El asesinato de un dirigente musulm¨¢n filipino aliado de Aquino reaviva la amenaza de golpe de Estado
ANTONIO CA?O, ENVIADO ESPECIALEl asesinato ayer en Manila de un importante dirigente musulm¨¢n aliado de la presidenta Coraz¨®n Aquino, junto con los dos miembros de su escolta, desat¨® fuertes rumores sobre un golpe de Estado, que mantuvieron en vilo durante toda la noche la capital filipina. Unidades militares ejerc¨ªan esta madrugada una vigilancia especial sobre dos canales de televisi¨®n, que segu¨ªan conectados al cierre de esta edici¨®n ofreciendo una programaci¨®n especial a la espera de alguna comunicaci¨®n extraordinaria
. Un portavoz del canal gubernamental dijo a EL PAIS que hab¨ªa recibido instrucciones del Palacio de Malaca?ang, sede de la jefatura del Estado, de mantenerse en el aire hasta recibir noticias desde la Presidencia. En Malaca?ang, ning¨²n portavoz oficial quiso hacer comentarios sobre los crecientes rumores, aunque uno de los funcionarios manifest¨® que, a la hora de comunicar con este enviado especial (cerca de las tres de la madrugada, hora de Filipinas), hab¨ªa miembros del Gobierno en Malaca?ang y el servicio de prensa permanec¨ªa en su puesto.La misma fuente de la Presidencia confirm¨® que hab¨ªa "unidades de vigilancia" en el canal del Gobierno y en uno de los privados. El primero de ellos ofreci¨®, hasta las tres y media de la madrugada, una pel¨ªcula de terror, despu¨¦s un filme norteamericano sobre la guerra contra Jap¨®n en Filipinas, en la que, como si de un chiste de mal gusto se tratase, tiene un papel secundario un hermano de Benigno Aquino, Agapito Butz Aquino, representante del Gobierno en las negociaciones de paz con la guerrilla musulmana. El canal 9 manten¨ªa en pantalla en la madrugada espect¨¢culos deportivos grabados.
Acciones de protesta
En las calles no se apreciaba anoche ning¨²n movimiento especial de tropas, ni siquiera en torno al palacio presidencial ni a otros edificios p¨²blicos. A lo largo del d¨ªa se hab¨ªan producido acciones de protesta por parte de los militares en dos de las principales ciudades del pa¨ªs, Ceb¨² y Butuan, donde unos 3.000 soldados se hab¨ªan manifestado en sus cuarteles a favor de las exigencias hechas p¨²blicas en d¨ªas anteriores por el ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile. ?ste hab¨ªa solicitado a la presidenta un inmediato reajuste del Gobierno,la aceptaci¨®n de la Constituci¨®n de 1973 y la convocatoria de elecciones presidenciales. La primera de esas recomendaciones fue respaldada el pasado viernes por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas filipinas, general Fidel Ramos, quien con esadeclaraci¨®n marc¨® distancias por primera vez con la presidenta Aquino.
El jefe militar de la provincia de Butuan, coronel Rub¨¦n Cabagnot, confirm¨® los movimientos de protesta de sus soldados y dijo que algunos de ellos ten¨ªan la intenci¨®n de permanecer en vigilia toda la noche, en el interior del cuartel Campo Rafael Rodr¨ªguez. En Ceb¨², algunos de los militares hostiles al Gobierno lanzaron desde un helic¨®ptero planfletos de apoyo a las demandas de Ponce Enrile y Ramos.Observadores locales estimaban que los rumores de esta madrugada son los m¨¢s intensos y cre¨ªbles desde que Coraz¨®n .Aquino lleg¨® a la presidencia en febrero pasado. Los rumores tomaron cuerpo poco despu¨¦s de conocerse el asesinato del dirigente musulm¨¢n Ulbert UlamaTugung, que fue acribillado ayer en el centro de Manila por unos desconocidos que le dispararon desde un autom¨®vil.
En el mismo atentado resultaron heridos un canadiense y su compa?era filipina, que pasaban casualmente por el lugar del suceso.
Ulbert Ulama Tugung, de 47 a?os, estaba considerado el principal dirigente de la comunidad musulmana de la isla de Mindanao, al sur del pa¨ªs, donde la presidenta Aquino estaba a punto de conseguir un acuerdo de alto el fuego con la guerrilla mora de aquella regi¨®n, que opera desde hace 14 a?os. El dirigente asesinado acababa de mantener en Manila varias reuniones con la presidenta para respaldar la Constituci¨®n que el Gobierno de Aquino someter¨¢ a refer¨¦ndum el pr¨®ximo 2 de febrero.
El asesinato de Ulbert Ulama Tugung sucede en pocos d¨ªas a los del dirigente izquierdista Rolando Olalia y el empresario, y amigo de Ponce Enrile, David Puz¨®n, y el secuestro de un importante ejecutivo japon¨¦s.
Clima de perturbaci¨®n
Esta ola de atentados que afectan a sectores importantes de la sociedad filipina ha creado el clima de mayor perturbaci¨®n pol¨ªtica que conoce el pa¨ªs desde el derrocamiento de Marcos.
A este ambiente ha contribuido la suspensi¨®n de las conversaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla comunista del nuevo ej¨¦rcito del pueblo.
Este di¨¢logo se encuentraahora al borde de un fracaso definitivo, seg¨²n reconoci¨® ayer el negociador por parte del Gobierno, el ministro de Agricultura Ram¨®n Mitra.
Mitra anunci¨® al t¨¦rmino de una reuni¨®n de tres horas con la presidenta, que ¨¦sta est¨¢ ahora convencida de que no podr¨¢ firmarse un acuerdo de alto el fuego en el presente mes y estudia, por tanto, un cambio de pol¨ªtica hacia los rebeldes.
Una actitud de mano firme con la guerrilla hab¨ªa sido solicitada insistentemente por los militares golpistas. El propio general Ramos tambi¨¦n lament¨® el pasado viernes que los rebeldes tengan ahora m¨¢s elementos en sus filas que durante el Gobierno de Marcos.
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