Rohmer obtiene el Le¨®n de Oro con el filme 'Le rayon vert'

El Le¨®n de Oro, a pesar de la reticencia de buena parte del jurado, ha sido para Le rayon vert, de Eric Robmer, pel¨ªcula favorita de la cr¨ªtica y representaci¨®n de la poderos¨ªsima industria cinematogr¨¢fica francesa, que en los ¨²ltimos cuatro a?os nunca se ha vuelto de vac¨ªo de su visita a la Mostra. El gran premio especial del jurado fue para el filme sovi¨¦tico La paloma salvaje, de S. Soloviev, y para la obra del italiano Francesco Maselli Storia d'amore. El Le¨®n de Plata al mejor filme fue para la producci¨®n argentina Pel¨ªcula del rey, de Carlos Sorin. El filme noruego X, de Oddvar Einarson, recibi¨® un premio especial del jurado. La Organizaci¨®n Cat¨®lica del Cine premi¨® la pel¨ªcula de Rohmer y otorg¨® una menci¨®n a El silencio del poeta, de Peter Lilienthal. Valeria Golino (Storia Zamore) y Carlo defle Piane (Regalo di natale) fueron los actores premiados por el jurado.

En estos momentos el cine galo es el m¨¢s importante de Europa, el ¨²nico que se plantea alternativas globales para el continente que sirvan para limitar la influencia estadounidense. Sus f¨®rmulas y maniobras pueden ser discutibles, pero no lo es ni la voluntad de liderazgo ni el que ¨¦ste se asienta sobre un fuerte mercado interior.Adem¨¢s, los peque?os gestos de relaciones p¨²blicas tambi¨¦n tienen su peso y cada a?o el ministro de Cultura de turno ha ido al Lido para apoyar el trabajo de sus cineastas y, en esta ocasi¨®n, Fran?ois Leotard ha aprovechado la ocasi¨®n para condecorar a Gian Luigi Rondi, director del certamen y hoy figura muy discutida.

Pero ha habido tambi¨¦n esc¨¢ndalo, porque uno de los jurados ha dimitido -concretamente Nanni Moretti-, aunque despu¨¦s ha reconsiderado su decisi¨®n. ?Por qu¨¦ lo ha hecho? Pues, precisamente, porque ah¨ª intervienen intereses pol¨ªticos que incluyen tanto la posible continuidad de Rondi en su cargo -cada cuatro a?os debe renovarse el director de la Mostra, pero ahora se intenta prolongar el mandato- como la inconveniencia de que la lista de galardones acogiera un filme sovi¨¦tico y otro dirigido por un cineasta de filiaci¨®n comunista, Francesco Maselli.

Compensaciones

Porque Maselli ha sido el gran perjudicado -y beneficiado, v¨¢lgase la paradoja- del pasteleo en el que se ha visto sumergido el jurado. Cuando ya se le consideraba ganador del Le¨®n de Oro, uno de los jurados italianos ha optado por cambiar el sentido de su voto, a pesar de la defensa que antes hab¨ªa hecho de Maselli. Si Rondi es de filiaci¨®n democristiana y es partidario de contentar a todos, el encabezar la lista de leones con la proletaria Storia d'amore y continuarla con el sovi¨¦tico Soloviev y su La paloma salvaje, no s¨®lo no respond¨ªa a esa voluntad, sino que marginaba al cine franc¨¦s. Los otros pa¨ªses -Suiza, RFA, Espa?a, Grecia, etc¨¦tera-, en este caso, son periferia del imperio y no suponen un problema.La paradoja referida a Storia d'amore pasa en que para compensarla, a ella y al cine italiano, se la menciona tanto como premio especial del jurado como merecedora del reconocimiento a la mejor interpretaci¨®n femenin¨¢ en la persona de Valeria Golino, lo que no es injusto, y que se incluya a Carlo delle Piane a t¨ªtulo de mejor actor por su buen trabajo en la execrable Regalo di Natale, de Pupi Avati.

El argentino Carlos Sorin se lleva el Le¨®n de Plata a la mejor opera prima por La pel¨ªcula del Rey. Es una decisi¨®n discutible, pero razonable. No exist¨ªa una favorita clara y ten¨ªa iguales m¨¦ritos que otras, como El hermano bastardo de Dios, de Benito Rabal, cuyo nombre -al igual que el de Pilar Mir¨®, pero ¨¦sta para otros apartados- tambi¨¦n se tia barajado en la agitada reuni¨®n del jurado, en cerrado en el hotel Danieli y rodeado de camareros que eran testigos de las dudas y pol¨¦micas, de los portazos de Moretti o de la sorpresa e indignaci¨®n que causaba el que un voto anunciado se convirtiera en otra cosa.

Olvidados

Que para la noruega X hayan sido los elogios t¨¦cnicos est¨¢ bien como se comprende que la Fipresci, conmocionada por el reciente atentado contra el general Pinochet y por el valor documental de Acta general de Chile, haya optado por hermanar a Miguel Littin con Eric Rohiner. En realidad, el palmar¨¦s en s¨ª no tiene nada de provocador, aunque haya olvidado a Bertrand Tavernier, Theo Angelopulos y James Ivory, este ¨²ltimo probablemente perjudicado por los conflictos legales que se hubieran podido derivar de su irregular situaci¨®n reglamentaria.