Ronald Reagan confirma avances hacia el control de armamentos, pese al 'caso Daniloff'

Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos, confirm¨® ayer, en su intervenci¨®n ante la Asamblea General de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas, que su pa¨ªs y la Uni¨®n Sovi¨¦tica se aproximan hacia la consecuci¨®n de un acuerdo sobre control de armamentos nucleares, pero no renunci¨® a condenar vivamente a la URSS por la detenci¨®n del periodista norteamericano Nicholas Daniloff. El presidente de Estados Unidos tambi¨¦n detall¨® por primera vez sus propuestas, sobre todo las relacionadas con la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), o guerra de las galaxias, y las pruebas nucleares.

Precisando el contenido de la carta que dirigi¨® al l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail. Gorbachov, el. pasado 25 de julio, Reagan declar¨® que estar¨ªa dispuesto a firmar inmediatamente un compromiso para no desplegar durante los pr¨®ximos siete a?os las defensas antimisiles que puedan resultar del programa de investigaci¨®n conocido como Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica, a condici¨®n de su acuerdo a una reducci¨®n importante de los arsenales ofensivos de las dos superpotencias.Durante el plazo de siete a?os, los programas sobre nuevas defensas antimisiles de las dos partes proceder¨ªan por etapas, previamente acordadas. Para el per¨ªodo que va hasta el a?o 1991, Reagan ofrece, seg¨²n precis¨® ayer en la, ONU, seguir respetando el tratado sobre defensas antimisiles (ABM) de 1972, mediante la firma de un acuerdo que, durante los cinco a?os indicados, limitar¨ªa la SDI a la investigaci¨®n, desarrollo y prueba de nuevas defensas. En su redacci¨®n inicial, el tratado ABM, parte integrante de los acuerdos SALT I, proh¨ªbe tanto el desarrollo como la prueba, di nuevos misiles antimisiles.

Entre 1991 y 1993, las dos partes deber¨ªan tratar de compartir las nuevas tecnolog¨ªas resultantes de sus respectivas ?investigaciones, as¨ª como negociar una nueva reducci¨®n de sus arsenales ofensivos.

Si transcurridos esos dos a?os, que completar¨ªan el plazo de siete a?os contado a partir de ahora, Estados Unidos y la URSS no hubieran llegado a ning¨²n acuerdo, las dos partes ser¨ªan libres para desplegar un sistema desarrollado de defensa estrat¨¦gica, previa notificaci¨®n de sus intenciones con una antelaci¨®n de seis meses.

Cient¨ªficos nortemericanos han afirmado que la SDI en ning¨²n caso podr¨ªa producir resultados suficientes como para que se pudiera proceder a su despliegue antes de siete a?os. Reagan confirm¨® luego que Mosc¨² comparte el objetivo estadounidense de llegar a una reducci¨®n radical de los sistemas ofensivos, y reconoci¨® que se ha avanzado en la v¨ªa del control de armamentos. Reiter¨® que su deseo ser¨ªa una reducci¨®n del 50% en los arsenales estrat¨¦gicos de las dos superpotencias, pero a?adi¨®: "Si la URSS s¨®lo acepta una reducci¨®n menor, estamos preparados para considerarla como una medida provisional".

Del mismo modo, Reagan dijo que pretende llegar a la supresi¨®n total de los misiles de alcance intermedio desplegados en Europa, pero que est¨¢ dispuesto a firmar "un acuerdo provisional inmediatamente", si Mosc¨² prefiere alcanzar ese objetivo por etapas.

"Todo esto me inspira confianza. Puedo decirles que los contactos que hemos mantenido este verano podr¨ªan marcar el comienzo de una negociaci¨®n sena y productiva para la reducci¨®n de armamentos", afirm¨® Reagan.

En relaci¨®n con las pruebas nucleares, campo sobre el que la URSS presiona tras haber declarado una moratoria unilateral, Reagan dijo que, como primer paso, est¨¢ dispuesto a promover la ratificaci¨®n por su pa¨ªs de algunos acuerdos ya firmados para limitar estos experimentos, siempre que se llegue a un compromiso para una verificaci¨®n m¨¢s efectiva de su cumplimiento. M¨¢s adelante, a?adi¨®, EE UU podr¨ªa negociar los medios para alcanzar el objetivo de prohibir totalmente estas pruebas, en paralelo con un programa para reducir y elimir todas las armas nucleares.

El caso Daniloff, corresponsal de la. revista norteamericana U.S. News and World Report acusado de espionaje en Mosc¨², constituye "un ejemplo particularmente inquietante de la actuaci¨®n sovi¨¦tica contra los derechos humanos", se?al¨®, en este contexto, el presidente de EE UU, para advertir acto seguido que "Mosc¨² tiene la responsabilidad de las consecuencias de este acto". Nicholas Daniloff "es un reh¨¦n inocente que debe ser liberado", a?adi¨®.

El avance en el control de armamentos, dijo el presidente, tampoco puede ser disociado de otros desarrollos pol¨ªticos regionales, entre los que mencion¨® Afganist¨¢n, Camboya y Etiop¨ªa, as¨ª como la presencia cubana en Angola. Tambi¨¦n afirm¨®: "Cientos de millones de d¨®lares en armas sovi¨¦ticas y asesores del bloque sovi¨¦tico ayudan a un r¨¦gimen dictatorial en Nicaragua a tratar de subvertir a. sus vecinos y a traicionar una revoluci¨®n popular". Mientras el presidente pronunciaba su discurso, 21 de los 25 funcionarios de la delegaci¨®n sovi¨¦ltica ante la ONU expulsados de EE UU por la Administraci¨®n de Reagan abandonaban el pa¨ªs, en un vuelo de Aeroflot.

Finalmente, Reagan evoc¨® la "grave amenaza" del terrorismo internacional, indicando que "ninguna causa ni reivindicaci¨®n la justifica".