El juez republicano Lawrence Walsh, designado fiscal especial del 'Irangate'

Lawrence Walsh, un juez republicano de 74 a?os, ex presidente del Colegio de Abogados norteamericano y con 50 a?os de experiencia jur¨ªdica, fue designado ayer fiscal especial del Irangate. Ser¨¢ el encargado de investigar qu¨¦ leyes se violaron y por qui¨¦nes, en la Administraci¨®n o fuera de ella, en el esc¨¢ndalo de la venta de armas a Ir¨¢n y el desv¨ªo de fondos a la contra nicarag¨¹ense, que paraliza a la presidencia de Reagan. Walsh, uno de los juristas m¨¢s relevantes de EE UU, prometi¨® ayer realizar una investigaci¨®n "justa y a fondo".

Ser¨¢ establecido tambi¨¦n un gran jurado. Walsh -que ha sido fiscal, juez federal, abogado privado y vicefiscal general en la Administraci¨®n Eisenhower- ha recibido un mandato amplio de tres jueces federales que le permitir¨¢ investigar no s¨®lo a Oliver North, sino a otras personas del Gobierno, en relaci¨®n con la venta de armas a Jomeini -directamente desde EE UU o indirectamente, v¨ªa Israel- y con todas las operaciones relacionadas con estos suministros desde 1984. Tambi¨¦n podr¨¢ investigar la financiaci¨®n de los env¨ªos y a los intermediarios del complejo negocio, no s¨®lo a los norteamericanos, y la desviaci¨®n de fondos a cualquier persona o pa¨ªs extranjero, sin limitarse ¨²nicamente a Nicaragua o a la contra. Esto le permitir¨¢ indagar, si lo considera conveniente, la financiaci¨®n de las guerras de liberaci¨®n anticomunista en el Tercer Mundo por Reagan, ya sea en Afganist¨¢n o Angola. Tres semanas de investigaciones parlamentarias, 90 horas de testimonios y m¨¢s de 30 testigos no han sido suficientes para aclarar los principales interrogantes del contragate, confirmaron ayer l¨ªderes del Congreso. Al t¨¦rmino de la primera fase de las investigaciones, sigue sin poder establecerse si el teniente coronel Oliver North actu¨® o no por su cuenta; qui¨¦n le autoriz¨® a desviar fondos a la contra: cu¨¢nto dinero fue desviado realmente (ayer se afirmaba que, probablemente, entre 4 y, 10 millones de d¨®lares,menos de lo que se pens¨® en un principio), y qui¨¦n o qui¨¦nes recibieron esa cantidad. Comienza a dudarse de que los contras llegaran a obtener algo. Si es as¨ª, ?qui¨¦n o qui¨¦nes se quedaron con el dinero? Tampoco ha podido establecerse con absoluta certeza cu¨¢ndo y de qu¨¦ forma el presidente dio la luz verde para vender armas a Ir¨¢n. Todas estas preguntas tendr¨¢n que ser respondidas ya en 1987, a trav¨¦s de los trabajos de los comit¨¦s especiales, del Senado y la C¨¢mara de Representantes, y de la investigaci¨®n del fiscal especial, que sustituir¨¢ a la investigaci¨®n hasta ahora realizada por el Minsiterio de Justicia y el FBI. La respuesta final puede tardar meses en producirse.

La clave del Irangate puede estar grabada en un sofisticado sistema de comunicaciones que recoge las conversaciones telef¨®nicas y todo lo que se habla en la sala de crisis de la Casa Blanca, la situation Room, en la que Ronald Reagan y sus principales colaboradores tomaron importantes decisiones respecto a la venta de armas a Ir¨¢n. Bob Woodward, uno de los dos periodistas que provoc¨® la ca¨ªda. de Richard Nixon, revel¨® ayer la existencia de este sistema en The Washington Post. Las cintas que grababa Nixon de todo lo que se hablaba en el despacho presidencial, activadas por la voz, fueron claves en el desenlace del Watergate.

El sistema descrito por el Post tambi¨¦n puede grabar las conversaciones del presidente con l¨ªderes extranjeros y permite guardar los mensajes y documentos de las terminales de ordenadores del Consejo de Seguridad Nacional. El moderno equipo de comunicaciones y grabaci¨®n fue instalado tras el atentado sufrido por Reagan, en 1981, cuando se produjo la pol¨¦mica sobre la actuaci¨®n del entonces secretario de Estado, Alexander Haig, que afirm¨®, inconstitucionalmente, que asum¨ªa el poder durante unas horas. La escena se desarroll¨® en la situation Room, en el s¨®tano de la Casa Blanca, donde se celebran las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional y adonde acuden los l¨ªderes de EE UU en caso de crisis internacional. La Casa Blanca calific¨® de "totalmente desproporcionadas" las informaciones del peri¨®dico norteamericano sobre el citado sistema de comunicaciones.

El futuro de Casey

El futuro del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), William Casey, al que el jueves le fue extirpado un tumor canceroso del lado izquierdo del cerebro, es incierto, a pesar de que los m¨¦dicos estiman que podr¨¢ realizar una vida normal y que su c¨¢ncer es "tratable". Miembros de la Administraci¨®n dudan de que el primer esp¨ªa del pa¨ªs, que, adem¨¢s de dirigir la CIA, coordina todas las agencias dedicadas al espionaje, la DIA (militar) y la National Security Agency (dedicada al espionaje electr¨®nico), pueda volver a dirigir la Agencia Central de Inteligencia. Reagan hizo p¨²blico ayer un comunicado muy elogioso de su ¨ªntimo amigo Casey y explic¨® que la CIA continuar: funcionando "bajo los cuidadosos procedimientos que Bill dise?¨® con vistas a su incapacidad temporal". Robert Gates, de 43 a?os un hombre partidario de las acciones encubiertas y un veterano de la CIA, est¨¢ dirigiendo interinamente la agencia desde que el lunes fue internado Casey en el hospital, d¨ªas despu¨¦s de sufrir unos duros interrogatorios en el Congreso y 24 horas antes de tener que volver a testificar en relaci¨®n con el Irangate. El presidente del Comit¨¦ de Inteligencia del Senado, Dave: Durenberger, afirma que contin¨²a siendo "muy importante" el testimonio de Casey para llegar al fondo de la cuesti¨®n. La impresi¨®n general es que el director de la CIA sabe mucho m¨¢s de lo que afirma y, antes de si operaci¨®n, era un¨¢nime la petici¨®n de que fuera destituido de su cargo.