El SIDA, en la urnas
La obligaci¨®n de declarar la enfermedad se somete el pr¨®ximo martes a refer¨¦ndum en California
El s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha pasado en California de ser un problema sanitario a ser un conflicto pol¨ªtico. Una propuesta electoral, que de ser aprobada obligar¨ªa a vigilar a quienes padecen el SIDA o son portadores del virus que lo propaga, ha trasladado la cuesti¨®n de los hospitales a la arena pol¨ªtica. En juego se hallan miles de vidas. Se estima que en California hay m¨¢s de 300.000 personas afectadas por el virus. En San Francisco, el SIDA es ya la cuarta causa de mortalidad.
La propuesta que van a votar el pr¨®ximo martes los californianos pide que el SIDA sea considerado, una "enfermedad declarable", y, por tanto, que todos aquellos que la padecen o aquellos que han estado en contacto con el virus que la causa sean sometidos a la legislaci¨®n que se aplica en estos casos. Es decir, que los afectados o posibles afectados han de ser sometidos a an¨¢lisis obligatorios; y pueden llegar a ser recluidos, en cuarentena.Desde 1981 y hasta el pasado mes de septiembre se han declarado en Estados Unidos 26.875 casos de SIDA, de los que 15.070 se han resuelto en muerte. Para California, esas cifras quedan en 5.992 casos, con 2.966 muertes. En San Francisco, junto con Los ?ngeles y Nueva York, uno de los grandes focos de infecci¨®n, se producen mensualmente alrededor de 100 nuevos casos. San Francisco esta considerada como la capital gay de Estados Unidos.
Se estima que hay en el pa¨ªs 1,5 millones de personas que son portadoras del virus, aunque no todas desarrollar¨¢n el s¨ªndrome, que supone la destrucci¨®n del sistema inmunol¨®gico del organismo. De aqu¨ª a cinco a?os, seg¨²n predicciones gubernamentales y de la comunidad m¨¦dica norteamericana, habr¨¢ 270.000 enfermos y se habr¨¢n producido 180.000 muertes.
"Si no se imponen inmediatamente medidas para detener la expansi¨®n de esta mortal enfermedad, el SIDA ser¨¢ pronto la principal causa de muerte en Estados Unidos", vaticina Khushro Ghandhi, autor de la proposici¨®n 64. En esto est¨¢n de acuerdo quienes se oponen a la propuesta. Es en lo ¨²nico que coinciden unos y otros.
La llamada iniciativa anti SIDA ha sido auspiciada por Lyndon LaRouche, un enigm¨¢tico personaje con un err¨¢tico activismo pol¨ªtico que lo llev¨® del trosquismo a la extrema derecha, en la que actualmente se encuentra, y que cree ver en Isabel II de Inglaterra el cerebro del tr¨¢fico mundial de droga y en Henry Kissinger a un agente de Mosc¨². LaRouche y sus seguidores tienen una particular fobia hacia los homosexuales, el grupo m¨¢s numeroso de los afectados por el SIDA, y a trav¨¦s de la propuesta pretenden someterlos a control. "No odio a los homosexuales, odio el sistema de vida homosexual", dice William Dannemeyer, congresista republicano en el Parlamento de California y uno de los escasos hombres p¨²blicos que apoyan la iniciativa.
Los partidarios de la propuesta sostienen que el virus puede propagarse a trav¨¦s del contacto casual con un portador y que puede ser transmitido por mosquitos. Apoyan esta tesis dos m¨¦dicos norteamericanos. Un tercer facultativo brit¨¢nico con el que contaban los larouchistas para reforzar su tesis dice que tales ideas "son err¨®neas; son exageraciones, pero [LaRouche] es un pol¨ªtico ?no es verdad?".
A tan escasas fuerzas, aliadas con el miedo que en la calle produce lo desconocido, se enfrentan desde las asociaciones de m¨¦dicos, enfermeras y hospitales de California a la Cruz Roja norteamericana. Los obispos cat¨®licos californianos, junto con los partidos dem¨®crata y republicano, tambi¨¦n est¨¢n en contra de la proposici¨®n, al igual que todas las figuras pol¨ªticas del Estado. Las ¨²ltimas declaraciones en este sentido las han realizado C. Everett Koop, cirujano general, con un cargo equivalente a ministro de Sanidad, y un destacado grupo de miembros del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias.
"La cuarentena no es el modo de tratar el SIDA, porque el SIDA no se extiende por contacto casual", ha dicho Koop. "Creo que la propuesta deber¨ªa ser rechazada".
Obligatorio informar
De ser aprobada la iniciativa, ser¨ªa obligatorio informar sobre las personas que tienen el virus, y las autoridades sanitarias deber¨ªan realizar an¨¢lisis a millones de individuos para localizar a todos los portadores del virus. Quienes discuten el plan calculan que 100.000 personas con trabajos en la hosteler¨ªa o en la educaci¨®n podr¨ªan ser despedidas por padecer una enfermedad calificada de contagiosa. Un estudio realizado en la universidad de Berkeley estima que el coste de tales medidas no ser¨ªa inferior a los 2.350 millones de d¨®lares.Los cr¨ªticos insisten en que el virus s¨®lo puede transmitirse en circunstancias muy concretas -por medio de relaciones sexuales con una persona afectada, a trav¨¦s de una jeringuilla contaminada o mediante una transfusi¨®n de sangre que contenga el virus-, y que por ello el SIDA no se propaga como una enfermedad infecciosa convencional. Dicen tambi¨¦n que la aprobaci¨®n de la proposici¨®n 64 har¨ªa desaparecer los fondos para la investigaci¨®n, al tenerse que dedicair todos los esfuerzos presupuestarios al seguimiento de los enfermos, y que "la gente no se someter¨ªa a an¨¢lisis para arriesgarse a ser fichado y puesto en cuarentena", en palabras de Mervyl Silverman, de la Asociaci¨®n M¨¦dica de California.
En consecuencia, deducen, la enfermedad se extender¨ªa a mayor velocidad. "Hay que dejar la pol¨ªtica fuera de esto y reducirlo a una cuesti¨®n sanitaria", dice Silverman. En cuestiones de sanidad, la iniciativa correspondea los m¨¦dicos y no a las urnas, declaran los que se oponen a la propuesta. Los cr¨ªticos han realizado una intensa campa?a propagand¨ªstica entre una poblaci¨®n del Estado, que en un 60% de los casos considera al SIDA como el principal problema sanitario de California. Los resultados de la campa?a son descorazonadores para ellos. La mitad de la poblaci¨®n no tiene criterio formado sebre la proposici¨®n, que aprueba el 16% de los encuestados y rechaza el 35%.
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