Un ex agente brit¨¢nico acusa a Thatcher de no saber nada de espionaje

Peter Wright, el ex agente del contraespionaje brit¨¢nico cuyas memorias intenta impedir que se publiquen el Gobierno de Londres, acus¨® ayer a la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, de haber dado una informaci¨®n "err¨®nea" al Parlamento sobre la penetraci¨®n sovi¨¦tica en los servicios secretos como consecuencia de su ignorancia sobre los temas de espionaje.

Wright, que prest¨® declaraci¨®n ayer en el juicio iniciado por el Gobierno brit¨¢nico ante un juzgado de Sidney, en un intento de conseguir la prohibici¨®n de la publicaci¨®n de sus memorias-, manifest¨® que, cuando la se?ora Thatcher lleg¨® al poder, en 1979, ¨¦l crey¨® "que llegaba con una escoba para limpiar" todas las oficinas del Gobierno.Sin embargo, seg¨²n Wright, la declaraci¨®n que la primera ministra hizo al Parlamento en 1979, poco desp¨¢¨¦s de hacerse p¨²blico que el asesor de arte de la reina, Anthony Blunt, formaba parte de la red de dobles agentes sovi¨¦ticos, junto a Guy Burgess, Donald McLean y Kim Philby, fue "gravemente err¨®nea, ya que debi¨® revelar todo o callarse". "Creo que en esa ocasi¨®n [la se?ora Thatcherl fue enga?ada por el MI-5 [el servicio de contraespionaje]", a?adi¨® Wright.

El antiguo caza-esp¨ªas brit¨¢nico, que se especializ¨® en el descubrimiento de agentes sovi¨¦ticos en los servicios de inteligencia del Reino Unido, se limit¨® a leer en el juicio una declaraci¨®n jurada que hab¨ªa sido negociada previamente con el fiscal representante de la Administraci¨®n brit¨¢nica para que pudiera leerse en audiencia p¨²blica y no a puerta cerrada,

En sus memorias, Wright, de 71 a?os y con una salud totalmente precaria, pretende que la penetraci¨®n sovi¨¦tica, tanto del KGB -Comit¨¦ de Seguridad del Estado sovi¨¦tico- como de la GRU -la inteligencia militar-, fue de tal magnitud que alcanz¨® a sir Roger Hollis, durante a?os director general del MI-5 y, como tal, jefe de Wright. En una declaraci¨®n sobre Hollis, hecha por Margaret Thatcher ante la C¨¢mara de los Comunes en 1981, la primera ministra afirm¨® que, tras dos investigaciones oficiales, no se hab¨ªa podido encontrar ninguna prueba que le ligase con los servicios de espionaje sovi¨¦ticos.