trabajos de extinci¨®n. Pandraud tuvo tambi¨¦n que aplacar los nervios de las autoridades locales, que se han lanzado a la caza del pir¨®mano.

Los bomberos afirman que el incendio tiene demasiados focos para ser accidentales y que puede haber existido intervenci¨®n humana en algunos de ellos. Bast¨® que sugirieran la posibilidad para que los habitantes de la Costa Azul, exasperados, vieran incendiarios por todas partes. El alcalde de Grasse, Herv¨¦ de Fontmichel, que pertenece a la coalici¨®n centrista UDF (Uni¨®n para la Democracia Francesa) ha llegado incluso a pedir que se reinstaure la pena. de muerte para quien provoque un incendio forestal voluntariamente.

[Roberto Radtkle, un joven de nacionalidad germano-occidental, de 19 a?os, fue detenido el s¨¢bado por la tarde en la Costa Azul francesa cuando intentaba prender fuego a un mont¨®n de ramas secas, seg¨²n confirmaron ayer las autoridades de Toulon, informa la agencia Efe. La detenci¨®n se produjo al borde de la carretera nacional 97, cerca de la localidad de Carnoules (departamento de Var)].