El f¨ªsico disidente sovi¨¦tico Yuri Orlov lleg¨® ayer a EE UU junto a su esposa
El f¨ªsico disidente Yuri Orlov, de 61 a?os, una de las figuras del movimiento disidente de los a?os setenta, lleg¨® ayer a Nueva York, despu¨¦s de haber abandonado la URSS en compa?¨ªa de su esposa, Irina, a bordo de un avi¨®n de Aeroflot que parti¨® por la ma?ana de Mosc¨².
[Orlov dijo, al llegar a Estados Unidos, que agradec¨ªa al presiden te Ronald Reagan su mediaci¨®n para que fuera liberado y se comprometi¨® a trabajar en favor de otros disidentes que est¨¢n en la URSS. "Estoy contento de comenzar una vida libre", se?al¨®, seg¨²n informa Efe].Orlov, que ha sido despose¨ªdo de la ciudadan¨ªa sovi¨¦tica, abandon¨® su pa¨ªs tras haber permanecido casi 10 a?os entre la prisi¨®n y el destierro desde que fue detenido, en 1977, para ser condenado, en 1978, por "actividades antisovi¨¦ticas".
Contrapartida
La liberaci¨®n de Orlov se produce en el marco del acuerdo alcanzado por Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica para liberar al periodista norteamericano Nicholas Daniloff, que hab¨ªa sido acusado de es pionaje por las autoridades sovi¨¦ ticas. ?stas han presentado la liberaci¨®n del corresponsal norteame ricano como una contrapartida a la del funcionario sovi¨¦tico de la ONU Guenadi Zajarov. Las pocas alusiones p¨²blicas que se han he cho en Mosc¨² al caso de Orlov han sido colocadas en otro contexto, desmarcado de cualquier asociaci¨®n Zajarov-Orlov.
Ayer por la ma?ana, Orlov fue conducido directamente desde la prisi¨®n de Lefortovo al avi¨®n que deb¨ªa llevarle a Estados Unidos v¨ªa Terranova.
A Lefortovo se le hab¨ªa trasladado la semana pasada desde la aldea siberiana de Yakutia, donde se encontraba desterrado desde 1984. El destierro era la segunda parte de su condena, que inclu¨ªa siete a?os en un campo de trabajo y cinco en el exilio.
La subida de Orlov al aparato que le llevaba al exilio fue escamo teada a los periodistas occidenta les que se hab¨ªan concentrado en el aeropuerto en la destemplada ma?ana.
Orlov, escoltado por unos funcionarios de paisano, subi¨® al avi¨®n por la puerta trasera mien tras unas c¨¢maras sovi¨¦ticas de una instituci¨®n no identificada filmaban la escena desde posiciones privilegiadas como han hecho en el pasado en ocasiones semejantes, entre ellas la salida y la llegada de Helena Bonner a la URSS Bonner es la esposa del cient¨ªfico disidente Andrei Sajarov, quien, junto con Orlov, fue uno de los fundadores del grupo de vigilancia de los acuerdos de Helsinki en la URSS.
Orlov, que embarc¨® en el avi¨®n antes que los otros pasajeros, deb¨ªa encontrarse a bordo con su esposa, Irina, quien, emocionada, confusa y con aspecto descompuesto, lleg¨® al aeropuerto tras haber pasado la noche escuchando canciones de VIadimir Visotski en compa?¨ªa de unos amigos.
Visotski, el poeta y cantante sovi¨¦tico muerto a principios de esta d¨¦cada, escribi¨® numeros¨ªsimos textos, en ocasiones ir¨®nicos, en ocasiones amargos y desgarrados, que tienen la virtud de aglutinar a un ampl¨ªsimo espectro de la poblaci¨®n sovi¨¦tica.
Irina Orlova no ha perdido la ciudadan¨ªa sovi¨¦tica y puede regresar a la URS S siempre y cuando no haga "declaraciones antisovi¨¦ticas", seg¨²n le ha sido comunicado por funcionarios de este pa¨ªs. En la URSS quedan los tres hijos de un anterior matrimonio de Orlov: Lev, Alexander y Dimitri.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.