Abundantes especulaciones sobre la herencia de Jacqueline Picasso, que fue enterrada ayer
ENVIADO ESPECIALInformaciones relativas al testamento e intenciones p¨®stumas de Jacqueline Roque, la ¨²ltima esposa de Picasso, enterrada ayer a su lado en el castillo de Vauvenargues, en las cercan¨ªas de Aix-en-Provence, podr¨ªan hacerse p¨²blicas en los pr¨®ximos d¨ªas. Roland Duvias, ex ministro de Asuntos Exteriores, que ya fue abogado de Picasso y consejero de Jacqueline, y ahora de su hija Catherine, permaneci¨® ayer todo el d¨ªa en Vanvenargues. Jacqueline apareci¨® muerta la madrugada del mi¨¦rcoles de un disparo en la sien en su casa de Mougins.
La Prensa francesa no se ha ocupado gran cosa del hecho f¨ªsico de la desaparici¨®n de Jacqueline. En ello ha influido el deseo de su hija Catherine de que la intimidad del ¨²ltimo adi¨®s a su madre fuese absoluto. Sobre lo que s¨ª se especula abundantemente es a prop¨®sito de la herencia de Jacqueline, que nunca quiso vender nada y que vel¨® la obra de Picasso como a una reliquia.Los problemas que acarrea la tr¨¢gica desaparici¨®n de la ¨²ltima esposa de Picasso son econ¨®micos y art¨ªsticos: si la inmensa obra se lanza al mercado, o una parte, para pagar los derechos de sucesi¨®n, la cota picassiana bajar¨ªa. De ah¨ª, que, al igual que al repartir la herencia del pintor malague?o a su muerte, se eval¨²e ya la parcela de su obra con la que la heredera potencial, Catherine, tendr¨ªa que pagarle los derechos de sucesi¨®n al Gobierno franc¨¦s.
Aqu¨ª ya se han echado cuentas y "est¨¢ claro que algunos per¨ªodos de la obra de Picasso podr¨ªan estar mejor representados en nuestros museos y colecciones", se ha dicho abiertamente y se ha escrito tambi¨¦n.
Personajes clave
Dos personajes que parecen claves en los pr¨®ximos d¨ªas son Roland Dumas, el hombre que m¨¢s cont¨® a la hora de repatriar el Guernica a Espa?a (entre sus manos se encontraba la documentaci¨®n secreta que le hab¨ªa dejado Picasso), y Dominique Bozo, el creador del Museo Picasso de Par¨ªs, actual director del Centro Nacional de las Artes Pl¨¢sticas.Es posible que no pasen muchos d¨ªas sin que se sepa algo oficial sobre esta cuesti¨®n que danza en las atm¨®sferas art¨ªsticas y pol¨ªtico-financieras. El Ministerio franc¨¦s de la Cultura y Dumas tendr¨ªan algo que decir al respecto. Sobre la donaci¨®n a Espa?a de la exposici¨®n que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 25 nada es oficial, pero tampoco nadie ha negado oficialmente esta intenci¨®n postrera de Jacqueline.
Ayer, a las once de la ma?ana, la que fue esposa de Picasso viaj¨® por ¨²ltima vez al castillo de Vauvenargues, sito en el pueblo de 640 habitantes del mismo nombre y plantado en la cima de una colina amparada por los valles y monta?as donde C¨¦zanne invent¨® el impresionismo. Es un lugar m¨¢gico. Ya cuando Picasso lo compr¨®, se ufanaba: "He adquirido Santa Victoria, nombre de la monta?a m¨¢s bella, rodeada de otras cimas forradas de pinos y arbustos y de sue?os". Vauvenargues aparece como un pueblo verdaderamente hecho para vivir tranquilo y para morir.
En una suerte de plazoleta arropada por ¨¢rboles y forrajes, frente a la escalinata que conduce al interior del castillo, fue enterrada Jacqueline, al lado mismo de P¨ªcasso. Eran cerca de las cuatro de la tarde. Apenas una cincuentena de personas asisti¨® a la ceremonia.
No estuvieron personalidades pol¨ªticas oficiales de primer plano, pero s¨ª alguna de la regi¨®n e incluso el alcalde del pueblo, Christian de Barbarin Baquet, con quien Jacqueline mantuvo una gresca no siempre agradable. Parece ser que el alcalde ha imposibilitado que el castillo se convierta en un Museo Picasso como lo deseaba Jacqueline. El edil alega que el turismo arruinar¨ªa la calidad de vida de este lugar.
Los vecinos de esta alde¨ªlla, de belleza desvencijada, no piensan todos como el alcalde. Un restaurador coment¨®: "?Se da usted cuenta c¨®mo prosperar¨ªa mi negocio?". A Jacqueline se la respetaba aqu¨ª. Varios vecinos la vieron d¨ªas pasados: "Su rostro manifestaba s¨ªntomas inquietantes", dijo el propietario de Au Moulin de Provence, hotel-restaurante que frecuentaba la difunta. El due?o del quiosco-bar del pueblo reflexion¨®: "Su suicidio ha sido el acto final de amor por Picasso".
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