?Y c¨®mo es el?

Empezaba a estar Madrid a media asta en lo l¨²dico, con el tema de las falofarolas casi agotado, pero el famoso cantante de ¨¦xito internacional ha llegado justo a tiempo de animar el cotarro, sometiendo al personal a las ya consabidas preguntas, que andan respondiendo como pueden los periodistas para apaciguar a las masas: ?Y c¨®mo es ¨¦l? ?En qu¨¦ lugar se enamor¨® de ti? ?A que dedica el tiempo libre?La presencia entre nosotros del reconocido valor mundial de la canci¨®n mel¨®dica no s¨®lo supone una ventana abierta al cosmolitismo miame?o -previamente expurgado de vicio-, sino que aporta tambi¨¦n estatismo a nuestra particular movida.

A su llegada, el ¨ªdolo de los dos hemisferios tuvo que desmentir el ¨²ltimo bulo que ha circulado sobre ¨¦l, a saber, que iba a comprar a Luis del Olmo y a Directamente Encarna en el mismo lote. Pero eso no es todo, pues el triunfador de ambos mundos se dispone a grabar un nuevo disco que ¨¦l mismo se atreve a predecir ser¨¢ el mejor de su carrera, con temas del incomparable baladista Manuel Alejandro, sin que se haya podido confirmar que Torrebruno vaya a acompa?arle en la percusi¨®n.

Sobriamente vestido, modesto en el hablar, el extraordinario astro del firmamento canor ha demostrado una vez m¨¢s que nunca pasa nada. Un colega me dio hace unos d¨ªas la mejor definici¨®n de Julio Iglesias: "Cuando me lo presentaron, le mir¨¦ a los ojos y vi que hab¨ªa salido".