Antonio Garrigues ingresa en la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas
El diplom¨¢tico y ex ministro Antonio Garrigues D¨ªaz-Ca?abate pronunci¨® ayer su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, que vers¨® sobre La aventura de la vida, y recibi¨® la medalla de acad¨¦mico n¨²mero 36. El discurso fue contestado por el tambi¨¦n diplom¨¢tico y ex ministro Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza.Antonio Garrigues D¨ªaz-Ca?abate, que sucede en la Academia al. soci¨®logo Antonio Perpi?¨¢, parti¨® en. su exposici¨®n de la tesis de que el hombre no es solamente un ser llamado simplemente a vivir, "sino a una vida que, a diferencia de las otras vidas zool¨®gicas y vegetales, no es ya s¨®lo que no est¨¢ hecha, que est¨¢ por hacer, sino que es en s¨ª misma, libremente, tanto perceptible corno degradable". "Ese es el drama de la vida", dijo Garrigues, "de la vida humana en general de cada vida personal, de la vida de cada ser humano".
Tras un an¨¢lisis en profundidad de las corrientes m¨¢s importantes, creacionistas y evolucionistas, "que ayudan a entender no s¨®lo el origen sino tambi¨¦n el desarrollo de la vida", y despu¨¦s de aportar numerosas citas de autoridad de los m¨¢s destacados autores representantes de estas dos doctrinas, Antonio Garrigues D¨ªaz-Ca?abate expuso que esas dos teor¨ªas citadas concuerdan "aunque con distinto principio , en que el hombre viene de la materia, del polvo". "Ni la f¨ªsica, ni la metafisica nos han dado una verdadera respuesta", agreg¨®.
El nuevo acad¨¦mico concluy¨® con una alusi¨®n a la po¨¦tica. "Entonces vuelvo sobre m¨ª mismo", dijo, " y encuentro una dimensi¨®n del alma humana que no hab¨ªa tocado: la po¨¦tica". Y cit¨® los dos tercetos del sorieto de Quevedo Amor constante m¨¢s all¨¢ de la muerte, que dicen lo siguiente: "Alma a quien todo un Dios prisi¨®n ha sido/ Venas que humor a tanto fuego han dado/ M¨¦dulas que han gloriosamente ardido/ Su cuerpo dejar¨¢n, no su cuidado/ Ser¨¢n ceniza, mas tendr¨¢n sentido/ Polvo ser¨¢n, mas polvo enamorado". De esta clase de polvo dijo Antonio Garrigues que hab¨ªa intentado hablar en su exposici¨®n.
Contestaci¨®n
En su discurso de contestaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza resalt¨® los valores de la biografila de Antonio Garrigues D¨ªaz-Ca?abate y las aportaciones que ha hecho a la historia del pensamiento, sobre todo a trav¨¦s de sus libros y sus escritos."La Academia", dijo Areilza, "espera enriquecerse con la presencia de un espa?ol eminente y un razonador profundo. La trayectoria humana y profesional de gran abogado y de hombre p¨²blico de nuestro compa?ero lo hace acreedor de esta designaci¨®n. Nuestra corporaci¨®n se quiere nutrir de hombres dialogantes cuyo talante abierto sea capaz de enriquecer el tono y el contenido de las sesiones de trabajo de cada curso".
Antonio Garr¨ªgues D¨ªaz-Ca?abate naci¨® en Madrid, en 1904 y se licenci¨® en Derecho en esta misma ciudad. En 1931, con el advenimiento de la Rep¨²blica fue nombrado director general de los registros y del Notariado del Ministerio de Justicia. Particip¨® en la fundaci¨®n de la revista Cruz y Raya, que dirigi¨® Jos¨¦ Bergam¨ªn.
Despu¨¦s de la guerra civil particip¨® en el las Conversaciones Cat¨®licas de Gredos. En marzo de 1962 fue nombrado embajador de Espa?a en Washington y posteriomente embajador ante la Santa Sede. Regres¨® a Madr¨ªd a finales de 1972 y fue ministro de Justica en el primer Gobierno de la Monarqu¨ªa.
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