Pol¨ªticos de todo el mundo despiden los restos de Kekkonen en Helsinki

El f¨¦retro del ex presidente finland¨¦s Urho Kaleva Kekkonen fue depositado ayer en el cementerio de Sandudd (ubicado a 3.500 metros del centro de la capital, Helsinki) por uno de sus hijos, su nieto y un grupo de generales. Con la realizaci¨®n de esta ceremmia, a la que asistieron pol¨ªticos de todo el mundo, se cerr¨® una larga e intensa vida -Kekkonen muri¨® el 30 de agosto, tres d¨ªas antes de cumplir los 86 a?os-, que coincidi¨® con uno de los per¨ªodos m¨¢s dram¨¢ticos de la historia de la Finlandia contempor¨¢nea.

Al estadista desaparecido le correspondi¨® conducir el pa¨ªs en esas etapas cr¨ªticas y su gesti¨®n, que tuvo en su momento adversarios encarnizados, recibi¨® con el transcurso del tiempo el reconocimiento un¨¢nime de la clase pol¨ªtica y el pueblo finlandeses.Los funerales comenzaron a la una de la tarde (dos de la tarde, hora peninsular) en la catedral de Helsinki en presencia de las delegaciones llegadas desde todo el mundo, los integrantes del Gobierno finland¨¦s y los familiares del estadista.

El arzobispo John Vikstrom, asistido por`un ayudante para la versi¨®n en sueco, el otro idioma oficial del pa¨ªs, traz¨® una emotiva semblanza de la personalidad de Kekkonen.

El actual presidente, Mauno Koivisto, se refiri¨® en una breve alocuci¨®n a la gratitud de todo el pueblo finland¨¦s por el invalorable aporte del estadista desaparecido al mejor destino de Finlandia. Koivisto dijo tambi¨¦n que el juicio sobre esa obra no est¨¢ concluido y que han de pasar varios decenios antes de poder valorarla en toda su importancia. "Vino de lo m¨¢s profundo del pueblo", dijo Koivisto, "y nunca perdi¨® contacto con el medio de vida, en que form¨® la base de su visi¨®n del mundo".

Un coro de la universidad de Helsinki y la interpretaci¨®n de partituras musicales de Bach y Mozart cerraron la ceremonia en la catedral. Seguidamente, ocho generales cargaron el f¨¦retro cubierto por la bandera azul y blanca y emprendieron el descenso de las amplias escalinatas de la iglesia hacia la carroza que aguardaba afuera.

En el momento en que el cortejo se puso en marcha, las campanas de todas las iglesias empezaron a ta?ir mientras la banda militar entonaba los acordes de la marcha f¨²nebre.

En el cementerio se cumpli¨® la parte final del ritual sin la presencia de hu¨¦spedes extranjeros. El hijo y el nieto de Kekkonen y los ocho generales condujeron el f¨¦retro hasta su tumba, donde los familiares le dieron el ¨²ltimo adi¨®s. Posteriormente tuvo lugar un almuerzo en la residencia presidencial al que asistieron todas las delegaciones presentes.

Las representaciones de m¨¢s alto nivel fueron las de los pa¨ªses n¨®rdicos, que estuvieron integradas por los primeros ministros y miembros de la realeza de Suecia, Noruega y Dinamarca. La Uni¨®n Sovi¨¦tica estuvo representada por el vicepresidente, Pjotr Demitshev, y el viceministro de Exteriores, Boris Tjaplin, y la delegaci¨®n de Estados Unidos por el ex consejero de seguridad del presidente Ronald Reagan, Robert McFarlane, y la subsecretaria de Asuntos Exteriores para Europa, Rosanne Ridgway.