Cruzada antitabaco

Aunque cada ministerio est¨¢ autorizado a designar determinadas zonas para fumar, la nueva normativa de la Administraci¨®n de Servicios P¨²blicos (GSA) de Estados Unidos prohibe fumar a los 890.000 funcionarios en los 6.800 edificios de la Administraci¨®n federal.La GSA se une a lo que se ha convertido en una cruzada de amplitud nacional contra el h¨¢bito de fumar, sobre todo de fumar en p¨²blico. Efectivamente, desde la prohibici¨®n no se hab¨ªa visto en Estados Unidos un intento tan radical de modificar por decreto los h¨¢bitos personales de la gente.

Pero los fumadores empiezan a pensar que son una minor¨ªa perseguida que, no obstante, tiene algunos derechos. Una se?ora de Boston que no quiere dejar de fumar dice: "Esta cruzada de salud se inmiscuye en 'yo s¨¦ lo que es bueno para usted'. -?Qu¨¦ vendr¨¢ despu¨¦s? ?Querr¨¢n estos expertos, en nombre de una mejor salud, que la gente coma pescado en vez de carne reja?". Otros se quejan del aspecto pol¨ªtico de la nueva normativa gubernamental. Seg¨²n dice un antiguo fumador tolerante, profesor en la universidad de Columbia, "primero se deber¨ªa tratar de agotar el voluntarismo, agotar la persuasi¨®n, y no creo que se haya recorrido todav¨ªa ese camino".

Pero la prisa por aprobar la nueva legislaci¨®n refleja un creciente consenso de que los derechos de los no fumadores deber¨ªan tener precedencia sobre los de los fumadores.

22 de febrero