La Junta Militar chilena autoriza los partidos pol¨ªticos, excepto los marxistas
La Junta Militar chilena aprob¨® ayer, en una sesi¨®n especial, la ley de partidos pol¨ªticos propuesta por el general Augusto Pinochet, la cual, cuando entre en vigor el pr¨®ximo 11 de marzo, autorizar¨¢ por primera vez desde el golpe de Estado de 1973 el funcionamiento de las organizaciones partidarias. Los partidos de oposici¨®n rechazaron inicialmente la ley por considerarla poco participativa en su origen y restrictiva en sus reglas; la mayor¨ªa de ellos todav¨ªa no ha decidido si se inscribir¨¢ en el registro.
Esta ley -junto con la de registro electoral, que fue aprobada en 1986- es parte esencial de los preparativos para la sucesi¨®n presidencial de 1989, en la que la junta propondr¨¢ un candidato para ser plebiscitado. El permiso -que ser¨¢ s¨®lo para la acci¨®n de algunos partidos, porque los marxistas seguir¨¢n proscritos- es parte de las medidas de distensi¨®n que el r¨¦gimen militar est¨¢ adoptando en los meses previos a la visita del papa Juan Pablo II, que ser¨¢ en abril.A la reuni¨®n, que se realiz¨® durante la ma?ana en el edificio Diego Portales, sede del poder legislativo, asisti¨® en forma extraordinaria el ministro del Interior, Ricardo Garc¨ªa. El general Fernando Matthei, miembro de la Junta, dijo que la ley "no va a dejar contento a todo el mundo", pero "queremos dejar sentado cuanto antes todas las bases para que el pa¨ªs pueda funcionar normalmente y encarar en dos a?os m¨¢s una etapa decisiva en su futuro", afirm¨®.
Los partidos de oposici¨®n reaccionaron sin embargo con acritud ante el anuncio. El presidente de la Alianza Democr¨¢tica, una coalici¨®n de partidos de centro, dijo que la ley contiene "toda clase de errores y trabas a los partidos". Gabriel Vald¨¦s, presidente de la Democracia Cristiana, declar¨® que a la nueva legislaci¨®n se le pueden formular "reparos serios y graves". El presidente del Partido Radical, Enrique Silva Cijja, critic¨® la ley por estar hecha "a espaldas del pueblo y ser carente de toda representatividad".
"Papel insolente"
Un exabrupto del almirante Jos¨¦ Toribio Merino, el ¨²nico miembro de la Junta que permanece en su puesto desde 1973, dificult¨® a¨²n m¨¢s el nacimiento de esta ley. Un d¨ªa antes de la aprobaci¨®n, la Alianza Democr¨¢tica pidi¨® una audiencia a los miembros de la ¨ªunta para exponer sus cr¨ªticas al cuerpo legal. La solicitud fue contestada por Merino, quien la calific¨® como "un papel insolente que no se consider¨® para nada".Matthei, por su parte, rechaz¨® la petici¨®n porque los partidos de oposici¨®n se negaron en diciembre a asistir a reuniones con el ministro del Interior para discutir la ley. A esas sesiones s¨®lo concurrieron grupos partidarios del r¨¦gimen de Pinochet, pero la mayor¨ªa de sus peticiones tampoco fue o¨ªda.
La promulgaci¨®n tard¨® m¨¢s de dos a?os dentro del r¨¦gimen, y Pinochet debi¨® enviar un proyecto definitivo, presionado por la Junta de Gobierno, que ve a la ley como un paso hacia la normalidad. El texto legal tiene 59 art¨ªculos y no deja cabo sin atar: fija desde las formas internas de funcionamiento de los partidos hasta las normas de afiliaci¨®n.
De acuerdo a la ley, para inscribirse, un partido deber¨¢ tener militantes ¨ªndividualizados e inscritos en por lo menos ocho de las 13 regiones de Chile, con un n¨²mero que oscila entre 200 y 13.000 afiliados en cada una de las provincias. El incumplimiento del n¨²mero de militantes, conductas inconstitucionales, la ausencia de registros contables o el no respeto a las normas de organizaci¨®n dar¨¢n motivo para una sanci¨®n, que puede ir desde una multa hasta una cancelaci¨®n del permiso.
Adem¨¢s, cualquier colectividad podr¨¢ oponerse a la formaci¨®n de otra. Se establece tambi¨¦n que todos los partidos deber¨¢n tener una directiva central; consejo general, regionales y de distrito, y un tribunal superior. Se les exige que s¨®lo haya fuentes de origen chileno en el financiamiento.
S¨®lo los partidos de derecha han aceptado este tipo de normas. En el ala izquierda, el Movimiento Democr¨¢tico Popular -integrado por el Partido Comunista- ha considerado ileg¨ªtima una ley que excluye a las corrientes marxistas. En los partidos de centro existen tanto corrientes partidarias de inscribirse como otras que lo rechazan.
Conjeturas
Por ahora, todo son conjeturas. El r¨¦gimen mostr¨® sagacidad, promulgando una ley antes de que los partidos hubieran decidido una t¨¢ctica com¨²n. S¨®lo en un punto coincide la dividida oposici¨®n: desarrollar una campa?a de presi¨®n para exigir elecciones libres cuanto antes .[La direcci¨®n de la Juventud Dem¨®crata Cristiana chilena solicit¨® ayer autorizaci¨®n a las autoridades de Santiago para realizar una concentraci¨®n p¨²blica el pr¨®ximo 21 ele enero. El presidente de las juventudes democristianas, Andr¨¦s Palma, inform¨® anoche que la concentraci¨®n tiene por objeto manifestar el apoyo de lajuventud a la campa?a por las elecciones libres, informa Efe.]
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.