Defensa de marginados
Ser mujer, ser abogada, defender a mujeres o ni?os es verdaderamente una lucha que jam¨¢s conocer¨¢n los compa?eros que defienden a las grandes empresas o a los grandes empresarios, o a las personas importantes que, con raz¨®n, se permiten desafiar a la justicia y esperar que se les vaya a buscar amablemente a sus casas.Cuando los sectores marginales deben tener tratos con la polic¨ªa o la justicia, la suerte es totalmente distinta, sean v¨ªctimas o acusados.
Para muestra, un bot¨®n. En febrero de 1986 denunciamos a un polic¨ªa nacional por malos tratos a su esposa que la llevaron a la locura. Todo ello con sentencia de la Audiencia Provincial de Bilbao, que recog¨ªa este hecho, del cual, por entendido, el Fiscal no se enter¨® ni formul¨® acusaci¨®n. De esta querella conoce la misma juez que se indign¨® tanto, y con raz¨®n, por malos tratos a un hombre por parte de la polic¨ªa y que lleg¨® a generar -tambi¨¦n con raz¨®n- un verdadero conflicto de poderes, cuando los 90 polic¨ªas que cit¨® no concurrieron a declarar.
Los malos tratos de nuestra clienta no son lo mismo para esta magistrada, y aun el polic¨ªa denunciado no concurre a declarar y no pasa nada, mientras nuestra v¨ªctima est¨¢ internada -por 12 a?os- en el hospital psiqui¨¢trico de la c¨¢rcel de Yeser¨ªas.
Otro caso. Como abogada, fui requerida por una amiga para acompa?arla a buscar a su hijo, un estudiante de 17 a?os, que fue detenido durante las ¨²ltimas manifestaciones. En la comisar¨ªa nos advirtieron de las 72 horas que ten¨ªa la polic¨ªa para ponerlo a disposici¨®n del juzgado y que, "desde luego, pasa la noche aqu¨ª". Como es natural, pensar que un menor permaneciera en los fr¨ªos calabozos de la comisar¨ªa por ejercer sus derechos nos caus¨® gran estupor. Despu¨¦s de llamar al secretario de Estado, Rafael Vera, al jefe de la Polic¨ªa, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, desde donde nos comunicaron con la delegada del Gobierno, Ana Tutor, conseguimos que mi cliente y los otros tres menores que hab¨ªan sido detenidos cuando iban solos por la calle, de vuelta a sus domicilios, salieran de la comisar¨ªa una vez que se les tom¨® declaraci¨®n.
Pero hete aqu¨ª que, ante mi mayor sorpresa el 26 de enero mi peque?o cliente ha recibido una citaci¨®n telegr¨¢fica para un juzgado de instrucci¨®n que r¨¢pida mente abri¨® diligencias y que, m¨¢s prontamente a¨²n, est¨¢ dispuesto a tomarle declaraci¨®n en el m¨¢s breve plazo.-
Abogada. Miembro de la Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres.
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