Las autoridades chinas proh¨ªben las manifestaciones y dialogan con los estudiantes para frenar la protesta
La crisis de orden p¨²blico en China m¨¢s grave de los ¨²ltimos 10 a?os parec¨ªa ayer controlada por las autoridades cuando el Gobierno municipal de Shanghai prohibi¨® las manifestaciones estudiantiles y acept¨® una reuni¨®n con los representantes de tres universidades para discutir sus reivindicaciones. Shanghai, la mayor ciudad china, con 12 millones de habitantes y una actitud pol¨ªtica generalmente poco conformista, volvi¨® ayer a la calma despu¨¦s de masivas manifestaciones estudiantiles durante tres d¨ªas, en las que se pidieron m¨¢s libertades pol¨ªticas y mayor grado de democracia.
Las manifestaciones se iniciaron el viernes y, el domingo por la tarde, congregaron a m¨¢s de 50.000 personas frente a la sede del Gobierno municipal y el comit¨¦ local del partido comunista, en un ambiente distendido y a veces festivo en el que no faltaron algunos enfrentamientos.S¨®lo reducidos grupos de estudiantes y curiosos, cuya cifra dif¨ªcilmente super¨® los dos millares, se congregaron el domingo por la tarde frente a la sede de? Gobierno municipal y en la plaza del Pueblo, escenario de las masivas manifestaciones de los dos d¨ªas anteriores. Este lugar estuvo ayer permanentemente vigilado por 200 polic¨ªas, que impidieron cualquier intento de concentraci¨®n.
Por la ma?ana, la ciudad apareci¨® inundada de grandes carteles en los que las autoridades advert¨ªan de que ninguna concentraci¨®n es legal a menos que cuente con el permiso expl¨ªcito correspondiente, y se?alaron varias acciones ilegales que los manifestantes pod¨ªan cometer si persist¨ªan en su actitud, como cortar el tr¨¢fico y perjudicar el normal desenvolvimiento de la vida ciudadana; en una palabra, "perturbar el orden social".
En uno de los puntos se prohib¨ªa expl¨ªcitamente ocupar emisoras de radio o televisi¨®n, despu¨¦s de rumores que circularon el domingo en el sentido de que grupos de estudiantes se dirig¨ªan a la emisora local de televisi¨®n para exigir que se diera publicidad a sus peticiones.
Actos en otras ciudades
Los tres d¨ªas de manifestaciones en Shanghai fueron la continuaci¨®n de actos similares en otras seis grandes ciudades chinas desde el 9 de diciembre, cuando se inform¨® de los primeros movimientos estudiantiles en Hefei, la capital de Anhui, cercana a Shanghai.
Los estudiantes protestaron por los procedimientos discriminatorios seguidos en la selecci¨®n de candidatos para la asamblea local. Consideraron que el procedimiento era arbitrario y que sus intereses no eran respetados.
Curiosamente, la Comisi¨®n Estatal de Educaci¨®n, el m¨¢ximo organismo educativo del pa¨ªs, con categor¨ªa de superministerio, pareci¨® dar la raz¨®n a los estudiantes, al decir que ¨¦stos ten¨ªan derecho de manifestarse y a expresar sus preocupaciones pol¨ªticas, tal como se garantiza en la Constituci¨®n china.
Pero cuando la ola de protestas lleg¨® a Shanghai y decenas de miles de estudiantes se lanzaron a la calle pidiendo democracia y libertad y enfrent¨¢ndose a la polic¨ªa, el Gobierno temi¨® perder el control de la situaci¨®n y orden¨® una supresi¨®n del movimiento.
Si los estudiantes se vieron en un momento alentados por el reconocimiento oficial de sus derechos, las cosas cambiaron r¨¢pidamente. La televisi¨®n local acus¨® ayer a los manifestantes de perturbar el orden social, agravar la congesti¨®n del tr¨¢fico, desbaratar la producci¨®n y la marcha normal de la actividad comercial, obstaculizar la asistencia al trabajo, crear desorden total y detener el tr¨¢fico en 17 l¨ªneas de autobuses, todo ello "en contra de los intereses generales de la poblaci¨®n".
Citas an¨®nimas
La agencia oficial, Xinhua, en un despacho para el consumo externo, ya que no fue publicado en la Prensa china, cit¨® las declaraciones de un viandante que protest¨®: "Quieren libertad, pero nos est¨¢n privando de nuestra libertad de ir al trabajo o a casa". En otra cita, que puede interpretarse como clara advertencia hacia los estudiantes, otro viandante coment¨®: "Acabamos de conseguir paz despu¨¦s de la revoluci¨®n cultural, ?y acaso no es suficiente el sufrimiento que nos trajo la revoluci¨®n cultural?".
La referencia al per¨ªodo ca¨®tico y tr¨¢gico de 1966 a 1976, cuando los guardias rojos se adue?aron de las ciudades y repartieron violencia, destrucci¨®n y arbitrariedad pol¨ªtica, fue otro claro aviso de las autoridades, que con ello dijeron que no estaban dispuestas a tolerar estas alteraciones del orden.
Hefei, Wuhan, Kuriming y Guangzhou, todas ellas ciudades importantes, tuvieron concentraciones de estudiantes con miles de participantes. Hubo grandes carteles en Pek¨ªn y en Xian, y hay rumores de que otras ciudades, quiz¨¢ hasta una docena, han vivido protestas similares. Este movimiento coincide con una serie de elecciones para renovar asambleas locales o provinciales con candidatos seleccionados por el partido comunista sin debate ni oposici¨®n.
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