Mart¨ªn
Les supongo al d¨ªa sobre Fernando Mart¨ªn, que se march¨® a jugar al baloncesto a Estados Unidos y est¨¢ pasando un calvario. Primero fueron las hamburguesas, la barbecue y el idioma, que no le entraban. M¨¢s tarde los entrenamientos, la tensi¨®n competitiva y el condenado Estado de Oreg¨®n.No s¨¦ si se hacen ustedes cargo de lo que es vivir en Oreg¨®n y encima no haber conseguido m¨¢s de cinco canastas. La ¨²ltima noticia sobre Mart¨ªn es que sali¨® dos minutos en el encuentro del martes. Pocas veces se hace propaganda de la mediocridad, pero el caso de Mart¨ªn est¨¢ siendo una excepci¨®n. Para tener un puesto en ese equipo abandon¨® a la familia y a los amigos y renunci¨® a importantes ofertas. Engastarse en el m¨ªtico espacio norteamericano parec¨ªa la recompensa a la que pod¨ªa supeditarse todo. Ahora reside en Portland, y cuando las cosas no se le tuercen del todo se sienta en el banquillo con un ch¨¢ndal y unas botas coloradas. De los 1.968 minutos que ha jugado el Blazers, ha actuado en menos de 100; y en la calificaci¨®n de la NBA posee el coeficiente m¨¢s bajo. Ni le ha dado tiempo a conseguir un tap¨®n.
Es un caso triste, pero, sobre todo, est¨¦ril. Cuando un fracaso toma esta deriva se convierte en mera oscuridad y no deja oportunidad para nada. De la trayectoria que sigue Mart¨ªn en la NBA ni siquiera se complacen los enemigos. La situaci¨®n de Mart¨ªn, al que ahora se le achaca que mida 2,05 en lugar de 2,12 y cosas por el estilo, forma parte de esos episodios en los que el deseo conduce sin m¨¢s a cero. Como con el largo amor que no ser¨¢ correspondido, he aqu¨ª un ejemplo de c¨®mo, la productividad de vivir puede conmutarse por la improductividad de no vivir. Existe una idea optimista sobre el experimento por el experimento y de los viajes por los viajes, pero en verdad lo que prestigia a ambos es el resultado favorable. Y esto, que no es ni mucho menos com¨²n, se acepta como regla. A la habitual adversidad, por el contrar¨ªo, le falta propaganda. Quiz¨¢ para ello sirva la firme tristeza que, a porciones, llega desde este jugador de baloncesto.
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