La Orquesta Nacional de Espa?a, como en sus mejores tiempos
Volvi¨® la Orquesta Nacional de Espa?a con su titular, Jes¨²s L¨®pez Cobos, al frente para ofrecer a los asiduos del teatro Real madrile?o un programa mod¨¦lico: una parte de repertorio -Quinta, de Dvorak (Novena seg¨²n la catalogaci¨®n cronol¨®gica)- y otra de novedad relativa o absoluta: s¨®lo una vez, que yo recuerde, se escuch¨® en la capital de Espa?a la Pedrelliana, de Gerhard, y constitu¨ªa creaci¨®n o estreno absoluto; la Sinfon¨ªa concertante, para guitarra y orquesta, de Leonardo Balada, uno de los espa?oles fuera de Espa?a que aportan peri¨®dicamente a nuestra m¨²sica p¨¢ginas de inter¨¦s e importancia.No s¨¦ si por su amistad con Narciso Yepes, el compositor barcelon¨¦s residente en Estados Unidos Leonardo Balada ha dedicado especial atenci¨®n a la guitarra, instrumento,que Yepes domina: Suite, Lento con variaci¨®n, Divagaciones, Analog¨ªas, Minis, Persistencias, Apuntes, Concierto 1965, Concierto para cuatro guitarras y Sinfonia concertante, que data del a?o 1972.
Orquesta Nacional de Espa?a
Director: Jes¨²s L¨®pez Cobos.Solista: Narciso Yepes, guitarra. Obras de Gerhard, Leonardo Balada y Dvorak. Teatro Real. Madrid, 9 de enero.
Gusta Balada de transitar por v¨ªas diversas, y la Sinfon¨ªa concertante no es excepci¨®n. Algo relacionada con procedi mientos ya patentes en su obra Guernica (1966), seg¨²n propia confesi¨®n, no veo, en cambio, gran relaci¨®n entre la partitura reci¨¦n escuchada y Mar¨ªa Sabina, que me parece otro Balada: el de impulso y expresividad dram¨¢tica cuyo ¨²ltimo trabajo conoceremos el a?o presente: Crist¨®bal Col¨®n, ¨®pera sobre texto del escritor andaluz Antonio Gala.
Trabajo instrumental
Hay en la Sinfon¨ªa concertante una voluntad de estructura y comunicaci¨®n que se realiza por procedimientos casi atem¨¢ticos y, en alguna medida, influidos por el repetitivismo americano. Se acusa un feliz e inteligent¨ªsimo trabajo instrumental en esta obra, gracias al cual la guitarra aparece conectada, ligada, emparentada con tal o cual instrumentos o con un grupo de ellos.Y junto a la buena andadura llama la atenci¨®n el h¨¢bil empleo de toda clase de recursos -desde un bruitismo refinado a los clusters-, puestos siempre al servicio de la idea musical siempre pendiente de los datos definitorios de la guitarra: sonido, ataques, tr¨¦molos, rasgueo, punte y tantos otros.
Guitarra virtuosa
Guitarra virtuos¨ªstica, aunque sin vanidad, que Narciso Yepes encarn¨® de modo supremo, haciendo uso de la amplificaci¨®n no por concesi¨®n sino por exigencias de la partitura seg¨²n el pensamiento sonoro de Balada. L¨®pez Cobos y la Orquesta Naci¨®nal de Espa?a llevaron el estreno no a bueno sino a magn¨ªfico puerto, en uni¨®n de un solista como Yepes, para el que toda alabanza no por justa resulta innecesaria.Es costumbre bastante l¨®gica escribir poco, o casi nada, sobre las versiones de repertorio cuando de orquesta y director estables se trata. Debe romperse el h¨¢bito en el caso de la Sinfon¨ªa del Nuevo Mundo, uno de los puntos m¨¢s altos de la Orquesta Nacional desde hace mucho tiempo, y del talento de su director. La versi¨®n escuchada habr¨ªa merecido ovaciones sin cuento aun firmada por alguna batuta reconocida como fuera de serie y ejecutada por una orquesta de muchas cam panillas.
De repente, gracias a la capacidad de un maestro y al trabajo con su orquesta, el concierto espa?ol sonaba a gran concierto europeo. Belleza sonora, discurso ligado, relacionado y expresivo, calibraci¨®n din¨¢mica, sosiego aireado por una excelente respiraci¨®n, acentuaci¨®n y expresividad sin m¨¢cula de exceso -mod¨¦lico el tiempo lento- hicieron acont ecimiento de lo que tantas veces es rutina.
?xito grande, muy grande, el de director, orquesta y compositores, pero, a mi juicio, menor que el merecido.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.