Expolio en Cartagena

LA AUTOASIGNACI?N por parte de los grupos pol¨ªticos representados en el Ayuntamiento de Cartagena de m¨¢s de 27 millones de pesetas, procedentes de una partida de 33 dedicada a subvencionar a entidades de la localidad, demuestra el arraigo de la picaresca y la corrupci¨®n en la vida p¨²blica espa?ola.Desde la llegada de la democracia, en Espa?a, los ciudadanos muestran una mayor sensibilidad ante el destino que los pol¨ªticos dan al dinero que administran. Pero todav¨ªa hay quienes se comportan como si los fondos p¨²blicos llovieran del cielo y, por tanto, pudieran ser utilizados a discreci¨®n. De ah¨ª el desinter¨¦s con que se siguen los debates presupuestarios. Amparados en el mismo, bastantes pol¨ªticos tienden a actuar como si el dinero que gestionan les perteneciera o, al menos, no tuvieran due?o. La arbitrariedad no desaparece por el hecho de que quede constancia de la misma en una partida perdida en la mara?a presupuestaria o las actas de un pleno. Especialmente cuando tan h¨¢biles se muestran sus redactores para dar nombres extra?os a la simple entrega de sobres. Por ejemplo: "Compensaci¨®n a los gastos de gesti¨®n y desplazamientos y por actividades que complementan las propias del Ayuntamiento".

Que, pese a esa prosodia, los concejales de Cartagena que se repartieron los millones no las ten¨ªan todas consigo lo demuestra la confusi¨®n a la hora de explicar en concepto de qu¨¦ recibi¨® el dinero cada cual, as¨ª como la contradicci¨®n entre tales explicaciones y el destino efectivo dado al contenido de los sobres por cada grupo. Tambi¨¦n lo demuestra la consigna de silencio con que se pretendi¨® ocultar a los vecinos la decisi¨®n. El que esa consigna se rompiera por la existencia de rivalidades internas en el grupo socialista permite albergar las mayores sospechas sobre cu¨¢ntos posibles casos de situaciones similares pasar¨¢n tal vez inadvertidas por existir buena armon¨ªa en los grupos. (El esc¨¢ndalo denunciado en su d¨ªa por Alonso Puerta en el Ayuntamiento de Madrid salt¨® tambi¨¦n por rivalidades internas.)

El presidente de la comunidad aut¨®noma murciana ha anunciado que pedir¨¢ responsabilidades pol¨ªticas por el caso. Esperamos que el fiscal indague si cabe tambi¨¦n exigirlas desde el punto de vista jur¨ªdico, porque no parece suficiente argumento el que el acuerdo fuera tomado por unanimidad para convertirlo en legal. Y, en cualquier caso, es evidente que se trata de un expolio a los ciudadanos. Esos fondos estaban destinados a subvencionar asociaciones del municipio, culturales o de otro tipo, y no a los partidos pol¨ªticos. Mucho menos a completar los sueldos de los concejales.