Chile en el coraz¨®n

La ¨²nica palabra para definir este recital podr¨ªa ser solidaridad si no fuera porque sobre el escenario no se desarroll¨® un acto pol¨ªtico, sino un recital musical. Un recital de una cantante sensible y con talento. No estuvo ausente la solidaridad del recital, pero fue el factor musical el que prim¨®. Hay quienes tienen a Chile entre las manos, y quienes tienen a Chile en el coraz¨®n. Isabel Aldunate tiene a Chile en el coraz¨®n, y por algo m¨¢s de una hora hizo que quienes la escuchaban lo tuvieran tambi¨¦n en el suyo, aunque -a la vista del ¨¦xito de la convocatoria- en algunos corazones nunca haya dejado de estar presente.Tiene Isabel Aldunate 36 a?os. Vive en Chile, es abogada y tiene tres hijos. Lleva cantando desde 1977, aunque haya sido en los tres ¨²ltimos a?os cuando se ha dado a conocer, no s¨®lo en Chile, sino tambi¨¦n en los diversos pa¨ªses por donde ha realizado giras, Estados Unidos, Argentina o Suecia, entre ellos.

Posee una hermosa voz de soprano que utiliza con el comedimiento y la libertad que la canci¨®n popular precisa. Una voz que se carg¨® de emoci¨®n en El cautivo de Til Til, una eleg¨ªa a Manuel Rodr¨ªguez, o Cuando me acuerdo de mi pa¨ªs, un canto de exilio, ambas debidas a Patricio Mans; que vibr¨® de fuerza en Qu¨¦ dir¨¢ el santo padre, la canci¨®n que Violeta Parra dedic¨® al espa?ol Juli¨¢n Grimau, y estall¨® de alegr¨ªa en El colibr¨ª, composici¨®n de Jos¨¦ Seves, del grupo Inti-Elimani.

Es Isabel Aldunate una excelente int¨¦rprete, que forma parte ya con pleno derecho de la saga de grandes voces femeninas latinoamericanas: Mercedes Sosa, Soledad Bravo o Mar¨ªa Bhetania en primer t¨¦rmino, muy en la l¨ªnea expresiva de Isabel Parra.

El repertorio que interpret¨® en su presentaci¨®n en Madrid fue un repertorio de continuidad entre la canci¨®n y los cantantes populares del Chile anterior al golpe militar y la canci¨®n surgida con posterioridad al golpe. Hubo, pues, entre los autores algunos bien conocidos (Violeta Parra, Patricio Mans, Isabel Parra o Julio Numhauser) y una buena representaci¨®n de nombres de las nuevas generaciones (Oswaldo Torres, Paco Valdivia o Di¨®scoro Rojas), todos ellos casi desconocidos y que forman, junto a otros, una nueva oleada de cantantes chilenos que, aunque enlazan ideol¨®gicamente con la generaci¨®n anterior, hoy en el exilio, plantean f¨®rmulas de canci¨®n bien distintas: una canci¨®n de contenidos urbanos, aunque guardando resonancias formales con el folclor, que exploran la vida cotidiana como una continua par¨¢bola sobre la realidad del pa¨ªs, un lenguaje el¨ªptico alusivo y un anhelo de libertad.