El Partido Radical italiano debate en un congreso nacional su eventual disoluci¨®n
El 32? congreso nacional del Partido Radical italiano (PR), cuyo l¨ªder indiscutible sigue siendo Marco Pannella, se inaugur¨® ayer en Roma con la espada de Damocles de su eventual disoluci¨®n como problema n¨²mero uno del debate. Quiz¨¢ por esta raz¨®n, nunca un congreso radical despert¨® tanta expectaci¨®n en Italia ni tuvo tanta repercusi¨®n en la Prensa.El mismo presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, quiso asistir ayer a la inauguraci¨®n oficial del congreso, aunque estaba ya con un pie en el avi¨®n que hab¨ªa de llevarle a Pek¨ªn, donde iniciara una visita oficial a China. Junto a Craxi, se encontraban presentes el ministro de Defensa, Giovanni Spadolini, como secretario general del Partido Republicano Italiano (PRI); Renato Altisimo, nuevo secretario del Partido Liberal Italiano (PLI); Claudio Martelli, vicesecretario del Partido Socialista Italiano, (PSI), y Marco Capanna, secretario general de Democracia Proletaria. Quienes no enviaron a sus secretarios generales al congreso fueron la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Comunista Italiano (PCI), los dos grandes adversarios pol¨ªticos del peque?o pero agresivo grupo radical. Ambos partidos estuvieron, sin embargo, representados por miembros de la direcci¨®n.
Adem¨¢s, cosa que agradecieron mucho los radicales, estuvo en primera fila el nuevo presidente de la RAI, el socialista Eugenio Manca, a quien los radicales acaban de entregar un libro blanco sobre la televisi¨®n estatal para demostrar la discriminaci¨®n de que en el ¨²ltilmo a?o ha sido objeto el partido de Pannella.
Hasta el ¨²ltimo d¨ªa, el pr¨®ximo domingo por la tarde, los raidicales mantendr¨¢n el suspense de si continuar¨¢n como partido o si se disolver¨¢n como organizaci¨®n pol¨ªtica. Algunos han hablaido de "suicidio", pero Pannella iba protestado en¨¦rgicamente ante esa afirmaci¨®n respondiendo que, si acaso, se tratar¨ªa de "exterminio ".
Acusaciones
Los radicales italianos acusan a partidos pol¨ªticos e instituciones de haberles hecho la vida imposible, oblig¨¢ndoles de ese modo a considerar la decisi¨®n explosiva de desaparecer como fuerza pol¨ªt¨ªca.S¨®lo al final del congreso se podr¨¢ saber cu¨¢l va a ser la nueva identidad radical, demasiado viva en Italia para que pueda desaparecer. Los radicales siempre tienen mil estratagemas para hacerse notar, para sobrevivir y hacer ruido.
Aun los adversarios pol¨ªticos de los radicales se sienten preocupados citando se habla de la eventual desaparici¨®n del partido de Pannella y admiten que, con todas sus contradicciones e irreverencias, si el PR no existiera, habr¨ªa que inventarlo.
En el fondo, todos agradecen las luchas que en el campo de los derechos civiles ha llevado a cabo en Italia el PR, como tambi¨¦n la desacralizaci¨®n a la que somete a la pol¨ªtica burocr¨¢tica y al clientelismo.
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