China desde Mao

NEWSWEEK

No es casualidad que el reloj de la principal estaci¨®n de Pek¨ªn siga dando la hora con los primeros compases de "El este es rojo". El presidente Mao -en carteles, retratos y citas de su Libro rojo- ya no es omnipresente en China, pero diez a?os despu¨¦s de su muerte es algo m¨¢s que un cad¨¢ver dentro de un sarc¨®fago de cristal en el mausoleo gigante de la plaza Tiananmen (...).A la muerte de Mao, el pueblo chino estaba m¨¢s que dispuesto a un cambio despu¨¦s de un cuarto de siglo de "lucha". Su desaparic¨ª¨®n sigui¨® a una serie de acontecimientos trascendentales: las muertes de los queridos camaradas Zhou Enlai y Zhu De una misteriosa lluvia de meteoritos que cay¨® en las tierras del interior y el devastador terremoto de Tangsan que ocasion¨® la muerte de medio mill¨®n de personas; todo ello en el espacio de nueve meses.

Seg¨²n el pensamiento cl¨¢sico chino, estos desastres se interpretaron como portentos de mal ag¨¹ero que se?alaban cambios profundos en el firmamento pol¨ªtico. Hoy Deng manda firmemente. Pero si la d¨¦cada desde el fallecimiento de Mao ha producido alguna impresi¨®n indeleble, ¨¦sta es la inclinaci¨®n de China hacia los cursos cambiantes, dando vueltas en direcciones ineyploradas Y a menudo peligrosas (...).

6 de septiembre