Estados Unidos facilit¨® informaciones falsas a Ir¨¢n e Irak para prolongar su guerra

Las agencias norteamericanas de espionaje proporcionaron en los ¨²ltimos a?os informaci¨®n distorsionada o inexacta a Ir¨¢n e Irak para impulsar los objetivos de la Administraci¨®n de Reagan en la regi¨®n del suroeste asi¨¢tico e impedir que alguno de los dos pa¨ªses prevaleciera en el conflicto que les enfrenta desde hace seis a?os, seg¨²n fuentes de estos servicios. Por ejemplo, dijeron estas fuentes, se alteraron las evaluaciones que Estados Unidos proporcion¨® a Ir¨¢n sobre la amenaza sovi¨¦tica con vistas a exagerar el tama?o de las concentraciones de tropas sovi¨¦ticas en la frontera iran¨ª.

A la vez, se alter¨® parte de la informaci¨®n sobre tropas iran¨ªes filtrada a Irak y proveniente de fotograf¨ªas tomadas desde sat¨¦lites, para que resultara enga?osa o incompleta. Una fuente se?al¨® que las fotograf¨ªas se recortaron con el fin de omitir detalles importantes.Funcionarios del Departamento de Estado norteamericano dijeron el mes pasado que EE UU hab¨ªa suministrado peri¨®dicamente a Ir¨¢n e Irak, durante un per¨ªodo de dos a?os, informaci¨®n militar, aunque entonces no hubo ninguna indicaci¨®n de que la informaci¨®n suministrada fuera err¨®nea.

Fuentes administrativas reconocieron, por otra parte, que las operaciones encubiertas dirigidas a Ir¨¢n e Irak entraban a menudo en conflicto entre ellas mismas y con los objetivos diplom¨¢ticos perseguidos por el Departamento de Estado. Las fuentes se?alaron que EE UU emprendi¨® las siguientes acciones simult¨¢neamente:

- Vendi¨® armas a Ir¨¢n.

- Proporcion¨® ayuda encubierta a los grupos exiliados que trataban de derrocar al Gobierno iran¨ª.

- Proporcion¨® a Teher¨¢n informaci¨®n fiable sobre la infiltraci¨®n de agentes sovi¨¦ticos en la organizaci0n comunista iran¨ª.

- Comparti¨® informaci¨®n de inteligencia, no fiable o incompleta, con Ir¨¢n e Irak.

Preguntado sobre c¨®mo todas estas piezas de la pol¨ªtica americana se acoplaban, un antiguo funcionario que particip¨® en algunos aspectos de la operaci¨®n dijo: "Ten¨ªa que haber estado usted all¨ª".

Obsesi¨®n con la URSS

Un alto funcionario de la Administraci¨®n dijo que el pensamiento estrat¨¦gico de la Casa Blanca se centr¨® en contrarrestar la amenaza sovi¨¦tica sin, prestar atenci¨®n a otros matices de los problemas regionales.

[Los servicios de espionaje norteamericanos descubrieron hace dos a?os un plan de expansi¨®n sovi¨¦tica para invadir Ir¨¢n y Pakist¨¢n, seg¨²n el semanario Newsweek. Esta es una de las razones por las que se iniciaron los contactos con los elementos moderados en Teher¨¢n, seg¨²n esta versi¨®n. La URSS discuti¨® en marzo de 1984 el plan para invadir Pakist¨¢n con la entonces primera ministra de India, Indira Gandhi, que nunca di¨® su visto bueno seg¨²n Newsweek.

Los servicios de informaci¨®n norteamericanos llegaron a saber, seg¨²n la misma fuente, que el plan de invasi¨®n de Pakist¨¢n formaba parte de un esquema m¨¢s amplio que inclu¨ªa la invasi¨®n de Ir¨¢n. Uno de los planes de Mosc¨² consist¨ªa en un doble ataque desde el Mar Caspio, hacia Teher¨¢n, para luego ocupar los campos petrol¨ªferos y otras zonas.]

Un asesor de la Casa Blanca afirm¨® que los tratos secretos con Ir¨¢n e Irak reflejaban el pensamiento de altos funcionarios como William Casey, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA); del vicealmirante John Poindexter, ex consejero de Seguridad Nacional, y de un ayudante de este ¨²ltimo, Donald Fortier. Los tres, seg¨²n esta versi¨®n, consideraron que operaciones encubiertas bien dirigidas podr¨ªan desencadenar cambios geopol¨ªticos importantes, como una apertura del r¨¦gimen isl¨¢mico iran¨ª a EE UU.

Las operaciones se planearon sin consultar a los expertos regionales del Pent¨¢gono, del Departamento de Estado o, en algunos casos, del Consejo de Seguridad Nacional. Poindexter era partidario de utilizar en algunos casos la desinformaci¨®n, como qued¨® patente el a?o pasado en un memor¨¢ndum sobre Libia que se filtr¨® a la Prensa. La idea de compartir informes procedentes del espionaje con Ir¨¢n fue mencionada en la orden del presidente Ronald Reagan del 17 de enero de 1986 que autoriz¨® el programa encubierto.

En 1986, hubo varias reuniones entre funcionarios de los servicios de informaci¨®n y funcionarios iranies, en las que se intercambiaron datos, seg¨²n un informe secreto del Senado.

Funcionarios del Congreso y de la Administraci¨®n consideran que bajo los esfuerzos encubiertos de EE UU en la regi¨®n se esconde el fracaso de la CIA para recabar informaci¨®n ¨²til sobre Ir¨¢n entre 1979, cuando el sha fue derrocado, y 1985, en que comenzaron los tratos secretos. Estas fuentes se?alan que cuando empez¨® a explorar la posibilidad de establecer v¨ªnculos m¨¢s estrechos con Ir¨¢n, la Administraci¨®n depend¨ªa casi completamente de Manucher Gorbanifar, el traficante de armas iran¨ª que gestion¨® las ventas militares a Ir¨¢n, para saber lo que estaba ocurriendo en Teher¨¢n.

La prueba poligr¨¢fica

Casey sospechaba tanto de Gorbanifar que mand¨® una nota a Reagan explicando sus preocupaciones y diciendo que la CIA iba a hacer pasar una prueba poligr¨¢fica al iran¨ª para detectar si ment¨ªa. No se sabe si Reagan ley¨® esta nota, pero un funcionario asegur¨® que Gorbanifar no pas¨® la prueba del pol¨ªgrafo, la cual indic¨® que Gorbanifar minti¨® en casi todas sus respuestas, salvo cuando se le pregunt¨® su nombre.