El 'marketing' de los JJ OO de 1992
Como antiguo vicepresidente bel comit¨¦ organizador de los Juegos de Los ?ngeles, he tenido la oportunidad de seguir el proceso de las candidaturas para 1992 desde una perspectiva interna. Los Juegos Ol¨ªmpicos han conseguido, llegar a ser uno de los acontecimientos sociales m¨¢s trascendentales de este siglo, no s¨®lo por el esp¨ªritu deportivo que comparten atletas y asistentes, sino tambi¨¦n por las expectativas que comporta en el plano urbano y por la reputaci¨®n c¨ªvica que proporciona.A s¨®lo dos d¨ªas de la votaci¨®n, Barcelona ya, ha ganado mucho con su candidatura. Esta ciudad cuenta con un equipo de promoci¨®n bien organizado, basado en un plan de marketing muy s¨®lido, y hace una oferta muy consistente. Tiene, encima, un argumento emocional: Espa?a no ha albergado los Juegos desde que fueron recuperados en 1896.
Barcelona, s¨®lo con estas premisas, parece una clara favorita para organizar los Juegos de 1992. Pero tanto si lo consigue como si no, como ciudad ya se ha beneficiado con la promoci¨®n. Su candidatura es apoyada activamente por todas las instituciones espa?olas y ha recibido, adem¨¢s, muestras de aliento de los principales pa¨ªses curopeos, as¨ª como de Am¨¦rica Latina, mientras cerca de un centenar de grandes compa?¨ªas y bancos ya han dedicado 10 millones de pesetas cada uno en su campa?a de promoci¨®n.
El ¨¦xito financiero de Los ?ngeles s¨®lo pod¨ªa. conseguirse con el enorme esfijerzo de los voluntarios, y lo mismo est¨¢ sucediendo ahora en Barcelona. La candidatura tiene el apoyo popular de la ciudad y del resto de Espa?a, donde un 80% de la poblaci¨®n est¨¢ a favor de que sea sede. 68.000 voluntarios se han comprometido formalmente para ayudar. Estos voluntarios, esparcidos por toda Espa?a, tienen edades de entre 18 y 25 a?os. Su oferta, auditada ser¨¢ presentada por el alcalde de Barcelona al COI. Su apoyo recortar¨¢ dr¨¢sticaniente los costes de organizaci¨®n -asegurando un beneficio financiero- y canalizar¨¢ el entusiasmo colectivo.
Por todo ello, la imagen de Barcelona ya ha mejorado a nivel mundial. Est¨¢ probada su capacidad para organizar los m¨¢s importantes y dif¨ªciles acontecimientos deportivos y las convenciones al m¨¢s alto nivel. El ¨¦xito del Mundial de f¨²tbol, de los Campeonatos Mundiales de c¨ªclismo, los Juegos Mediterr¨¢neos, el Campeonato de Europa de nataci¨®n, la Copa del Mundo de hockey, el campeonato Mundial de deportes n¨¢uticos... dan fe de la eficacia espa?ola en los eventos de diversas disciplinas ol¨ªmpicas.
Se ha efectuado un examen detenido de las necesidades locales en servicios y, tanto si Barcelona eselegida como si no, los planes para la remodelaci¨®n del estadio de Montju?c y la construcci¨®n de un nuevo Palacio de Deportes se ejecutar¨¢n, pues no est¨¢n condicionados a la concesi¨®n. Al propio tiempo se han desarrollado, planes de renovaci¨®n urbana. Barcelona ha prestado especial atenci¨®n a la recuperaci¨®n de su zona costera, ahora muy industrializada. La Villa Ol¨ªmpica que se edifique all¨ª podr¨¢ rentabilizarse posteriormente. Existen ofertas para construir en ese lugar hoteles de lujo y complejos para convenciones.
La mejora de la ciudad
Como resultado de la candidatura, Barcelona se ha convertido en un punto de atracci¨®n para un n¨²mero importante de turistas cualificados. M¨¢s de 60 -de los 90- miembros del COI con derecho a voto han estado en Barcelona.
El esp¨ªritu del proceso ol¨ªnipico lo puso de manifiesto de forma impecable el bar¨®n de Coubertin, padre del movimiento ol¨ªmpico, hace casi cien a?os, con su memorable frase: "Lo importante en los Juegos no es ganar, sino participar". Lo ?inportante en la vida no es el triunfo, sino el esfuerzo. Lo esencial no es conquistar, sino haber luchado bien. La candidatura barcelonesa para 1992 ha cumplido ciertamente estos ideales. Hoy, el estado de ¨¢nimo en Espa?a, el miembro m¨¢s nuevo de la CE, es optimista, en¨¦rgico y entusiasta. Como pa¨ªs ha olvidado la nostalgia, ganandose un puesto activo en el mundo moderno, y actualmente es un s¨ªmbolo de estabilidad. El pueblo espa?ol, y especialmente el catal¨¢n, aspira a contribuir a la sociedad internacional no solamente en las artes, donde tradicionalmente ha desempe?ado un papel importante, sino tambi¨¦n en el deporte, la pol¨ªtica y la econom¨ªa.
La candidatura de Barcelona, adem¨¢s del marketing de un triunfo organizativo y t¨¦cnico, tendr¨¢ previsiblernente luego un inipacto social y humano continuado. Reforzar¨¢ las aspiraciones de convivencia, justicia y deportividad ya existentes en su pa¨ªs. Y eso ya hace de Barcelona, de Catalu?a y de Espa?a los reales ganadores de esta carirera ol¨ªmpica, al margen del resultado de las votaciones del COI.
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