Los aliados de EE UU temen que las superpotencias firmen un acuerdo de desarme a costa de la seguridad europea

Los miembros europeos de la Alianza Atl¨¢ntica expresaron ayer a Estados Unidos sus temores de que un futuro acuerdo de control de armamentos con la Uni¨®n Sovi¨¦tica se haga a costa de la seguridad de Europa, aunque acabaron por aprobar la posici¨®n adoptada por el presidente Ronald Reagan en la reciente cumbre de Reikiavik (Islandia).

Fuentes dignas de todo cr¨¦dito manifestaron al final de la primera sesi¨®n de la reuni¨®n del Grupo de Planes Nucleares (GPN) de la OTAN, que termina hoy en la localidad escocesa de Gleneagles, que el secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, agradeci¨® "efusivamente" la comprensi¨®n demostrada por sus hom¨®logos europeos hacia las posiciones defendidas por Estados Unidos.La sesi¨®n de ayer dio comienzo con una exposici¨®n por parte de Weinberger de las negociaciones entre Reagan y el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, en la capital islandesa. El inter¨¦s europeo era averiguar el grado de compromiso que los norteamericanos hab¨ªan alcanzado con los sovi¨¦ticos en esa negociaci¨®n.

Las fuentes indicaron que todos los ministros europeos manifestaron a Weinberger su sorpresa por la amplitud de los temas tratados por los l¨ªderes de las dos superpotencias y que sus preguntas reflejaron ese com¨²n denominador.

La conclusi¨®n a la que llegaron los europeos, seg¨²n las fuentes informantes, es que Estados Unidos desea que las posiciones sovi¨¦ticas en Reikiavik se traduzcan en unas propuestas sobre el papel para ser discutidas en las conversaciones de desarme mantenidas tanto en Viena como en Ginebra.

Con relaci¨®n a la disminuci¨®n del 50% en el n¨²mero de los misiles bal¨ªsticos estrat¨¦gicos, el secretario, de Estado para la Defensa del Reino Unido, George Younger, expres¨® la preocupaci¨®n de su pa¨ªs por el peligro que podr¨ªa significar esta postura si no se corresponde con una disminuci¨®n paralela de de las fuerzas convencionales del Pacto de Varsovia.

Disuasi¨®n nuclear

Aparentemente, Younger declar¨® que la seguridad de Occidente debe seguir bas¨¢ndose en la fuerza disuasoria nuclear, que es exactamente la l¨ªnea oficial expresada por la oficina de la primera ministra brit¨¢nica poco despu¨¦s de que terminase la reuni¨®n mantenida la semana pasada entre Margaret Thatcher y el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand.Todos los responsables de la defensa europea expusieron una letan¨ªa de preocupaciones, la principal sobre la posible existencia de un v¨ªnculo entre la eliminaci¨®n de las fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF) y la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI).

Los ministros europeos pusieron de manifiesto, seg¨²n las mencionadas fuentes, que cualquier acuerdo sobre las INF debe ser independiente de otros temas, y al mismo tiempo reconocieron que la Uni¨®n Sovi¨¦tica no acaba de aclararse sobre esta cuesti¨®n con las diferentes versiones ofrecidas en Occidente por su principal negociador, V¨ªctor Karpov, y la mantenida por Gorbachov en Mosc¨².

Igualmente, los ministros europeos no dejaron ninguna duda sobre su posici¨®n en el tema de la SDI o guerra de las galaxias. Los europeos creen que la SDI est¨¢ en un estado tan primitivo que no puede subsistir todav¨ªa a una fuerza disuasoria nuclear.

Por su parte, los norteamericanos hicieron una detallada exposici¨®n t¨¦cnica sobre el desarrollo sovi¨¦tico en armas estrat¨¦gicas y manifestaron que el progreso de la URSS en este campo hab¨ªa sido notable en los ¨²ltimos a?os, principalmente en submarinos nucleares, misiles y bombarderos.

Seg¨²n esta versi¨®n norteamericana, la Uni¨®n Sovi¨¦tica, merced a ese desarrollo tecnol¨®gico tiene en estos momentos la capacidad de lanzar cualquier ataque, sobre Estados Unidos o Europa sin salir de su territorio.

En cuanto a la guerra de las galaxias Estados Unidos, a?adieron las fuentes, considera, que la Uni¨®n Sovi¨¦tica ha desarrollado un sistema defensivo tan importante como el ofensivo, con un programa espacial con aplicaciones militares.

Norteamericanos y europeos expresaron p¨²blicamente sus temores sobre el desequilibrio en las fuerzas convencionales entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, no s¨®lo cuantitativa, sino cualitativamente. Weinberger insisti¨® en que Reikiavik no hab¨ªa constituido un fracaso. "Reikiavik", dijo, "supone el principio del ¨¦xito ".