Reprivatizaci¨®n social

Es descorazonador comprobar como se siguen incumpliendo problemas p¨²blicas. El Ministro de Trabajo y Seguridad Social promete lo que ya se prometi¨® y se dej¨® incumplido ("Chaves aseguro ayer que la intenci¨®n del Gobierno era que, al acabar esta legislatura, no haya una pensi¨®n por debajo del salario m¨ªnimo", se dijo el 27 de diciembre de 1986). Nuevas promesas para nuevas decepciones. Los m¨¢s de cuatro millones de pensionistas que desde hace a?os vienen reivindicando la homologaci¨®n de su pensi¨®n m¨ªnima al salario m¨ªnimo interprofesional comprueban que las reiteradas promesas oficiales se quedan en palabras.Si en 1986 la diferencia era de 10.341 pesetas mensuales entre la pensi¨®n m¨ªnima sin c¨®nyugue y el salario m¨ªnimo, en 1987 -teniendo en cuenta el aumento del 5% del salario m¨ªnimo- la diferencia aumenta a 10.558 pesetas (pensi¨®n: 31.590, salario: 42.148, diferencia mensual: 10.558 pesetas).

Es impensable la homologaci¨®n si no se adopta la decisi¨®n pol¨ªtica de presupuestar de golpe una cantidad superior a los 200.000 millones. La verdad es que, en general, en la revalorizaci¨®n de las pensiones se aprecia un ¨¢nimo cicatero y restrictivo que evidencia la continuaci¨®n de esa pol¨ªtica, "racional-ahorro" emprendida por el Gobierno con la Ley de Pensiones de julio 1985. ?No es indignante que a una viuda, con 65 a?os de edad, se le revalorice su pensi¨®n mensual de 22.700 pesetas con un aumento de 1.365 pesetas? Y si esa viuda cobra la pensi¨®n del SOVI el aumento para 1987 se limita a 945 pesetas al mes.-