Un s¨®lido fondo de cl¨¢sicos

La publicaci¨®n de las Obras completas de Federico Garc¨ªa Lorca marca el inicio de la nueva etapa emprendida por la Editorial Aguilar, una de las m¨¢s se?eras en el panorama editorial espa?ol, despu¨¦s del cambio de propiedad de la empresa. ?sta present¨® suspensi¨®n de pagos en diciembre de 1982, y en marzo de 1986 fue adquirida por el grupo editorial Tim¨®n, que se hizo cargo de las deudas acumuladas.La crisis se debi¨® fundamentalmente a la situaci¨®n econ¨®mica de Am¨¦rica Latina y, en particular, a las deudas acumuladas por las filiales de M¨¦xico y Argentina.Seg¨²n dijo ayer Ignacio Cardenal, director general del grupo Tim¨®n, durante la presentaci¨®n de las Obras completas de Garc¨ªa Lorca, la llegada de Aguilar al mundo editorial supuso en su d¨ªa "un soplo de aire fresco".

Cardenal explic¨® que "la nueva etapa supone un reto, sobre todo teniendo en cuenta el delicado momento que atraviesa la edici¨®n en Espa?a".

La editorial Aguilar, SA, fue fundada en 1923 por Manuel Aguilar Mu?oz y, en la ¨²ltima etapa, el director-gerente de la empresa era su sobrino Carlos Aguilar G¨®mez. Gracias a un elegante dise?o y a una cuidada edici¨®n, Aguilar se convirti¨® en la editorial por excelencia de los cl¨¢sicos de la literatura. Destacan las ediciones de Miguel Hern¨¢ndez, Benito P¨¦rez Gald¨®s, Tirso de Molina y Azor¨ªn, entre otros.

Las colecciones m¨¢s importantes de la editorial fueron las de Obras Eternas -en las que destacan las de Cervantes, publicadas en 1928, y las de Shakespeare, Wilde, Quevedo, Dostoiewski y santa Teresa de Jes¨²s-; la Biblioteca de Autores Mo dernos -Simone de Beauvoir y Mark Twain, entre otros-, y la colecci¨®n Joya, adem¨¢s de la de Premios Nobel, donde se encuentra, por ejemplo, la poes¨ªa de Pablo Neruda. Tuvo gran aceptaci¨®n la colecci¨®n Crisol, formada por peque?os libros encuadernados en piel roja, y su peque?a colecci¨®n Crisol¨ªn. Por lo general, todos estos libros contaban con excelentes introducciones a la obra de sus autores.

Plat¨®n y otros fil¨®sofos

Seg¨²n dijo en su d¨ªa Ignacio Cardenal, director general del grupo Tim¨®n, Aguilar tiene, adem¨¢s de uno de los fondos de poes¨ªa espa?ola m¨¢s importantes, "una interesante colecci¨®n de novela policiaca y una de las mejores colecciones de arquitectura". Otras colecciones son las de literatura infantil, las obras de consulta, ciencia y t¨¦cnica, ciencias sociales, cultura e historia, etc¨¦tera.

Es notable la labor que cumpli¨® Aguilar en el terreno del pensamiento, con la edici¨®n de las obras completas de Plat¨®n, y otras de Arist¨®teles, Spinoza, Comte, Spencer, Berkeley, Tayne, Santo Tom¨¢s, Descartes y William James.

Algunos de los libros de Aguilar llevan la menci¨®n de haber sido impresos en Argentina, lo que se deb¨ªa a criterios de comercializ aci¨®n y, a veces, a razones de censura: la Administraci¨®n espa?ola no permit¨ªa la edici¨®n en Espa?a, pero s¨ª la importaci¨®n del libro, siempre y cuando no fuese anunciado ni exhibido en escaparates y que su tirada fuese limitada.

El grupo Tim¨®n re¨²ne, entre otras, a las editoriales Alfaguara, Altea y Taurus, y est¨¢ presidido por Jes¨²s de Polanco. La direcci¨®n de Aguilar corre a cargo de Jaime Salinas, ex miembro del equipo directivo de Seix Barral y ex director general del Libro con el primer Gobierno socialista, auxiliado por Luis Su?¨¦n, cr¨ªtico de literatura. Otros directores del grupo son Miguel Azaola y Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu.

El sello Aguilar contar¨¢ en adelante con la asistencia t¨¦cnica de las empresas de comercializaci¨®n y distribuci¨®n del grupo Tim¨®n, pero mantendr¨¢ su propia identidad en el mercado.

Seg¨²n se anunci¨® cuando se produjo la transferencia de la propiedad, se pretende potenciar la personalidad, el esp¨ªritu y la imagen de una editorial que ha sido clave en la historia de la edici¨®n en. Espa?a.

Cuando present¨® suspensi¨®n de pagos, en 1982, Aguilar ten¨ªa un volumen de ventas de 1.500 millones de pesetas en Latinoam¨¦rica, fundamentalmente en M¨¦xico y Argentina, y una deuda acumulada de unos 480 millones de pesetas.

Las deudas registradas en as filiales americanas de la editorial provocaron una falta de liquidez con derivaciones sobre las deudas financieras en Espa?a. Por ejemplo, en 1981, las ventas de Aguilar en Latinoam¨¦rica alcanzaron los 1.300 millones de pesetas, frente a 500 millones de pesetas en Espa?a.