El PNV y las escuchas telef¨®nicas

DEIA

La formaci¨®n de otro partido por los disidentes del PNV se puede dar por hecha. Objetivamente no puede coger a nadie por sorpresa, pues se dir¨ªa que se trata de algo minuciosamente planeado desde el momento en que fall¨® a los disidentes su ¨²ltimo intento de hacerse con la direcci¨®n del partido.

Desde lo de "no quiero ser manzana de discordia" y "cualquier co sa antes que dividir el partido" (para lo que hubiera bastado callar y desaparecer) a las continuas provocaciones haciendo equilibr¨ªos dial¨¦cticos en el filo de la navaja, todo ha ido enderezado a justificar la ruptura ante la,opini¨®n p¨²blica. En la misma l¨ªnea hay que situar lo espectacular del pinchazo telef¨®nico.

En una ¨¦poca al¨¦rgica a toda actuaci¨®n de la autoridad, se ha llevado a cabo un sistem¨¢tico desprestigio de las instituciones supremas del partido; primero la Asamblea Nacional, despu¨¦s los tribunales de justicia. Es verdad que las medidas extremas no se pueden prodigar y que cuando esto se hace necesario se est¨¢ proclarnando la descomposici¨®n del organismo.

En toda esta actitud, previa a la ruptura, la informaci¨®n es parte capital y ha sido tan h¨¢bilmente utilizada por unos como descuidada por otros. Se quiere hacer creer que unos, adem¨¢s de i¨ªctimas, son los nacionalistas puros, los sabinianos, pero tambi¨¦n los progresistas, los democr¨¢ticos; los otros son los inflexibles, los autoritarios, los abusones del poder. Es normal que hacia los primeros recaiga la benevolencia de los tradicionales enemigos del PNV. ( ... )

( ... ) Ha llegado la hora de abandonar la impasibilidad y el silencio. No es s¨®lo el partido, es la comurudad aut¨®noma, la sociedad, la que necesita una explicaci¨®n, saber lo que est¨¢ ocurriendo, pues es la comunidad, no s¨®lo los afiliados, la que mayoritanamente dio su confianza al PNV.

, 24 de agosto