Imaginaci¨®n infantil y fantas¨ªa de los adultos
El desaf¨ªo planteado por Jim Henson y George Lucas consiste en convertir el universo absurdo y kafkiano de Maurits Cornelis Escher en decorado para una s¨ªntesis de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas, El mago de Oz y Peter Pan.Cuando la pel¨ªcula acaba, uno contin¨²a sin entender demasiado bien por qu¨¦ el castillo en que habita el rey de los goblins (duendes), personaje interpretado por Bowie, est¨¢ construido siguiendo el modelo trazado por Escher en Relatividad.
Dado el tono del relato, netamente inici¨¢tico, centrado en el dif¨ªcil tr¨¢nsito que separa la fantas¨ªa infantil de la imaginaci¨®n de los adultos, la frialdad y perfeccionismo del trazo de este fabricante de perspectivas correctas, pero que inventan edificios imposibles, no parece el mejor modelo en el que inspirarse, so pena de trivializar al artista o ensombrecer, injustificadamente, la pel¨ªcula.
Dentro del laberinto
Director: Jim Henson. Int¨¦rpretes:David Bowie, Jennifer Connelly, Steve Whitmire, Karen Prell, Ron Mueck, Kevin Clash, Frank Oz, Shari Weiser. Gui¨®n: Terry Jones, sobre un argurnento de Dennis Lee y J. Henson. fotograf¨ªa: Alex Thomson. Canciones: David Bowie. M¨²sica: Trevor Jones. Productor ejecutivo: George Lucas. Estadounidense, 1986. T¨ªtulo original: Labyrinth.
Esta pel¨ªcula toma el laberinto como met¨¢fora de la dificultad de crecer y somete a la hero¨ªna a una serie de pruebas que la obligan a dejar a un lado todos sus juguetes hogare?os y afrontar sus temores, de persona que se asoma por primera vez al mundo de los mayores, con una mirada nueva, lejos de la protectora sombra familiar. Durante el complicado viaje tendr¨¢ ocasi¨®n de enfrentarse a acertijos que s¨®lo una inteligencia tranquila puede resolver; a monstruos a los que se vence si no se tiene miedo; a un demoniaco Bowie al que s¨®lo la capacidad de concentraci¨®n, de no perderse en lo accesorio, logra volatilizar.
Complicidad
Como la hermosa En compa?¨ªa de lobos, de Neil Jordan, Dentro del laberinto es un cuento en el que los aspectos freudianos aparecen en un primer plano para lograr que el espect¨¢culo satisfaga tanto a los ni?os como a los adultos a los que agrada encontrar, sin demasiados problemas, rastros que prueben su talento y superioridad cultural.Es una manera de halagar al p¨²blico, de hacerle c¨®mplice de unas claves de lectura explicitadas, pero que no est¨¢n al alcance de los peque?os.
Jim Henson, que debut¨® en el cine con Cristal oscuro, despu¨¦s de muchos a?os de labor con mu?ecos que triunfaron en las televisiones de medio mundo, no es propiamente un cineasta. Dejando a un lado cuestiones de pertinencia entre modelo de decorados y sentido del relato, Dentro del laberinto es una gran demostraci¨®n de profesionalidad y competencia t¨¦cnica. Las maquetas, trucos y soluciones escenogr¨¢ficas son obra de los excelentes artesanos brit¨¢nicos -el rodaje se realiz¨® en los estudios de Elstree- y son lo que realmente hace llevadera la funci¨®n.
Cuando Henson tiene que solucionar alguna secuencia -como la del baile so?ado- con la ayuda estricta de los recursos de la narrativa cinematogr¨¢fica, descubrimos que no lo domina, que no sabe d¨®nde emplazar la c¨¢mara ni qu¨¦ ¨®ptica elegir, ni tan s¨®lo imaginar a sus protagonistas movi¨¦ndose en un mundo que no sea el fabricado aposta para deslumbrarnos.
Inadecuaci¨®n
Otra consideraci¨®n marginal que merece Dentro del laberinto es la referente a la inadecuaci¨®n de las canciones de David Bowie al filme, inadecuaci¨®n que remite a un problema m¨¢s general: la desaparici¨®n de las t¨¦cnicas cl¨¢sicas de elaboraci¨®n de m¨²sica para pel¨ªculas.Si comparamos la milim¨¦trica banda inventada por Sarde para la pel¨ªcula Piratas, de Roman Polanski, y su capacidad para pegarse a las im¨¢genes como si fuera una piel, proporcionando un sost¨¦n r¨ªtmico y de ¨¦nfasis realmente formidable, y el resultado del mucho m¨¢s percutente ritmo de Bowie, que flota ajeno a lo que vemos, hay que llegar a la conclusi¨®n de que el rock o se utiliza de manera estrictamente naturalista o exige un montaje que s¨®lo es propio del videoclip.
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