La mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado amenaza los planes de Reagan en Nicaragua

La escalada militar de Ronald Reagan en Nicaragua y su sue?o de una defensa espacial antimisiles, "que proteja como el tejado de una casa cubre de la lluvia", pueden verse frenados por el nuevo Senado, en manos de los dem¨®cratas. El objetivo del presidente de acabar con los sandinistas antes de abandonar la Casa Blanca es ahora m¨¢s dif¨ªcil, y 1987, con la CIA ya controlando nuevamente la guerra sucia de la contra y con dinero fresco para aumentar la presi¨®n militar, ser¨¢ el a?o decisivo para que la Administraci¨®n empuje la "liberaci¨®n" de Nicaragua.
Pero Reagan tiene ahora enfrente a un presidente del Comit¨¦ de Asuntos Exteriores del Senado, el dem¨®crata Calaiborne Pell, que ya ha advertido que el ¨¦nfasis debe ser puesto en la negociaci¨®n y no en los contras; "todos sabemos que son unos terroristas", dice.Antes de que el Congreso n¨²mero 100 comience sus deliberaciones, el pr¨®ximo enero, la Administraci¨®n conf¨ªa en que los 100 millones de d¨®lares (unos 13.700 millones de pesetas) ya aprobados para ayudar a los "luchadores de la libertad", como los llama el presidente; su entrenamiento por boinas verdes norteamericanos y una pol¨ªtica de aislamiento creciente de Nicaragua comenzar¨¢n a dar sus primeros frutos. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) controla el d¨ªa a d¨ªa de la guerra de Nicaragua, bajo la supervisi¨®n pol¨ªtica del Departamento de Estado. Aviones de transporte H¨¦rcules est¨¢n preparados para, desde aeropuertos en islas hondure?as, rearmar a los rebeldes.
Se trata de conseguir alguna victoria significativa en el interior de Nicaragua, una toma de territorio con el aislamiento de la costa atl¨¢ntica nicarag¨¹ense de los centros de poblaci¨®n del sur del pa¨ªs y el sabotaje de la cosecha del caf¨¦, para presentar al nuevo Congreso la imagen de una "contra eficaz". La Administraci¨®n prepara tambi¨¦n una potente radio para los rebeldes, que emitir¨¢ desde Costa Rica, y est¨¢ forzando a los dirigentes de la contra para que se cubran con un programa pol¨ªtico que atraiga a los descontentos con el sandinismo.
La pr¨®xima primavera, cuando se agoten los 100 millones, la Administraci¨®n deber¨¢ volver a solicitar m¨¢s dinero al Congreso para esta guerra impopular (dos de cada tres norteamericanos se oponen a la intervenci¨®n de su pa¨ªs), que el presidente no se ha atrevido a utilizar en la pasada campa?a. Si en anteriores ocasiones la ayuda pas¨® en el Senado por 53 votos contra 47, en el futuro este margen puede estrecharse o incluso cambiar de signo.
Pell es un firme opositor a la pol¨ªtica centroamericana del presidente, a diferencia de Richard Lugar, el hasta ahora presidente del Comit¨¦ de Exteriores. Se espera que conceda un papel m¨¢s relevante a los presidentes de los subcomit¨¦s, como los senadores Cranston, Dodd o Kerry, los m¨¢s activistas en la oposici¨®n a la pol¨ªtica exterior de la Casa Blanca. Un comit¨¦ de justicia presidido por Edward Kennedy podr¨¢ utilizar su capacidad de formar comisiones de investigaci¨®n para impedir que la Casa Blanca se salte la ley y trate de reanudar la ayuda encubierta a la contra nicarag¨¹ense.
"Actuaremos como contrapeso de la doctrina Reagan de intervenci¨®n activa contra reg¨ªmenes izquierdistas. El pueblo norteamericano no quiere que se utilice primero la opci¨®n militar", ha afirmado el probable futuro l¨ªder de la mayor¨ªa en el Senado, Robert Byrd.
Plan antisandinista
La Casa Blanca conf¨ªa todav¨ªa en que podr¨¢ conseguir compromisos, formando una coalici¨®n con los dem¨®cratas sure?os m¨¢s moderados, para mantener su pol¨ªtica de presi¨®n militar sobre Managua. Mientras tanto, la Administraci¨®n da los ¨²ltimos toques estos d¨ªas a su doble pol¨ªtica de activismo militar y presi¨®n pol¨ªtica sobre los comandantes nicarag¨¹enses. La Casa Blanca est¨¢ debatiendo un plan para conseguir un aislamiento completo de Nicaragua, que en ¨²ltima instancia llevar¨ªa a la ruptura de relaciones diplom¨¢ticas entre Washington y Managua, posibilidad que ya defiende un sector de la Administraci¨®n.El secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Elliot Abrams, suscit¨® esta posibilidad en el curso de un reciente viaje a los pa¨ªses centroamericanos y presion¨® en las distintas capitales para que est¨¦n preparadas para una ruptura colectiva de relaciones o, al menos, la retirada temporal de sus embajadores y la disminuci¨®n de sus representaciones en Managua.
El Gobierno tambi¨¦n aumentar¨¢ su presi¨®n sobre los pa¨ªses europeos para evitar declaraciones favorables a Nicaragua, viajes de l¨ªderes aliados a ese pa¨ªs y que no se entorpezca la apertura de oficinas de la contra, inform¨® esta semana el peri¨®dico Miami Herald, que citaba a fuentes gubernamentales. Al mismo tiempo, se contin¨²an poniendo al d¨ªa los planes para una eventual intervenci¨®n militar directa, que no ha sido aprobada, pero tampoco descartada, se?alan fuentes fidedignas.
Operaciones "quir¨²rgicas" a cargo de la fuerza a¨¦rea norteamericana sobre aeropuertos nicarag¨¹enses para destruir los helic¨®pteros sovi¨¦ticos y un bloqueo naval para impedir la llegada de suministros de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Cuba, y no una invasi¨®n por tierra de los marines, son los planes de contingencia barajados.
La 82? Divisi¨®n Aerotransportada, basada en Fort Bragg (Carolina del Norte), el ¨²nico cuerpo del Ej¨¦rcito preparado para invadir territorio enemigo, acaba de concluir unas importantes maniobras para entrenar a sus 14.000 paracaidistas para el combate en Centroam¨¦rica. "Esperamos que Danny Ortega [el presidente nicarag¨¹ense] capte el mensaje", afirm¨® un oficial de aqu¨¦lla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Nicaragua
- Partido Dem¨®crata EE UU
- Contra nicarag¨¹ense
- Partido Republicano EE UU
- Revoluci¨®n Sandinista
- Estados Unidos
- Guerrillas
- Centroam¨¦rica
- Guerra
- Revoluciones
- Acci¨®n militar
- Historia contempor¨¢nea
- Gobierno
- Am¨¦rica
- Conflictos pol¨ªticos
- Historia
- Conflictos
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica