La feria del toro
La feria de Valdemorillo se acredita feria del toro. El toro con trap¨ªo ha sal¨ªdo en la presente edici¨®n -como en las anteriores-, lo mismo en las corridas que en las novilladas, inclu¨ªda la que se corri¨® sin caballos. Por eso la afici¨®n de Madrid se vuelca all¨ª y abarrota la plaza.En estas circunstancias, naturalmente, las corridas tienen emoci¨®n. Brillantez, ya menos, pues ni los toros de Valdemor¨ªllo suelen ser esos dechados de boyant¨ªa que reclama el arte, ni los toreros est¨¢n placeados, pues la tarde que contratan en Valdemorillo es, justamente, la primera de la temporada.
Se entregan, sin embargo, los toreros, como si estuvieran en el mismisimo ruedo de Las Ventas, y as¨ª hicieron ayer. Gallito de Zafra estuvo especialmente valeroso, y en el quinto, un torazo de romana y adem¨¢s con un pajazo en un ojo, sufri¨® una voltereta espeluznante. Lo hab¨ªa recibido con un afarolado de rodillas, de pie ci?¨® suaves ver¨®nicas del delantal, y en una de ellas sobrevino la cogida.
Ramajo / Carmona, Gallito de Zafra, Cancela
Toros de Ramajo hermanos, con trap¨ªo. L¨¢zaro Carmona: silencio en los dos. Gallito de Zafra: oreja; aviso y vuelta. Luis Cancela: silencio; dos orejas.Plaza de Valdemorillo, 8 de febrero. Quinta y ¨²ltima corrida de feria.
Afortunadamente no hubo cornada, s¨®lo el batacazo, las erosiones, una herida en la ceja. Y continu¨® tan decidido como antes del percance, porfiando ante la. mansedumbre y catadura incierta de la res. Al segundo lo tore¨® mejor, especialmente al natural, cuando, avanzada la faena, encontr¨® la distancia, ech¨® adelante la fl¨¢mula, se tra¨ªa toreado al toro, cargaba la suerte, lo templaba,en un recorrido largo.
Torero de empaque
La distancia -aquella que requiere cada embestida- es lo que no acab¨® de encontrar L¨¢zaro Carmona en sus dos toros, que exhibieron manejabilidad suficiente para. hacerles faenas. Faenas de las que sabe instrumentar Carmona, uno de los diestros en activo que interpretan las suertes con mayor empaque. Una muestra de esta aptitud singular la dio en el par de tandas en redondo que ejecut¨® en su primero; no m¨¢s, pues a continuaci¨®n le ahogaba la embestida, y lo mismo hizo en el quinto.Cancela hubo de pechar con un toro reserv¨®n, que no embest¨ªa aunque le pisara los terrenos, y tuvo su compensaci¨®n con la nobleza del sexto, al que dio trincherazos y lig¨® buenas tandas de naturailes, bien abrochadas con los de pecho. Tuvo m¨¦rito. Todos los toreros que se anuncian en Valdemorillo tienen m¨¦rito, pues saben que all¨ª les saldr¨¢ el toro con reda?os, y lo aceptan.
Cuando el toro-torazo que sale en Valdemorillo derrota las tablas, el empuj¨®n repercute en la estructura de la plaza, sac¨²de el tendido y los espectadores oscilan sobre el retiemblo de los asientos. Los novatos se asustan, pobres; en cambio, algunos avispados; veteranos aprovechan para dejarse caer sobre la vecina, como quien no quiere la cosa. Se pasa bien y calentito.
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