Ricardo Solfa
Un 'nuevo' cantante, antes llamado Jaume Sisa, que reniega de su pasado
El cantante Ricardo Solfa lleva un ritmo de crecimiento inusual. Naci¨®, seg¨²n sus palabras, hace tan s¨®lo 12 meses, y en su primer a?o de vida ya se afeita; mide cerca de 1.80 metros; tiene el servicio militar cumplido; sabe leer, escribir y las cuatro reglas fundamentales, e incluso ha viajado al extranjero en busca del amor perdido. Cuando la gente trata de identificarle con Jaume Sisa, cantautor catal¨¢n retirado ahora hace dos a?os, se indigna y niega furiosamente que sea ¨¦l. Solfa ofrecer¨¢ su deb¨² en solitario en una sala de la modernidad madrile?a dentro de pocos d¨ªas.
El enfado del cantante sorprende, porque las diferencias entre este desconocido artista y el cantautor retirado estriban en poco m¨¢s que las gafas, el autendo y el peinado. Pero ¨¦l no s¨®lo lo niega todo con voz rotunda y aspavientos con los brazos, sino que adem¨¢s dice estar harto de que se le pregunte por ese se?or "con quien no tengo nada que ver". En su tarjeta de visita figura, junto al nombre de Ricardo Solfa, el t¨¦rmino int¨¦rprete polifac¨¦tico, denominaci¨®n de origen que el cantante ha elegido para definirse.Su proyecto de regenerar la canci¨®n mel¨®dica consiste en "moverme entre cuatro puntos cardinales: por un lado, el lirismo de la canci¨®n espa?ola; por otro, un sonido pop contempor¨¢neo. Sin olvidar la coherencia tem¨¢tica de los cantautores y la comercialidad del hilo musical. Este tipo de canci¨®n creo que hoy no se da en la canci¨®n espa?ola, y pretendo que sea la s¨ªntesis de las grandes cimas en este terreno como pueden ser Concha Piquer, Antonio Mach¨ªn y Serrat". El hecho de que no se le conozca lo atribuye a la grave amnesia que dice sufrir con respecto a su pasado, aunque recuerda algo: "He trabajado toda la vida en orquestas de baile; he actuado en cruceros, hoteles y estaciones de esqu¨ª". No quiere recordar, por el contrario, los miles de discos que vendi¨® cuando era Sisa ni c¨®mo abarrotaba el p¨²blico sus actuaciones con el cabaret gal¨¢ctico. Hasta tal punto reniega de su pasado que resulta imposible comprender las razones de su aborrecimiento.
Ahora dice que ha empezado de nuevo, instalado definitivamente en Madrid. Tras sus contactos con los ambientes art¨ªsticos de la capital ha decidido ser cantante, "pero mel¨®dico a la vez que moderno", una l¨ªnea, mal que le pese, que no se diferencia tanto de sus ¨²ltimos a?os como Jaume Sisa. En su segunda vida ha actuado en el espect¨¢culo teatral La reina del Nilo; ha interpretado la m¨²sica de la pel¨ªcula Delirios de amor, que se estrena el pr¨®ximo jueves en Madrid; ha colaborado en el ¨²ltimo recital y disco de Joaqu¨ªn Sabina con una canci¨®n sobre la condici¨®n femenina, y ha intervenido en alguna que otra pel¨ªcula.
Todas sus respuestas son de una ambig¨¹edad calculada y de una iron¨ªa seriamente entendida. Su aspecto es de una curiosa elegancia decadente, con formas que de tan formales y antiguas pueden llegar a ser innovadoras. Si se le pregunta sobre sus virtudes, responde con voz pausada: "Soy un buen chico". Pero de sus vicios no habla; s¨®lo dice: "Tengo el defecto de ense?ar la oreja y encima ser un desuellacaras". Este ¨²ltimo t¨¦rmino no existe en todos los diccionarios, pero en alguno de los extensos se explica como "persona descarada y de costumbres licenciosas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.