Osorio y Herrero encabezan dos operaciones diferentes para hacerse con el poder en AP

La sucesi¨®n de Manuel Fraga al frente de Alianza Popular ha desatado una lucha por el poder en el seno del principal partido de la oposici¨®n, reconocieron ayer representantes de diversos sectores aliancistas. Los dirigentes de AP mantienen la tesis de que toda operaci¨®n de montar un nuevo centro derecha como alternativa al socialismo est¨¢ subordinada a la soluci¨®n de los problemas internos de AP, donde existen posturas claramente enfrentadas entre los vicepresidentes del partido. Ambos sectores se muestran pesimistas sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo para cuando ma?ana se re¨²na la ejecutiva del partido.

La tesis sustentada por el vicepresidente y portavoz parlamentario, Miguel Herrero, en el sentido de que la sucesi¨®n de Fraga debe hacerse de una forma "r¨¢pida", choca con la opini¨®n de quienes, como el tambi¨¦n vicepresidente Alfonso Osorio, piensan que la designaci¨®n de una nueva figura que encabece la alternativa de centro derecha al socialismo ha de realizarse escalonadamente, en dos etapas.La candidatura de Miguel Herrero a la presidencia de AP, que fue la primera lanzada desde sectores del grupo parlamentario y del aparato del partido, suscita fuertes reticencias en otros ¨¢mbitos aliancistas, que acusan al portavoz popular de querer "hacerse con el poder mediante una especie de golpe de mano". La tesis de Herrero consiste en que es necesario designar, cuanto antes, al sucesor de Fraga, para evitar "desgastes" al partido. Este sucesor ser¨ªa el encargado de convocar el congreso extraordinario, pero permanecer¨ªa al frente del partido tras este congreso.

Herrero cuenta con el apoyo expl¨ªcito de los secretarios generales adjuntos, especialmente de Rodrigo Rato y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y tambi¨¦n del secretario general, Alberto Ruiz Gallard¨®n, quien, en todo caso, trata de mantener una posici¨®n de equilibrio; ayer, Ruiz Gallard¨®n, quien no esconde su escasa voluntad de mantenerse en el cargo, expres¨® su creencia de que en AP no se desatar¨¢ una "guerra" para alcanzar el poder y afirm¨® que ¨¦l tratar¨¢ de "evitar situaciones conflictivas".

Herrero tiene tambi¨¦n el apoyo de parte del aparato del partido, que ve en ¨¦l la mejor opci¨®n para evitar que AP "se disgregue". Pero el lanzamiento de su candidatura a la sucesi¨®n, propiciada el martes, antes de que se celebrase la reuni¨®n de la Junta Directiva Nacional que rechaz¨® la dimisi¨®n de Fraga, desde un peri¨®dico tradicionalmente ligado a AP, suscit¨® los recelos de otros dirigentes aliancistas.

La reuni¨®n que, a mediod¨ªa del martes, mantuvieron los cuatro vicepresidentes -Alfonso Osorio, Miguel Herrero, Fernando Su¨¢rez y Gerardo Fern¨¢ndez Albor- no sirvi¨® para unificar criterios, aunque s¨ª para dejar patente la falta de aspiraciones de Su¨¢rez y Fern¨¢ndez Albor por hacerse con el liderazgo de AP. Tampoco el encuentro mantenido ayer por la tarde entre Herrero y Osorio "aclar¨® demasiado el panorama", seg¨²n medios aliancistas.

El l¨ªder del partido en Andaluc¨ªa, Antonio Hern¨¢ndez Mancha, fue el primero en reaccionar ante la proclamaci¨®n anticipada de Herrero. Reclam¨® p¨²blicamente la celebraci¨®n inmediata del congreso extraordinario y se reuni¨® en Madrid con los diputados andaluces, parte de los cuales se mostraron dispuestos a retirar su apoyo a Herrero en caso necesario. Fuentes pr¨®ximas a Hern¨¢ndez Mancha subrayaron que no se trata de que ¨¦ste conceda o niegue su apoyo a Herrero, sino de que piensa que debe ser la "fuerza de los votos" de los militantes la que decida, en un congreso, qui¨¦n debe encabezar el partido. Estas mismas fuentes indicaron que el propio Hern¨¢ndez Mancha, que cuenta con considerables dosis de popularidad y controla la organizaci¨®n territorialmente m¨¢s poderosa de AP, podr¨ªa "dejarse tentar" y lanzar su candidatura.

El vicepresidente Alfonso Osorio asegura haber renunciado a toda pretensi¨®n de suceder a Fraga, aunque se muestra dispuesto a "pilotar un per¨ªodo de transici¨®n" hasta la celebraci¨®n del congreso extraordinario, tal vez en febrero. Medios pr¨®ximos a Osorio indicaron que "quien dirija el partido hasta el congreso extraordinario no debe ser candidato a la presidencia de AP tras el congreso". Los partidarios de Osorio argumentan que es el hombre ideal para nuclear una opci¨®n de centro derecha, llamando a las filas de AP a muchos independientes o, incluso, a muchos militantes de otras formaciones, especialmente del PDP de ?scar Alzaga. Sin olvidar al Partido Liberal, coligado con AP, cuyo l¨ªder, Jos¨¦ Antonio Segurado, preside interinamente el Grupo Parlamentario Popular

'Operaci¨®n UCD'

El sector Osorio tampoco descarta propiciar una operaci¨®n UCD aglutinando, en forma de coalici¨®n, a diversos partidos de signo conservador y moderado, desde AP hasta las formaciones para las que Fraga era un obst¨¢culo, como el PDP -cuyos dirigentes aseguran, sin embargo, hallarse "cada vez m¨¢s lejos de AP"- o las peque?as formaciones, casi unipersonales, encabezadas por los disidentes aliancistas, como Jorge Verstrynge, por un lado, y Carlos Ruiz Soto y Gabriel Camu?as, por otro. Los partidarios de una sucesi¨®n en dos etapas piensan que, probablemente, "tan s¨®lo, alguien actualmente ajeno a las luchas internas de AP" podr¨ªa lograr un acercamiento entre todos los grupos no socialistas.Los nombres m¨¢s citados para una sucesi¨®n en la segunda etapa, tras el congreso extraordinario, son los del secretario general del Consejo de Europa, Marcelino Oreja; el comisario europeo, Abel Matutes; el empresario Carlos; Ferrer y el actual presidente del PDP en Castilla y Le¨®n, Rodolfo Mart¨ªn Villa. Cada uno de estos nombres tiene tras s¨ª padrinos y operaciones diferentes respald¨¢ndoles. Matutes, que se entrevist¨® ayer en Bruselas con Carlos Robles Piquer, le comunic¨® a ¨¦ste que quiere concluir su mandato europeo -que termina a finales de 1988-. Ferrer Salat declar¨® que hay "personas mejores" que ¨¦l para sustituir a Fraga, mientras que Oreja se muestra dispuesto a volver solamente si se pone en marcha una verdadera operaci¨®n de uni¨®n del centro y la derecha, y Mart¨ªn Villa guarda silencio, aunque parece dispuesto a concurrir con el PDP en las elecciones auton¨®micas. En conversaciones privadas, tambi¨¦n Mart¨ªn Villa se ha mostrado favorable a un "entendimiento" electoral con otras fuerzas de la derecha.